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Durante fines de octubre y principios de noviembre, se recomienda no entregar animales de pelaje negro. ¿Cuál es el motivo de esta pedido y porque se realiza en estas fechas?

José Humberto Miceli, licenciado en Antropología Cultural, lidera un equipo de estudio e investigación sobre Crímenes Rituales de Culto y Sectas Criminales habló sobre esto y mucho más en comunicación con el programa de radio “Es Todo un Tema” que se emite por FM Láser de Río Gallegos 92.9 y Radio LU12 AM680. La cronología en tanto a las fechas no es casualidad, el 31 de octubre se celebra Halloween o Noche de Brujas, mientras que el primero y segundo de noviembre el Día de Los Muertos en México.

“Este pedido se da mas que nada para tener cautela. En estas fechas hay personas que bajo la pantalla de querer adoptar gatos o perros de pelaje oscuro, los utiliza en sacrificios ceremoniales. En todo sacrificio de este estilo el animal queda sometido a un tratamiento durísimo y un suplicio muy grande”, confirmó el antropólogo. Además, mencionó que a su vez, quienes realizan estas practicas consideran que en el padecimiento de estos animales está la carga del ritual. Río Gallegos, no es una excepción de estas practicas.

En fechas cercanas al 31 de octubre es que se piden en adopción animales con estas características. Se realiza esta advertencia para evitar que a los animales se los someta a estos tratamientos indebidos, “una cosa es adoptar un animal para tenerlo en familia y otra para usarlo como ofrenda a ciertas deidades consideradas crueles”, dice Humberto que hace varias décadas viene trabajando contra crímenes rituales de culto y sectas criminales, en todo Sudamérica.

El trabajo del equipo que lidera Humberto vio todo tipo de hechos: “nosotros hemos encontrado en Corrientes, perros con la piel fuera, es lamentable, es un animal que habla con la mirada, pidiendo socorro”. Es por casos como éste que se pide poner en difusión y se alerta a la población para que intente diferenciar una cosa de la otra, “de aquel que adopta porque quiere una mascota al que quiere hacer algo que le produzca daño al animal. Hemos logrado descubrir, que hay gente que se dedica a tener hospedajes de animales donde detrás, personas lo utilizan como un mercado“.

La importancia del pelaje negro en los animales para los rituales

Miceli comenta que el color negro representa, “las tinieblas, la oscuridad, el mundo del mal, de la magia negra o la nigromancia“. Esto es lo que provoca que cobre valor la pigmentación de los animales, ya que conlleva un significado mágico religioso, el de la malignidad.

El aumento en la búsqueda de animales de estas características viene de la mano del crecimiento de estas prácticas, dado que “hay una desacralización”. “Se viene generando un vacío de religiosidad en la sociedad y hay que tener mucho cuidado”, advierte Humberto, ya que este vacío es luego ocupado por otras creencias.

Antecedentes de rituales de esta índole existen hace siglos. Uno podría creer que con el tiempo y el flujo de información acerca de la peligrosidad, las practicas disminuirían, algo que descarta el licenciado. Los sistemas de comunicación masiva, pese a informar sobre el trasfondo negativo, sirven a su vez como herramientas de difusión para quienes son “frágiles de mente y tienen un vacío de religiosidad”, como advertía Miceli.

La región del norte argentino es donde son más comunes este tipo de practicas. El caso de Ramoncito, el niño de 12 años a quien quemaron con cigarrillos, le arrancaron el cuero cabelludo y degollaron, es un triste ejemplo.

El fenómeno está presente en todo el país aunque en distintas etapas, según el antropólogo. “Nosotros recién estamos raspando la superficie, estamos estudiando al fenómeno con muchas dificultades. Pero hasta en Tierra del Fuego hay datos de nuevos cultos que se dan por procesos migratorios, de personas que van del norte hacia el sur“. La gente que se traslada desde regiones donde son mas comunes estas ideas, no solo lleva consigo una valija de pertenencias, sino también una de creencias.

El equipo de estudio e investigación sobre crímenes rituales de culto y sectas criminales, que lidera Humberto Miceli, encuentra varias dificultades en sus investigaciones. “Nosotros sabemos que no vamos a ver a Lucifer, pero la gente que cree en esto, sí. Están convencidos“, cuenta el investigador quien asegura que combaten contra la magia que “está en todo, la magia maligna, nigromántica, donde se trabaja con muertos, con restos cadavéricos”, en conjunto con el poder de la ley, porque su equipo trabaja con la fuerza policial y el poder judicial, brindándoles capacitaciones y artículos para prevenir.

¿Existe algún tipo de temor al enfrentar a las personas que hacen rituales?

Si, pero cuando uno por ejemplo ve a un niño totalmente descuartizado, ese escalofrío se vuelve tibio. A uno lo anima a seguir, el hecho de poder evitar que tanto niños como adolescentes sufran este tipo de cosas. Hay una convicción hacia el bien moral que no podemos descuidar“.

Acerca del miedo que puede rondar en su equipo al verse involucrados con practicantes de la magia negra, Humberto cuenta que en ocasiones, “hubo miembros que se han retirado por temor a este tipo de cosas. A veces llega un momento en el que la mente humana trastabilla frente a estas creencias si no se tienen las convicciones muy claras”.

“Yo por mi lado, tengo claro y se discriminar una cosa de la otra, pero estoy convencido de que esto es algo que existe en la mente de muchas personas. Esto no tiene que ver con gente que es inculta, esto es transversal a todas las clases sociales. He visto gente concurrir a actos de esta naturaleza, que tienen por ejemplo un titulo de abogado o médico“, cuenta el antropólogo. Lo que para muchos puede parecer increíble, en el campo de las creencias no lo es. La mente humana funciona de esa forma.

Finaliza el licenciado aclarando acerca de las consecuencias que puede conllevar enfrentar sujetos afines a estas practicas: “yo tengo claro, por mas que agarren un muñeco vudú y me pongan agujas en los ojos o el corazón para producirme dolor, yo sé que a mi o la gente que trabaja contra este tipo de cosas no nos hace nada, pero porque estamos condicionados en creer una línea de protección. Alguien tiene que luchar contra esto y lamentablemente somos muy pocos los que quedamos“.

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