En el km 0 del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (NK) que se encuentra en la localidad neuquina de Tratayén, los funcionarios, los ejecutivos empresariales y los trabajadores que forman parte del proceso de construcción y llenado le informaron tres semanas atrás a la secretaria de Energía, Flavia Royon, que los 25 millones de m³ necesarios para que fluya el combustible desde Vaca Muerta hasta la localidad bonaerense de Salliqueló estarían completados para la inauguración de la primera etapa del ducto fijada para mañana, domingo 9 de julio, fecha patria en la que se conmemora el Día de la Independencia.

Llegar a este momento, según Royon, requirió de la “firme decisión” del ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa. En una entrevista mano a mano con cronica.com.ar, la secretaria de Energía -ocupa ese cargo desde agosto 2022 cuando Massa la nombró al asumir en el Palacio de Hacienda, hasta entonces se desempeñaba como secretaria de Minería y Energía del Gobierno de Salta- cuenta el impacto que tendrá en las cuentas del país la puesta en marcha del Gasoducto NK.

La inauguración reunirá a la cúpula del frente Unión por la Patria que integran el presidente, Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y Sergio Massa

Para su inauguración se dará cita este domingo 9 de julio, a las 15, en Salliqueló la cúpula del frente oficialista Unión por la Patria que integran el presidente, Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y Massa. Será la primera foto juntos después de mucho tiempo y, puntualmente, desde que se anunció la fórmula de unidad que consensuaron para las PASO del 13 de agosto.

Casi un mes antes de ese encuentro de los ciudadanos con las urnas, el Gasoducto NK está listo. La secretaria de Energía, Royón, cuenta a cronica.com.ar porqué se trata de una obra bisagra en la historia del país y cambiar su matriz productiva.

– Usted viene marcando que con la puesta en funcionamiento del Gasoducto NK, “el sector energético se va a consolidar como el segundo generador de divisas” después del campo. ¿Cómo se daría ese proceso?

– Esta obra consolida al energético como un segundo sector capaz de generar las divisas necesarias para el crecimiento de la economía. Contar con la infraestructura de transporte que brinda el Gasoducto NK va a posibilitar el incremento de la producción de gas no convencional de Vaca Muerta, y también del crudo. Esto va a cambiar la balanza energética de manera radical: vamos a pasar de un déficit de 4.500 millones de dólares en el 2022 a generar un superávit de 18.000 millones de dólares hacia el 2030. Este año ya comenzó a bajar este saldo, esperamos cerrar en equilibrio y el año que viene ya debería ser positiva.

– ¿La Argentina dejaría de comprarle gas a otros países?

– Con esta obra y las proyectadas en lo inmediato la Argentina ya no tendrá necesidad de importar gas desde Bolivia ni Gas Natural Licuado (GNL), lo que nos volverá un país con autonomía energética. Al garantizarnos el autoabastecimiento energético, por la vía de la expansión de la infraestructura de transporte asociada al incremento de la inversión y la producción en hidrocarburos, nos garantizamos precios que favorecen la competitividad de la industria nacional, posibilita el desarrollo y nos robustecen ante eventuales crisis internacionales.

-¿Significaría no depender más completamente de los dólares del campo?

-Al modificar la balanza energética, la inversión pública –no el gasto- apuntala la posición macroeconómica de la Argentina al diversificar nuestras exportaciones, evitando depender únicamente del sector agropecuario como gran generador de divisas y, por ende, hacer más robusta nuestra posición generadora de divisas.

– ¿Cómo va a impactar la finalización del Gasoducto NK para los usuarios de gas?

– Para el conjunto de los argentinos el Gasoducto NK tiene un doble impacto macroeconómico, en ahorro y en generación de divisas. De esta forma el sector energético, a través de la iniciativa del Estado y la cooperación con el sector privado, es parte sustancial de la solución de los problemas macroeconómicos que afronta el país. Además, el gasoducto significa menos gasto y más orden fiscal, impacta en la reducción del volumen de los subsidios energéticos en forma convergente con la visión que el ministro Massa plasmó en el esquema de la segmentación por ingresos. Es decir, hay un ahorro en subsidios, al tener gas mucho más barato es menor lo que el Estado debe erogar para sostener los subsidios.

