“La experiencia acumulada por la suscripta en más de 30 años como juez electoral, me obliga a advertir que no pueden realizarse nuevamente y en las mismas condiciones, los comicios del 22 de octubre”, sostuvo el escrito que la jueza federal electoral, con competencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Servini, había remitido al juez electoral porteño Roberto Carlos Requejo; al director del Instituto de Gestión Electoral (IGE) capitalino, Federico Fahey Duarte; y al presidente de la Cámara Nacional Electoral (CNE), Alberto Dalla Via.

En el escrito, enfatizó que “las autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberán reconsiderar su ingeniería electoral, dejando de lado las cuestiones políticas y diseñando un sistema pensando en facilitar a las personas el ejercicio del derecho al sufragio y así conseguirán, seguramente, una opción que funcione”.

La jueza electoral, quien en los hechos dejó sin efecto el acuerdo firmado por las partes en junio pasado para la implementación del sistema, además anexó un extenso listado de escuela donde fallaron las máquinas en las que se introducía la boleta para votar de manera electrónica.

El listado completo de las escuelas en donde fallaron las máquinas:

“Estos inconvenientes -repetidos en numerosas mesas y locales de votación y durante toda la jornada- transformaron esta elección, en los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años en esta Ciudad”, aseguró.

La advertencia y la respuesta del Instituto de Gestión Electoral

Tras la dura comunicación, el IGE consideró que “la decisión de la jueza federal de dejar sin efecto el acuerdo con el Tribunal Electoral de la Ciudad torna abstracto el debate sobre la utilización de la BUE en las próximas elecciones”.

A través de una gacetilla, el IGE ratificó además su “vocación de trabajar junto a las autoridades judiciales para reconfigurar el sistema de votación para elegir Jefe/a de Gobierno, legisladores/as y miembros de las Juntas Comunales el próximo 22 de octubre”.

De todos modos, la autoridad electoral porteña sostuvo que “la BUE es un instrumento válido y ha mostrado sobrados beneficios en las elecciones PASO del 13 de agosto, pero luego de la decisión de la Justicia se encuentra abocado junto a las autoridades judiciales al diseño de un nuevo sistema”.

“Las demoras que se registraron el 13 de agosto en algunos casos fueron consecuencia de las dificultades que planteó la concurrencia con dos instrumentos, en otros por las demoras en las aperturas de las mesas, el alto ausentismo de autoridades de mesa y la no aplicación del sistema de voto simultáneo que se había aprobado para la ocasión”, justificaron.

El IGE informó, sin embargo, que detectó “fallas en 251 máquinas de votación de la BUE, de las cuales 166 se repararon en el momento y otras 85 tuvieron que reemplazarse, tarea que no demandó más de 5 minutos en cada caso”.

“Esos casos representan menos del 2% de las más de 14.000 máquinas destinadas al operativo de la jornada electoral, por lo que no puede atribuirse a ello las dificultades registradas”, agregó el organismo en el comunicado.

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