El caso de Rayan, un niño de cinco años que cayó el pasado martes en un profundo pozo en un pueblo de Marruecos, trae el recuerdo de un caso similar que mantuvo en vilo a la Argentina en el 1998: otro niño de cinco años, llamado Cristian Quiroz.

La historia comenzó el 19 de marzo de ese año, cuando Cristian volvía del jardín junto a su mamá por la vereda de la Avenida Moreno en la localidad de San Nicolás. El nene cayó en un pozo de agua que no tenía ningún tipo de señalización. El rescate duró 33 horas, pero el cuerpo del niño fue sacado muerto de ese pozo, que tenía unos 20 metros.

Tres años después la Justicia de San Nicolás condenó a tres hombres, dueños de la empresa constructora Topsa S.A a pasar dos años y diez meses de prisión por homicidio culposo.

Otros “Rayanes”

El caso de Quiroz fue el que más conmocionó y repercutió a nivel mundial, sin embargo no fue un hecho aislado ya que hubo otros casos similares en todo el país.

En 1994 Juan José Ocampo, un chico jujeño de 9 años, se convirtió en héroe cuando rescató a una bebé de 15 meses, Patricia Mamani, de un pozo de siete metros. Al padre de Juan José se le ocurrió atar a su hijo con sogas para que pudiera rescatar a la criatura.

Rayan, el nene que cayó a un pozo en Marruecos.

Mucho más adelante, en el 2009, un nene de 10 años llamado Lautaro se salvó después de caer a un pozo de 15 metros en una obra en el barrio Poeta Lugones, de la ciudad de Córdoba.

En tanto al año siguiente (2010), se registraron al menos dos casos: en el mes de julio, un niño de 8 años, Leandro Huche, cayó a un pozo de unos 30 metros de profundidad en la localidad de Toay, La Pampa, a 15 kilómetros de Santa Rosa, pero fue rescatado por bomberos voluntarios y policías.

Al poco tiempo, el 30 septiembre, un nene de 3 años falleció en Posadas, Misiones, tras caer a un pozo de agua ubicado en la parte posterior de su casa, el cual poseía 1,60 metros de agua.

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