– ¿Algo similar ocurriría con las industrias?

– Para la industria es la garantía de acceso al insumo gasífero a un precio mucho más competitivo. En definitiva, es una obra que significa trabajo y desarrollo en hidrocarburos y petroquímica, además de fertilizantes y plantas de GNL. Primero, es un vector de crecimiento en todo lo relacionado con el circuito de agregado de valor al gas, pero, en segundo lugar, también es una posibilidad para el conjunto de la industria. También significa energía eléctrica más accesible, sustituyendo generación a partir de combustibles líquidos y gas importado, por generación con gas argentino más barato.

– Sobre el camino que hizo el Gobierno para llegar a la puesta en marcha del Gasoducto NK, ¿Es cierto que afrontó trabas del FMI y que terminó la obra en menos tiempo del proyectado?

– Es verdad. Por eso, la firme decisión del ministro Massa fue clave a la hora de poder llevar a cabo este gasoducto. Por supuesto también contamos con el liderazgo de la empresa estatal ENARSA y con las contratistas argentinas que estuvieron a la altura de las circunstancias en la ejecución. La combinación de todo este esfuerzo conjunto logró que la Primera Etapa haya sido finalizada en un tiempo récord para obras de esta escala: se terminó en diez meses cuando algunos sectores lo estimaban en dos años.

– ¿Y sobre las presiones del FMI?

– El ministro Massa planteó desde el primer momento al Gasoducto NK no como un gasto sino como una inversión en obra pública que se recupera en lo inmediato. Para comprobar esto basta señalar que su construcción tuvo un costo aproximado de 2.500 millones de dólares y solo este año implicará ahorros en importación que estarán entre los 1.700 y 2.000 millones de dólares, mientras que esa cifra será de 4.000 millones en 2024.

– En términos políticos, este domingo en Salliqueló va a ser el primer acto de toda la cúpula de Unión por la Patria desde que se anunció la fórmula Massa – Rossi, ¿por qué se logra para este momento?

– Es un momento sin duda muy importante. Al fortalecimiento de esa unidad contribuyó muchísimo la impronta que le dio a la gestión el arribo de Sergio Massa (al ministerio de Economía), con su capacidad de trabajo para construir orden político. Lo que representa el ministro, desde la línea de trabajo que nos indica todos los días, es que hay dos posturas de gobierno: está la que considera a la obra pública, a obras tan importantes como este gasoducto, un gasto a suprimir; en cambio, nosotros trabajamos desde la otra visión, la que protege la actividad económica y con ellos a las y los trabajadores. Por eso, desde nuestra visión, el gasoducto no es un gasto sino una inversión para garantizar el crecimiento y la calidad de vida en nuestro país.

– Inaugurada la primera etapa del Gasoducto NK, ¿cómo sigue la planificación para facilitar el transporte de gas?

– En lo inmediato, tras completar el primer tramo del Gasoducto NK, estamos trabajando en la licitación de la reversión del Gasoducto Norte y en la Segunda Etapa del Gasoducto NK. A través de la reversión del Norte vamos a poder exportar hacia el norte de Chile y, en un futuro, poder venderle gas a Brasil utilizando para ello el ducto que la Argentina ya tiene con Bolivia. A su vez, con la Segunda Etapa concluida se abrirán nuevas oportunidades de exportación a Brasil y Uruguay. Y por supuesto, con un mercado interno abastecido queremos pensar en grande, exportar al mundo. Por eso eviamos la ley de Gas Natural Licuado (GNL) al Congreso de la Nación, porque tenemos los recursos para la instalación de proyectos como estos, y de fertilizantes en nuestro país.

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