La obtención del voto femenino suele asociarse a una conquista del peronismo, con Evita a la cabeza. Y, aunque tuvo un papel fundamental en esta lucha, lo cierto es que este derecho se conquistó luego de una extensa lucha de militantes socialistas y feministas en nuestro país y en el mundo.

 

Eva, en el año 1951 estaba internada en el Policlínico Presidente Perón, había sido operada tras detectársele cáncer de útero.

 

 

El domingo 11 de noviembre de 1951, a las 11 horas llegó la urna que había llevado la presidenta de mesa, un fiscal peronista, otro radical, escoltados por dos policías, para que Evita pudiera emitir su voto.

 

“Ya voté” le dijo a Perón, que había votado a las 8 de la mañana, cuando éste entró a la habitación y lloraron juntos.

 

La Ley 13.010 de sufragio femenino fue sancionada el 9 de septiembre de 1947 y se aplicó por primera vez en las elecciones presidenciales de 1951.

 

El derecho de las mujeres a elegir y ser elegidas para todos los cargos políticos nacionales fue el cierre de una lucha de años que dividió a la sociedad argentina.

 

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