Luego de varios días de estudio, se conoció el origen del brote de neumonía bilateral que ya provocó cuatro muertes y otras siete infecciones en la provincia de Tucumán. La mayoría de los pacientes pertenecen al personal de salud y se encuentran en curso dentro de la clínica Luz Médica en San Miguel de Tucumán.
Una vez finalizados los análisis del laboratorio ANLIS-Malbrán, Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación, informó hoy que “el agente etiológico causante del brote se llama Legionella y es una bacteria que se está tipificando. Es posible que sea una legionella neumófila”.
La funcionaria explicó durante una conferencia de prensa, llevada a cabo en la Casa de Gobierno de Tucumán, que la bacteria “se transmite por vía inhalatoria, a través del agua, en relación a los sistemas de aire acondicionado o distintos tipos de manejo del agua”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, dadas sus siglas en inglés) de Estados Unidos describen que, una vez que la bacteria Legionella crece y se multiplica en el sistema de agua de un edificio, el agua que las contiene puede dispersarse en forma de gotitas lo suficientemente pequeñas como para que las personas las inhalen. Las personas pueden contraer la enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac cuando inhalan las gotitas que contienen las bacterias.

“El agente etiológico causante del brote se llama Legionella y es una bacteria que se está tipificando. Es posible que sea una legionella neumófila”, declaró Vizzoti.
Luego de confirmar el origen de los casos de neumonía bilateral en Tucumán, el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, el doctor Roberto Debbag, declaró: “Habitualmente estos brotes ocurren cuando ocurren por contaminación del agua en los refrigeradores centrales y lo que se produce es la aerolización en los diferentes lugares de un edificio, en este caso la clínica, de agua aerolizada con la bacteria”.
Debbag, amplió: “Una vez que se había descartado COVID-19 o gripe A, todo indicaba que se trataba de Legionella, no existe otra bacteria que produzca este tipo de neumonía bilaterales en el personal sanitario y en pacientes de una institución de salud”.
Ricardo Teijeiro, médico infectólogo describió: “la Legionella es una bacteria que está en lugares húmedos, es muy común que se encuentre en los sistemas de aire acondicionado porque son lugares que condensan agua” y podrían contaminarse “si los filtros no son limpiados frecuentemente como corresponde o no tienen los filtros adecuados”.
el infectólogo explicó: “Por eso es que, si contaminan ese sistema de aire acondicionado, se enferma la gente que estuvo trabajando en ese lugar, en el espacio de ese circuito de aire donde se encuentra el agua contaminada. Pero no puede ir más allá, esto no puede producir una epidemia, se produce un foco local en ese lugar, pero no se contagia habitualmente de persona a persona”.

La clínica Luz Médica, en San Miguel de Tucumán.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las probabilidades de contraer la enfermedad dependen de la concentración de Legionella en la fuente de agua, de la producción y dispersión de aerosoles, de factores relacionados particulares de cada individuo, tales como la edad o afecciones ya existentes, también de la virulencia de la cepa particular de Legionella que se trate.
Las bacterias viven y se desarrollan en medios acuáticos en temperaturas que oscilan entre los 20 °C y los 50 °C. Las bacterias Legionella pueden sobrevivir y proliferar parasitando protozoos libres o mismo dentro de las biopelículas que se forman en los sistemas de agua. Las mismas pueden causar infecciones en células humanas a través de un mecanismo similar al que utilizan para infectar protozoos.
La infección puede producirse también por aspiración de agua o hielo contaminados, principalmente si se trata de pacientes hospitalizados que se encuentren vulnerables, o por exposición del recién nacido durante los partos en el agua. No presenta directa de persona a persona.
¿Cuáles son los síntomas?
Legionelosis es el término genérico que refiere a las formas tanto neumónicas como no neumónicas de la infección por Legionella. Su forma no neumónica (fiebre de Pontiac) es una enfermedad aguda de resolución espontánea la cual se manifiesta con síntomas muy similares a los de la gripe y remite generalmente alrededor de los 2 a 5 días.
La enfermedad del legionario, su forma neumónica, tiene un periodo de incubación de entre 2 a 10 días. Los síntomas iniciales son fiebre, pérdida de apetito, cefalea, malestar general y letargo. Ciertos pacientes también presentan dolor muscular, diarrea y confusión.
La gravedad de la enfermedad parte desde una tos leve hasta una neumonía con desenlace fatal. La muerte se produce debido a la neumonía progresiva acompañada de insuficiencia respiratoria y/o conmoción e insuficiencia multiorgánica.

Legionelosis es el término genérico que refiere a las formas tanto neumónicas como no neumónicas de la infección por Legionella.
De no tratarse, la enfermedad del legionario se agrava durante la primera semana. Al igual que con otros factores de riesgo que también causan neumonía grave, las complicaciones más frecuentes de la legionelosis son insuficiencia respiratoria, conmoción e insuficiencia renal aguda y multiorgánica. La curación, mediante tratamiento antibiótico, suele ser completa, aunque puede requerir numerosas semanas o meses. En raras ocasiones, una neumonía progresiva grave o un tratamiento ineficaz pueden devenir en secuelas cerebrales.
Según la OMS la tasa de mortalidad por legionelosis depende de: la gravedad de la enfermedad, la idoneidad del tratamiento antimicrobiano inicial, el entorno en el que se contrajo dicha infección y diversos factores vinculados con el huésped (ejemplo, la enfermedad tiende a presentar mayor gravedad en pacientes inmunodeprimidos). En sujetos inmunodeprimidos no tratados, la tasa de mortalidad puede llegar a alcanzar entre un 40% y un 80%, aunque se puede reducir de 5% a 30% a través de un manejo de casos apropiado y en función de la gravedad de los signos y síntomas clínicos. En líneas generales, la tasa de mortalidad ronda entre un 5% y un 10%.
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