Por Hugo Ferrer

En su libro “Cien veces me quisieron matar”, Héctor Ricardo García hizo conocer su historia oficial. Escrita en una Olivetti con sus teclas negras gastadas, relató su vida desde el corazón. García siempre tuvo la obsesión de tener su diario.

Su historia en los canales de televisión hasta la creación de Crónica TV, que va rumbo a celebrar sus 30 años el 3 de enero de 2024. Fue el dueño de la primera empresa multimedios del país (cuando esa palabra
ni siquiera se conocía).

Se enfrentó con todos los gobiernos de turno. Sufrió censura, clausura y fue secuestrado por el ERP. Sin pudor, recorrió el mundo de la farándula. Desde sus inicios como canillita y fotógrafo a crear un emporio periodístico.

Pasaron 60 años y Crónica sigue siendo una marca indeleble, emblemática y reconocida.

“Así nació Crónica”

“En 1962 fui a Chile a cubrir el Mundial de Fútbol. Los diarios chilenos durante ‘su’ mundial eran el mejor reflejo del periodismo popular que siempre me gustó.

Cuando volví a la redacción de ‘Así’ y ‘Así es Boca’, en el noveno piso del edificio de departamentos de la avenida Corrientes 1585, armé una presunta tapa de un supuesto diario, con títulos y fotos de Chile, y la pegué en una pared de mi oficina. Cuando alguien me preguntaba qué era, respondía: ‘Mi próximo diario’. Muchos reían; quienes confiaban en mí, pensaban que podía ser un proyecto serio.

CRÓNICA INAUGURÓ LA ROTATIVA. El 30 de noviembre de 1970 se inauguró la nueva rotativa en el edificio de Garay y Azopardo. Héctor Ricardo García recibió a los invitados. Entre ellos, Palito Ortega, la gran estrella musical de la época.

“Durante todo 1962 y comienzos del 63 tuve en mente lo que sería ‘Crónica’. Cada minuto libre pensaba en el proyecto, cómo encararlo, dónde concretarlo gráficamente, con quiénes de las redacciones de las dos revistas podía contar, etc.

“Chile, Perú, Brasil, Venezuela, entre otros países que transité cámara en mano, tenían, y tienen, diarios distintos a los de la Argentina. El ‘cóctel’ de diarios sudamericanos continuó formando en mi mente el que pensaba que tendría éxito en Buenos Aires. Todas esas observaciones las retuve durante años, para ir armando el estilo de lo que sería luego ‘Crónica’. Fue entonces que recordé la ‘Crónica’ de Lima, Perú, y ya próximo a editarse, logré la marca, que poseía un señor de la ciudad de La Plata.

CRÓNICA INAUGURÓ LA ROTATIVA. El 30 de noviembre de 1970 se inauguró la nueva rotativa en el edificio de Garay y Azopardo. Héctor Ricardo García recibió a los invitados. Entre ellos, Palito Ortega, la gran estrella musical de la época.

“El lunes 29 de julio de 1963, a las cuatro de la tarde, vio la luz mi diario, que salía a enfrentar en muy adversas condiciones competitivas, a ‘La Razón’, que era el más sólido, entre otros diarios como ‘Crítica’, ‘Correo de la Tarde’, ‘Noticias Gráficas’ y ‘El Siglo’. La primera edición apenas si vendió 5.000 ejemplares”.

De la bicicleta a las ventas falsas

“Por razones técnicas y para no arriesgar demasiado, sólo comencé editando una única edición, la quinta. Con el correr de los días, todo fue mejorando: se adelantaba material la noche anterior y se mejoró el traslado de los originales desde la redacción hasta Cogtal, en Rivadavia 767: los primeros envíos se hacían en bicicleta.

“En la décima edición el distribuidor ya nos liquidaba una falsa venta de aproximadamente 10.000 ejemplares, lo que me satisfacía. Y digo una falsa venta, pues cuando pasó el tiempo y “Crónica” creció realmente en circulación, el distribuidor José Ayerbe me llevó hasta su depósito y mostró decenas de miles de ejemplares que no se habían vendido. Lo hizo “para darme entusiasmo”.

“Pero lo real es que a los 45 días “Crónica” vendía 60.000 ejemplares. Sin la ayudita de Ayerbe, y ya en el mercado de los vespertinos, se hablaba del cierre de “Noticias Gráficas” y “Crítica”, que realmente sucedieron.

