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A una semana de la paliza electoral recibida en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno muestra que ha entendido que la derrota en las urnas se ha debido principalmente a una mala comunicación, errores en el armado político y al aparato peronista.

Hasta allí llegó la autocrítica anunciada por Javier Milei en la noche del domingo.

¿Cambios tras la derrota y la proclamada autocrítica? Se crearon dos mesas políticas presididas por el propio Javier Milei. Un secretario del Interior fue promovido a ministro. Se llamó a un diálogo con los gobernadores y solo se logró una foto con tres incondicionales -sí, tres, un número que irónicamente se repite-. Se vetaron leyes promovidas por el Congreso por amplia mayoría. Se ratificaron nombres cuestionados por los mismos militantes libertarios. Se ratificó que Karina Milei es “el jefe”. Y, principalmente, se anunció que la política económica no solo se mantendrá sin cambios sino que se profundizará.

Para el Gobierno, la economía marcha muy bien y no hay motivos para el descontento social.

Es más Milei aseguró que “se sacó a 12 millones de personas de la pobreza”. Lo que fue ratificado por el vocero Manuel Adorni, que habló de una pobreza reducida “en veinte puntos”.

No se explica cómo se hacen esas cuentas. Quizá las hacen aquellos para los cuales con dos millones de pesos de ingresos una familia no es pobre. La respuesta de las urnas señala que esos sectores humildes no ven lo mismo que el Gobierno. Tanto en las elecciones porteñas como en las bonaerenses, el oficialismo cayó derrotado en los distritos populares.

Más bien, más que ascenso social se ve una caída. Aumenta por goteo una clase media empobrecida. Distintos informes dan cuenta de un récord de morosidad, porque cada vez más familias acumulan deudas en expensas, colegios, créditos y servicios.

Aunque la inflación es claramente menor a la que dejó el gobierno de Alberto Fernández y se estabilizó en torno a 2% mensual, el poder adquisitivo no aumenta y las cuentas de las familias lo empiezan a sentir. Esto se ve en atrasos en los pagos más diversos.

Los últimos informes de las entidades empresarias confirman esta señal de peligro. Para Came, el consumo bajó más de dos puntos en agosto pasado. Los industriales agrupados en la UIA dan cuenta de una situación empresaria angustiante, con baja en las ventas, despidos y suspensiones de personal, deudas que se acumulan y la imposibilidad de acceder a créditos por los últimos aumentos de las tasas de interés.

La anunciada autocrítica tras la derrota electoral no toca este tema.

“Es cierto que no tiene que haber déficit fiscal, pero tampoco déficit social”, advirtieron desde Córdoba los poderosos gobernadores aglutinados en Provincias Unidas. Este es un nuevo frente que electoralmente apunta darle un gran dolor de cabeza al Gobierno nacional en los comicios de octubre, especialmente en provincias donde en 2023 se hizo fuerte, como Córdoba y Santa Fe. Son gobernadores fuertes que, hasta el momento, han rechazado el llamado a reunirse que ha hecho Milei.

“Si nos llaman para la foto, que usen la del Pacto de Mayo”, le advirtieron al Presidente.

La mentada autocrítica tampoco llega a la relación del Gobierno con el Congreso. Para Milei y sus voceros, el Poder Legislativo es parte fundamental de una avanzada desestabilizadora que busca que el Gobierno no llegue al 2027. “La culpa es del peronismo, que cuando está en la oposición no deja gobernar”, insisten los voceros oficialistas.

Una muestra de esta avanzada desestabilizadora es el rechazo al veto de la ley de discapacidad que Milei, en una extraña interpretación de la Constitución, no piensa promulgar.

También se vienen posibles rechazos a los vetos a la ley de emergencia pediátrica -que incluye al Hospital Garrahan- y a la de financiamiento universitario. Ambos temas calentaron la calle. Para este miércoles se espera una verdadera multitud frente al Congreso en rechazo a estos vetos presidenciales.

En el análisis que el Gobierno hace de la paliza electoral en territorio bonaerense tampoco se menciona las denuncias por corrupción que salpican y mucho a la Casa Rosada. Las denuncias en el caso ANDIS pegaron fuerte y con cada paso que avanza la causa judicial va creciendo la idea de que los audios de Diego Spagnuolo son veraces. Más allá de los caminos y tiempos de los tribunales, la sospecha de “Karina coimera” ya se ha hecho creíble en una gran parte de la sociedad. Esa frase es más que una canción que resuena en las marchas.

Esto se ve también en el exterior y lo muestra no solo la caída de las acciones y bonos argentinos en Wall Street. Según el Financial Times, Javier Milei enfrenta “la crisis más grande” de su presidencia. El influyente diario británico enumera problemas políticos y económicos, incluye críticas locales al rol de Karina Milei y las dificultades del gobierno para hacer acuerdos.

Todas estas cosas que se enumeran en esta columna, desde el Gobierno no las ven.

La derrota se debió a que no se comunicó bien que el fuerte ajuste trae “recompensas”, como se señaló en un comunicado de la recientemente formada “mesa bonaerense”.

En la noche de este lunes, Javier Milei utilizará la cadena nacional para explicar el presupuesto para el 2026. Definirá en qué se utilizarán los fondos públicos y en qué se seguirá ajustando.

¿Qué verá el Presidente?

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