A partir de este lunes 7 de noviembre las estaciones de servicio no podrán disponer de los carteles de pago electrónico en las columnas, tótems, poste o surtidos de carga de combustibles, en espacios denominados áreas clasificadas.

Así lo dispuso la Secretaría de Energía de la Nación a menos de un año del lanzamiento del sistema de pago de transferencias interoperables a través de teléfonos celulares, con la lectura de Códigos QR. El sistema de pago crece cada vez más. Los datos oficiales del Banco Central muestran que en septiembre pasado hubo un récord, con más de 4,9 millones de transacciones y sigue en aumento.

Las estaciones de servicio de todo el país deberán eliminar el símbolo QR de toda columna, poste, surtidor y cartelería que se encuentre dentro de las áreas clasificadas. Por lo tanto, esos espacios para pago electrónico tendrán que ser reubicados dentro del espacio físico, fuera del área de carga de combustibles.

Al mismo tiempo, exigen que se exhiba otro tipo de cartelería con recomendaciones de seguridad sobre las aplicaciones y uso del pago QR, para evitar accidentes. Cartelería que aun convive con los códigos QR.

Asimismo, en la nota emitida, se hace hincapié en la prohibición del uso de teléfonos celulares durante la carga de combustible, siendo la acción de pago efectuada antes o después de la acción de carga de combustible.

¿Por qué está prohibido usar el celular en las estaciones de servicio? ¿Puede explotar?

En las estaciones de servicio no se puede utilizar el teléfono celular porque, según las petroleras, la radiación electromagnética que emiten podría causar una explosión. Está prohibido realizar o recibir llamadas, enviar mensajes ni navegar en Internet.

 

Por otro lado, todos los fabricantes de celulares recomiendan en los manuales del usuario que sus productos no sean utilizados en “atmósferas potencialmente explosivas”. Algunos mencionan específicamente a las estaciones de servicio, consideradas como un entorno propenso a incendios.

En el caso del iPhone, de Samsung y de Motorola, se menciona específicamente a las estaciones de servicio como entornos peligrosos, en los que el celular no debe ser cargado, ni deben ser atendidas llamadas entrantes y se deben interrumpir las llamadas en curso antes de llegar a los surtidores.

Más allá de esta prohibición, la energía que emiten los dispositivos es mínima (menos de 1 w/cm2). Por eso, los especialistas sostienen que la única manera de que se produzca un incendio por culpa de un celular es a través de una falla en la batería.

La Comisión de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC), el órgano que revisa las normas de seguridad de móviles de telecomunicaciones, sostiene que la prohibición es “exagerada”.

“Los estudios generalmente concluyen que, aunque sea teóricamente posible que una chispa de una batería de teléfono pueda encender el vapor de gas bajo condiciones no muy precisas, no se ha registrado y documentado un incendio donde el móvil haya causado en realidad la explosión”, asegura la FCC.

Por su parte, el Instituto Americano de Petróleos (API) señala que las chispas provocadas por la electricidad en las estaciones de servicio no son un mito, aunque a la vez confiesa que las chances son “muy remotas”.

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