Policiales y picardía

“El caso Penjerek” primero y un concurso de la firma “Pepsi Cola” con grandes premios, consistente en responder 100 preguntas, después, fueron dos temas que apuntalaron el éxito ni bien salimos que provocó un crecimiento en la circulación a cifras asombrosas: más de 50.000 ejemplares. En octubre, a tres meses de haber aparecido, todo era chico: la redacción, ya poblada por muchos más periodistas, los servicios informativos, el taller, el archivo, el laboratorio fotográfico.  Así surgió la posibilidad de comprar el viejo edificio de “Noticias Gráficas”, en la calle Riobamba 280, que estaba abandonado,

El viernes 8 de noviembre de 1963 editamos el primer ejemplar en la nueva planta, que aún continuaba siendo reconstruida para su mejor uso.  Ya había adquirido los Jepps para la movilidad de reporteros y fotógrafos.

En enero, el tiraje se aproximaba a los 150.000 ejemplares, entre las dos ediciones, y la competencia era sólo con “La Razón”, ya que “Crónica” había eliminado de la circulación a sus colegas.

Enviados especiales y avión propio

Su estilo en la década del 60 – actualmente copiado por casi toda la prensa argentina – estuvo coronado de éxitos resonantes. Pero no sólo informativos, sino humanos y técnicos. Fuimos los primeros en mandar enviados especiales a cualquier evento en que participara un argentino  en el exterior. Y comenzamos a enviar un avión especial -por entonces alquilado – a Rosario para publicar en la sexta edición de los domingos las imágenes de los partidos que se jugaban en aquella ciudad a los pocos minutos del final, en una época en que no había otra forma de obtenerlas. Ya en 1964 teníamos nuestro primer avión, un “Cessna” que hizo historia, volando por todo el país y aterrizando en los lugares más insólitos.

En 1965 adquirí a la “Editorial Abril”,  el terreno donde está ubicado nuestro actual edificio, en Azopardo y Garay.

“ASÍ LO SOÑE”. Héctor Ricardo García con la tapa del diario de su cobertura histórica cuando aterrizó en Malvinas, junto al piloto Miguel Fitzgerald. Protagonista y creador, un adelantado del periodismo, dejó una huella imborrable.

En 1968 compré en Nueva York una rotativa “Goss”. El 30 de noviembre de 1970 quedó inaugurada en una ceremonia en la que estuvo desde el presidente de la Nación de entonces, el general Marcelo Levingston, muchos famosos: Oscar Alende, Palito Ortega, Goar Mestre, Alvaro Alsogaray, Federico Luppi, Raúl Matera, Alejandro Romay, Mirtha Legrand, Manuel Raimundes, David Stivel, Alfredo Gómez Morales, Rodolfo Baltiérrez, por nombrar algunos. Casi todos mis colegas omitieron el hecho. Decían que yo era “la oveja negra del periodismo nacional”.

EL REPORTAJE EXCLUSIVO A PERÓN

“En enero de 1964, cuando ya estábamos consolidados como el auténtico gran diario argentino, Juan Domingo Perón, padeció una enfermedad de próstata y debió ser operado el lunes 20 en Madrid, donde residía. Entendí que era una gran noticia  y decidí viajar. Era el primer reportaje a Perón hecho por un argentino fuera del país. Por mi insistencia, accedí a verlo.  Su esposa Isabelita se empeñaba en arreglarle el cuello de la bata para las fotos.  La “Rollyflex” disparó 24 veces capturando otras.

–      General, le puedo sacar una leyendo el diario?

–      Sí, cómo no…

CRÓNICA CON PERÓN. Nota exclusiva en Madrid. García entrevistó y le hizo las fotos al ex presidente recién operado. Fue la tapa del 31 de enero de 1964, cuyo título principal fue Tragedia en paso a nivel: 20 muertos.

Tomó en sus manos “Crónica” que, en su tapa, informa con gran título: “Operaron a Perón”. Saqué esa foto, periodísticamente valiosa para el diario, ya que confirmaba la exclusiva Luego hablamos.

Fue conmocionante. La edición, como la sexta, se agotó en minutos, y el tiraje no fue superior pues las rotativas decían “basta”. Los demás diarios desaparecían, arrollados por “Crónica”.  El nacimiento de “Crónica” provocó la primera agonía de La Razón.

Y así como fui a Madrid a entrevistar, por primera vez para el periodismo argentino, a Juan Perón, incursioné en Bolivia, en 1967, en busca de Ernesto “Che” Guevara y logré dar a la luz el apoyo militar que el ejército de aquel país recibía de la Argentina.”

LAS TAPAS QUE VENDIERON MÁS DE UN MILLÓN DE EJEMPLARES

En la década del 70, “Crónica” ya era el diario de mayor venta en el mundo de habla castellana. El crecimiento fue permanente, convirtiéndose en el de mayor venta del país, con casi 700.000 ejemplares por día.

