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Como un boxeador que afronta un round en la que su contrincante golpea ferozmente y no puede bloquearlo con éxito, el Gobierno está recibiendo en las últimas semanas golpe tras golpe de los que no puede reponerse y solo espera que suene la campana y pueda retirarse a su rincón para intentar recuperarse y seguir en la pelea.

Para el Gobierno, este esperado final del round serían las elecciones legislativas de octubre en las que un triunfo le sumaría fuerzas en un Congreso muy adverso y una buena señal para el mercado interno y la llegada de inversores extranjeros. Por supuesto que no quiere pensar en una derrota, eso podría ser el comienzo del camino para una pelea perdida.

El extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad, diego Spagnuolo.

Al Gobierno le están entrando todos los golpes.

Está pasando una suerte de tormenta perfecta. Problemas financieros, inflación en aumento y fuertes sospechas de corrupción en el centro del poder. Y, para colmo, una tormenta que llega en el peor momento: en plena campaña preelectoral.

La palabra corrupción aparece con más fuerza que nunca en el centro del Gobierno. Ya lo había hecho con el tema $Libra y las criptomonedas. Pero era más difícil de entender para el grueso de la población y era el primer caso. Y ahora se repite con un pedido de coimas más fácil de comprender y en las propias palabras de uno de los involucrados.

El caso de Diego Spagnuolo y las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ADIS), recrea imágenes de fuerte impacto político que se dieron en otras épocas, y entre ellas la más criticada por Javier Milei: el kirchnerismo.

Los allanamientos -rápidamente hechos por la justicia-, mostraron desde una máquina de contar billetes en la casa del ex funcionario que destapó el caso hasta sobres con decenas de miles de dólares en el auto de uno de los empresarios involucrados.

¿Diego Spagnuolo pedirá ser testigo protegido para no ir a la cárcel?

No es muy complejo de entender el tema como lo fue el de las criptomonedas: sale a la luz un sistema ilegal de recaudación, coimas a cambio de contratos generosos a una empresa de amigos que están en el poder.

El juez Sebastián Casanello actúa con una celeridad que ojalá se repitiera en todos los casos. Hasta esta rapidez generó temor y sospechas en la Casa Rosada.

Sebastián Casanello, avanza en la cusa de sospecha de corrupción en el Gobierno de los hermanos Milei.

La repercusión que están teniendo los audios sobre las coimas ya no distingue entre medios amigos o enemigos del oficialismo. Para peor, empieza a tener repercusión en el exterior. Un periodista amigo del Presidente lanzó una frase preocupante para el oficialismo: “A este gobierno se le pueden perdonar muchas cosas, que haya gente que pierda el trabajo, que se le niegue un aumento a los jubilados y hasta cierta crueldad al pasar la motosierra, pero nunca, nunca, le vamos a perdonar un hecho de corrupción”, dijo al aire. Y los mensajes que sus oyentes, muchos militantes libertarios, ratificaron esa posición.

Lo más fuerte es que este nuevo caso de corrupción aparece señalando un nombre vital e intocable: Karina Milei. Se refuerza la sospecha de la hermana del Presidente como una “cajera” del poder. Intolerable para Javier Milei.

Frente a todo esto, el silencio oficial fue abrumador. Se lo echó rápidamente a Spagnuolo pero sin dar muchas explicaciones. Solo Guillermo Francos hizo una tibia declaración, pero que dejó una frase inquietante: “Yo no pongo las manos en el fuego por nadie”.
Una parte del silencio se puede explicar por dos temores que pegan en la Casa Rosada. ¿Y si hay más grabaciones y documentación de los pedidos de coimas? ¿Diego Spagnuolo pedirá ser testigo protegido para no ir a la cárcel?

El “coimagate” apareció en una semana en la que el oficialismo enfrentó una serie de reveses legislativos, con la oposición avanzando con proyectos y rechazos, debilitando la capacidad del Gobierno para imponer su agenda y mostrando a legisladores “amigos” que cambian de vereda.

En el ojo de la tormenta: Diego Spagnuolo, Karina Milei, Lule Menem y Martín Menem. FOTO: LA NACIÓN

El Presidente tiene la espada del veto mientras se hace a la idea de que hasta el 10 de diciembre el Congreso de la Nación es un “territorio enemigo” y solo le queda esperar un triunfo en octubre que le de más margen de maniobra.

En la última semana, el oficialismo solo logró contener el veto al incremento de las jubilaciones. Fue fundamental para sus cuentas. Pero las derrotas parlamentarias parecen continuar.

Esta semana que comienza se retoma la Comisión $Libra en donde van a elegir al presidente de la comisión, algo que oficialismo no podría bloquear. Los gobernadores se han puesto más exigentes en su negociación con la Casa Rosada por el avance del proyecto de ley que ya cuenta con media sanción del Senado sobre la modificación del reparto del Impuesto a los Combustibles que tiene como destino el financiamiento de Vialidad Nacional. Pero la discusión más fuerte que deberá enfrentar en los próximos días es la llegada del Presupuesto 2025.

Para completar la tormenta perfecta, las turbulencias económicas vuelven a frenar el ritmo de la actividad rumbo a las elecciones. La tendencia de recuperación en algunos sectores muestra un freno, según la última medición de actividad económica del segundo trimestre del año. La nueva coyuntura monetaria y financiera podría sumar presión en los próximos meses.

 

Queda claro, a partir del fuerte aumento de tasas, que el Gobierno va a priorizar la estabilidad de precios y tipo de cambio de cara a las elecciones, incluso si eso afecta la actividad económica. Algunas consultoras económicas alertan que “el amesetamiento actual del nivel de actividad en términos desestacionalizados podría transformarse en recesión”. El estancamiento económico aparece en el peor momento.

El consumo no crece. Tampoco la actividad. El aumento del índice de precios mayoristas anticipa una inflación que no bajará del 2%. No son buenos números para una campaña electoral.

El Gobierno está golpeado. Como haría un buen boxeador, tiene que salir de su rincón y retomar la iniciativa en el medio del ring. ¿Cómo hace?

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