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Con la llegada del invierno, Argentina se prepara para enfrentar una ola polar de gran magnitud. Según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), una masa de aire de origen polar ingresará al país este sábado 21 de junio, provocando un drástico descenso térmico que impactará primero en la Patagonia y luego se extenderá hacia el centro y norte del país.

Ingreso polar: cómo se desarrollará el fenómeno

De acuerdo a lo informado por Cindy Fernández, comunicadora meteorológica del SMN, el frente frío ingresará durante la jornada del sábado por el sur argentino, con vientos del sector sur que se intensificarán progresivamente. “Este ingreso de aire frío va a afectar gran parte de la Patagonia, con temperaturas mínimas que pueden llegar hasta los 10 grados bajo cero, y en zonas altas incluso superarlos”, explicó.

Además, este sistema traerá consigo importantes nevadas en buena parte del territorio patagónico y de la meseta, lo que representa riesgo de acumulación de nieve en rutas y localidades cordilleranas.

El frío avanza hacia el centro del país

A medida que transcurra el domingo, el aire polar continuará su desplazamiento hacia el centro del país, abarcando regiones como Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y San Luis. Allí, las temperaturas máximas no superarían los 8 a 10 grados, mientras que la sensación térmica se mantendrá muy por debajo de esos valores debido a los vientos intensos.

También se prevén nevadas en zonas serranas del centro del país, especialmente en sectores elevados de Córdoba, San Luis y el sur bonaerense. Este fenómeno es inusual y confirma que el invierno llega con fuerza este año.

Heladas intensas y temperaturas bajo cero el lunes

Para la mañana del lunes 23 de junio, el panorama será aún más riguroso. La combinación del ingreso polar con fuertes ráfagas de viento sur provocará temperaturas bajo cero y heladas generalizadas en toda la región central.

“Va a ser un amanecer muy frío en toda la zona central del país. En muchas localidades se esperan heladas intensas y mínimas bajo cero”, remarcó Fernández. Incluso las máximas del lunes seguirán siendo muy bajas, sin superar los 10 grados en gran parte del territorio.

Norte argentino: también bajo cero

Aunque con menor intensidad, el aire polar también alcanzará al norte del país entre lunes y martes. Las provincias del NOA y NEA experimentarán temperaturas mínimas excepcionalmente bajas para la época y heladas matinales en varias localidades.

Zonas del noroeste argentino, como Salta, Jujuy y Tucumán, podrían registrar nevadas en sectores altos, un fenómeno poco frecuente pero no imposible cuando masas de aire polar alcanzan esa latitud.

Recomendaciones del SMN para el fin de semana

Desde el Servicio Meteorológico Nacional instan a extremar los cuidados ante las bajas temperaturas. Se recomienda:

El SMN recuerda que esta masa de aire frío es parte de un fenómeno extenso y persistente, por lo que el frío se mantendrá varios días. La llegada del invierno, esta vez, no se hará esperar.

Por qué sentimos más frío cuando hay viento

Durante los días fríos de invierno, muchas personas sienten que el clima es aún más crudo cuando hay viento. Esa percepción es totalmente real: el viento provoca una pérdida de calor más rápida en el cuerpo humano, lo que se traduce en una sensación térmica más baja que la temperatura ambiente.

La explicación es física y biológica. El cuerpo humano, al estar expuesto a bajas temperaturas, genera una capa de aire cálido en la superficie de la piel que actúa como una barrera aislante. Sin embargo, cuando el viento se intensifica, barre con esa capa protectora, reemplazándola por aire más frío y renovando continuamente ese intercambio térmico. Como resultado, el calor corporal se disipa más rápido y sentimos más frío.

La ciencia detrás de la sensación térmica

Cuando estamos quietos y no hay viento, nuestro cuerpo irradia calor que se queda alrededor de la piel. Esa capa de aire templado actúa como un abrigo natural. Pero en condiciones ventosas, esa barrera se rompe: el aire en movimiento arrastra ese calor, provocando una disminución acelerada de la temperatura en la piel y en el interior del cuerpo.

Este fenómeno se conoce como sensación térmica o índice de enfriamiento por viento. Aunque el termómetro marque, por ejemplo, 5 °C, si hay viento fuerte, nuestro cuerpo puede sentirlo como si fueran varios grados menos. Cuanto mayor sea la velocidad del viento, mayor será el efecto de enfriamiento.

¿Por qué el cuerpo es tan sensible al frío?

El cuerpo humano tiene una sensibilidad especial a las temperaturas bajas. En la piel hay aproximadamente cinco veces más receptores del frío que del calor, lo que hace que nuestro organismo reaccione rápidamente cuando la temperatura desciende. Las zonas más vulnerables son las que están expuestas o menos irrigadas, como la nariz, las orejas, los dedos y los pies.

En temperaturas muy bajas, especialmente con viento, estas zonas pueden congelarse si no están protegidas. De allí la importancia de usar ropa adecuada, en capas y con tejidos que bloqueen el viento, como camperas térmicas o cortavientos.

Cuidados especiales durante el invierno

No solo las personas deben cuidarse del viento y el frío extremo. Las mascotas también están en riesgo durante los días ventosos y gélidos. El SMN recomienda:

  • Ingresar a los animales al interior del hogar en noches o jornadas muy frías.

  • Si no es posible, proporcionarles un refugio cerrado, seco, aislado del viento y con abrigo.

  • Asegurarse de que siempre tengan agua no congelada disponible para beber.

  • Evitar que duerman en contacto directo con el suelo o superficies metálicas.

Claves para protegerse del viento frío

  • Usar ropa térmica y cortavientos, especialmente en extremidades.

  • Cubrir las zonas más sensibles: cabeza, cuello, manos y pies.

  • Evitar exponerse por tiempos prolongados al aire libre.

  • Consumir comidas calientes e hidratarse correctamente.

El invierno y el viento: una combinación peligrosa

Durante el invierno, el viento puede convertir un día frío en una experiencia mucho más extrema. No es solo una cuestión de percepción: el cuerpo realmente pierde calor más rápido y la temperatura corporal puede descender a niveles peligrosos si no se toman las precauciones necesarias.

Comprender cómo actúa el viento sobre nuestro cuerpo es esencial para cuidarnos durante esta temporada. Consultar las actualizaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y estar atentos a los alertas por bajas temperaturas o vientos fuertes es clave para enfrentar el invierno de forma segura.

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