SUSANA, MONZÓN Y LA SELECCIÓN. Las dos tapas que vendieron más de un millón de ejemplares. El 30 de octubre de 1974 y el 26 de junio de 1978. Espectáculos y deportes. Primicias y despliegue periodístico, siempre. A lo Crónica, como ayer, hoy y siempre.

En dos oportunidades superó el millón de ejemplares.

En las ediciones vespertinas del miércoles 30 de octubre de 1974 pusimos en tapa un gran título: “Monzón y Susana se fueron juntos” y la gran novedad (él era casado) estaba ilustrada con dos fotografías a gran tamaño que los mostraba en el Aeropuerto de Ezeiza.

Las ediciones de ese día alcanzaron un tiraje de 1.023.478. La segunda vez que “Crónica” superó el millón de ejemplares, fue con las ediciones del lunes 26 de junio de 1978, horas después que Argentina se consagró campeón del mundo. La tirada llegó a 1.057.858.

EL RECUERDO DEL PRIMER ANIVERSARIO

LA TAPA DEL ANIVERSARIO. El 29 de julio de 1964 hubo un suplemento especial. Agradecimiento a los lectores. “Hace un año que estamos en sus manos. ¿Advirtió usted que ya hace un año que nos adoptó?”

Miércoles 29 de julio de 1964. Hace un año que estamos en sus manos. ¿Advirtió usted que ya hace un año que nos adoptó? Un año, y somos amigos de toda una vida. Hoy le vamos a hablar,  de esa amistad, de lo que hemos hecho, modesta y orgullosamente a la vez, por acrisolar nuestra vinculación con el pueblo.

ASÍ FESTEJÓ CRONICA LOS 10 AÑOS, EN 1973

EL FESTEJO DE LOS 10 AÑOS. Un texto emblemático para recordar. Fue así que con el diario Crónica nació un nuevo periodismo: con el tiempo, hizo escuela.

El 29 de julio de hace diez años fue lunes. Pasadas las cuatro de la tarde, los porteños comenzaron a escuchar un nuevo pregón que luego se convertiría en el más popular del país: el de Crónica. Había nacido un diario. Y aparecía para interpretar a un pueblo que buscaba su vocero. Quienes lo habían fundado conocían todos los problemas que se enfrentarían: desde los técnicos hasta los competitivos. Lanzaban a la calle, con precarios medios, un diario que debía enfrentar a los tradicionales del periodismo argentino, que jerarquizaban al periodismo del país. Pero Crónica necesitaba, para imponerse, cambiar los esquemas. Lo intentó, y lo logró. Fue así que con el diario nació un nuevo periodismo. Que con el tiempo, hizo escuela. Fueron nuestros hombres los primeros que comenzaron a cruzar las fronteras del país para ver con ojos argentinos. lo que ocurría lejos de nuestra Patria con nuestros compatriotas. Nacían así, con asiduidad, los enviados especiales. Que siguieron a Independiente, a Bonavena, a Racing, a Peralta, que estuvieron en Japón en los Juegos Olímpicos o en las Naciones Unidas cuando era necesario saber realmente qué era lo que acontecia. Crónica se convertía, a la vez, en el primer diario vespertino con un servicio permanente de radiofotos que le permitió brindar imágenes del acontecer mundial en pocos minutos. El deporte, el cine, el teatro, la televisión y la radio tuvieron las primeras secciones de importancia. Los cambios fueron fundamentales: desde una historieta diaria en la tapa (nuestra querida “Lolita”) hasta el editorial agudo y argentino cuando fue necesario defender lo nuestro. Y nos convertimos en el primer diario con una flota de aviones propia. Con uno de ellos llegamos a las Malvinas. Y el único con tres ediciones diarias. Usted, que nos nutrió con su solidaridad para que siguiéramos creciendo, hizo posible que eleváramos en el corazón de la ciudad un edificio modelo, orgullo del periodismo americano, en el que con las más modernas rotativas se imprime éste, que es su compañero de todos los días. Hoy, convertido en el diario de mayor venta en el mundo de habla castellana, apagamos las primeras diez velitas Y lo queremos hacer en su compañía. Porque usted nos llevó de la mano cuando un lunes de hace diez años comenzamos a transitar las calles de Buenos Aires. Ahora ya andamos solos. Nos pusimos los pantalones largos. ¡Gracias! ¡Mil veces gracias en nombre de aquellos ilusionados periodistas que, hace diez años, vieron nacer este diario!

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