El pasado miércoles, el Ministerio Público Fiscal de la provincia de Neuquén, imputó formalmente a Jorge Antonio Lagos, de 55 años, en el marco del doble femicidio de su ex pareja, Norma Beatriz Morales y la hija, Luz de los Milagros Prieto.

A la mujer de 58 años la apuñaló al menos 50 veces, desmembró su cuerpo y descartó los restos en medio de un descampado. A la más joven la golpeó salvajemente, la violó y luego le propinó dos puñaladas.

Ambos delitos tuvieron lugar el sábado, en una casa ubicada en el barrio Los Hornitos, al oeste de la capital de la provincia patagónica.

Jorge Antonio Lagos

Según indicaron fuentes, todo comenzó en horas de la madrugada, cuando Lagos habría ingresado a la habitación de Luz, golpeándola en la cabeza para luego someterla y violarla. A raíz de los ruidos, su madre Norma se acercó al cuarto, donde quiso intervenir para evitar el abuso, pero fue asesinada por el hombre.

Eugenia Titanti, fiscal del caso, sostuvo durante la audiencia que Lagos primero asesino a la joven de 20 años y luego realizó lo mismo con Morales,  El reporte de autopsia hizo especial énfasis en la fuerza con la que Lagos apuñaló a quien hasta hace poco era su hijastra. El arma provocó lesiones en varios órganos y ocasionó una hemorragia masiva.

Norma fue apuñalada al menos 50 veces y, en búsqueda de ocultar el crimen, mutiló el cadáver en su totalidad, trasladando los restos hasta una zona industrial en la localidad de Plottier. La Policía descubrió que el cuerpo había sido cortado en tres partes, para luego ser esparcido. La cabeza se encontraba en una bolsa, mientras que el torso y las piernas se encontraban al descubierto.

La casa donde ocurrió el doble crimen.

Por el lado del cuerpo de Luz, los forenses encontraron múltiples golpes a lo largo de todo el cuerpo, principalmente en el rostro y cuello, dando referencia a un presunto aplastamiento y sujeción del cuello.  “Los estudios revelaron que la hija tiene lesiones en la zona genital previas a la muerte. Luz es asesinada y luego la señora”, aseguró un investigador. Aún restan estudios para poder ratificar los abusos en su totalidad.

 

Los peritos revelaron que cuatro de los cuchillazos provocaron la muerte de la mujer de 58 años por “un shock hemorrágico producido por lesión vascular y cardíaca”. En su cuerpo también se encontraron restos de semen, aunque sin lesiones compatibles con un ataque sexual.

Leé más notas de La Opinión Austral