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La zafra del langostino en parece condenada a un fracaso. Desde el 17 de marzo que se abrieron las aguas nacioales fuera de la zona de Veda, un solo barco congelador decidió salir al mar, otros 113 restantes permanecen en puerto. Pocos días después se sumaron al parate en puerto los fresqueros de altura. Del total de la flota nacional, sólo 8 buques decidieron participar de la zafra. El resultado: en casi dos meses sólo se pescaron 1.259 toneladas de mariscos.
Este 28 de Mayo el Instituto Nacional de Investigación de Desarrollo Pesquero iniciará la campaña de prospección del langostino en la Zona de Veda de Pesca de Juveniles de Merluza (ZVPJM), para definir si se da comienzo la zafra en ese sector, uno de los más importantes para el crustáceo.
Participación escasa o nula
Se abrió la inscripción para hasta un máximo de 16 buques congeladores y fresqueros para participar de la prospección que duraría entre 3 y 4 días. Sin embargo, la decisión de las empresas pondría en peligro dicha campaña.
Es que las empresas de buques congeladores, ratificaron su decisión de mantenerse en muelle, al menos hasta que las tripulaciones acepten la baja del 30% en la liquidación de la producción. Si esto no sucede, las pesqueras no armarán los barcos para la prospección de langostino.
La propuesta para iniciar las negociaciones con los gremios ya fue presentada en la Secretaría de Trabajo y se espera la convocatoria de las partes. Si el conflicto no se resuelve antes del 23 de mayo, cuando cierra la inscripción de barcos, no habrá congeladores para realizar la prospección diseñada por el INIDEP, a excepción del buque “Mar Sur” de Pescargen, que se había inscripto con anterioridad.
Fresqueros al calamar
En el sector de los fresqueros, la cosa tampoco marcha bien. Si bien las empresas no tienen una postura única, la inmensa mayoría son reacias a participar de la campaña si antes no se modifica el plan de manejo en los puntos pretendidos: el tiempo máximo de marea y la velocidad nocturna de navegación. En ALFA realizaron una votación entre los socios y la decisión fue unánime. En la misma sintonía se encuentran UDIPA y los fresqueros patagónicos. De hecho prefieren seguir buscando calamar al menos hasta finales de junio, siendo esta pesquería la única rentable por el momento.
En medio de estos dos reclamos puntuales hay otros elementos que tampoco facilitan una prospección exitosa: El reclamo salarial de los marineros de SOMU, que hoy transita una conciliación obligatoria y el bajo precio del langostino que plantea mayores dificultades a la ecuación económica del sector.
Tal es así que una empresa como Conarpesa anunció que no inscribirá sus buques fresqueros y que mantendrá la planta cerrada, probablemente hasta la temporada de Rawson, porque no le dan los costos. Es que el precio ofrecido no conforma ni a las plantas ni a los barcos.
Por ahora la incertidumbre sigue reinando en la pesquería del langostino y nada hace prever que puedan darse acuerdos a tiempo para que la prospección proyectada para el 28 de mayo, efectivamente se pueda concretar.
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