Este martes, la periodista Magdalena Ruíz Guiñazú falleció a sus 87 años luego de atravesar por un cuadro complicado de salud que la obligaron a estar ausente en su programa “Magdalena y la noticia deseada” por Radio Mitre.
La triste noticia fue anunciada esta mañana en los principales medios, donde también colegas y compañeros de la destacada periodista la recordaron en las redes sociales y le enviaron su pésame a la familia.
En este contexto, se volvió viral una entrevista que Ruiz Guiñazú había dado meses atrás, ya que en la misma habla justamente de su muerte. La locutora dio este reportaje al diario Clarín en mayo pasado.
“No miro la hora a ver cuánto me queda”, expresó en la nota donde le consultaban por sus largos años en el rubro, que la posicionaron como una de las periodistas más destacadas del país.

La periodista Magdalena Ruiz Guinazu al recibir el premio por Radio Nacional 2017 FOTO: TELAM / RAMIRO GÓMEZ.
Sobre si seguir trabajando era “un acto de resistencia”, ella afirmó que no era así, sino que “es un tema de hacer lo que te gusta, de vivir feliz”. “Me parece una cosa normal y lógica seguir siendo periodista”, había remarcado.
“El periodismo es mi vida misma. ¿A quién le importa en qué año nací? A nadie. Lo importante es lo que estoy haciendo. Fijate en las mediciones de Mitre, seguimos a la cabeza. Lo que importa es pasarlo bien. No me pongo a pensar cuántos años tiene cada uno. El que no está conforme con su edad, lo debe pasar mal”, comentaba.
A la hora de hablar sobre su camino como mujer dentro del medio, en un principio enmarcado por otros paradigmas de trabajo, aseguró que “no fue más difícil” desarrollar una carrera en este ámbito “por ser mujer”.
“Es simplemente una cuestión de trabajo. No creo que sea una cuestión para plantear de un sexo a otro, simplemente depende de cómo hagas tu trabajo, cómo analices la realidad que estás viviendo. Sin dar nombres, creo que hay toda una generación de chicas jóvenes y preparadas con un nivel altísimo”, explicó.
Finalmente, se hizo un tiempo para hablar de su carrera como escritora. Por aquellos meses, comentó que todavía escribía, aunque nada muy preciso: “(Escribo) pensamientos en voz alta, no un diario personal. Textos sueltos en la computadora. Pero no pienso en un libro todavía”.
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