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El Gran Premio de la Hermandad tuvo su primera edición en el año 1974 cuando luego de una reunión de camaradería que se realizó el jueves 25 de abril de 1974 en Puerto Porvenir en la Tierra del Fuego chilena, la que contó con la presencia del gobernador del lugar Uros Domic y del presidente de la Asociación de Volantes Pedro Vukasovic, quienes invitaron al presidente del Automóvil Club Río Grande Víctor Donoso y a quien  le plantearon la de hacer una carrera desde Porvenir a Río Grande y vuelta, con frontera abierta.

Donoso aceptó la idea y comenzó a gestarse la primera edición que tendría lugar el 17 y 18 de agosto de 1974, en conmemoración a dos fechas trascedentes como el fallecimiento del General San Martín para los argentinos y el nacimiento del General O´higgins para los chilenos, sumado a que se realizaría en plena época invernal entrando en el deshielo.

Inmediatamente se formalizó una comisión con dirigentes de ambos lados de la frontera con Donoso, Antonio Susñar y Francisco Agnes del lado argentino y Vukasovic, Pedro Rodríguez y José Cárdenas del lado chileno como los principales representantes y la idea fue tomando cada vez mayor predicamento, donde se determinó utilizar el camino y la ruta entre Porvenir y Río Grande sobre una distancia de 413 kilómetros para la idea y la misma distancia para la vuelta.

Así se llegó a la primera edición donde largaron 20 autos divididos en dos categorías, donde en la mas chica el ganador fue el riograndense Nicolás “China” Senkovic navegado por Ema Villarroel y en la mayor el chileno Gogimir Maslov Trafa (Goico Maslov) con un Mercedez Benz 220 y navegado por Lorenzo Alasevich, un reconocido piloto chileno de la época.

La carrera se largó desde Puerto Porvenir rumbo a Río Grande y al otro día retorno hacia tierra chilena nuevamente y para Senkovic la distancia le llevó 6 horas 5 minutos y 22 segundos a 110.354 kilómetros por hora,  mientras que para Maslov fue de 6 horas 7 minutos y 10 segundos a un promedio de 109.813 kilómetros por hora.

Fue tal la resonancia que tuvo la carrera que al año siguiente se repitió pero largando desde Río Grande hacia Porvenir y regreso al día siguiente y así sucesivamente cada año y solo se suspendió por la pandemia en 2020, porque ni siquiera en 1978 con los problemas fronterizos con Chile afectó el normal desarrollo de la carrera.

A mediados de los 2000 ya los inscriptos tanto argentinos como chilenos sumaban mas de 200 tripulaciones y la carrera se transformó en algo tan tradicional que durante su desarrollo casi se detiene la actividad en la isla, con autos y pilotos que solo corren esta carrera y ninguna mas, con talleres que arman autos solo para la “Hermandad” y con alternativas que han dejado algunos saldos lamentables como la muerte de Francisco “Paco” Puget y su navegante Elby Garay al tratar de seguirlo nada menos que a Jorge Recalde que corría ese año la carrera, o a Claudio Giovaninni, otro que dejó la vida probando la ruta del Gran Premio.

Para los santacruceños la participación de Carlos “Freddy” Fhur en su tiempo, de Mirey Zeidan  y de Jorge “Chola” Alvarado de Río Turbio, de Horacio Huecke y de Pancho Medina en la actualidad como Víctor “Pekas” Jensen de El Calafate pero quizás el mas representativo fue Adrián Riestra, quien navegado por el chileno Víctor “Cato” Mallada logró ganar una edición en la categoría D y hoy, cuando se va a cumplir en agosto la edición 50 de la carrera, existen ya la categoría A hasta 1000c.c., la B hasta 1300 y la C hasta 1600 las dos primeras que permiten motores a inyección, la D hasta 1600 pero motores inyectados, la E con igual propulsión pero hasta 120 HP, la F hasta 2500 c.c. y la G con motores hasta 2000 con inyectados y motores turbo.

La peligrosidad de hoy está dada por las altas velocidades que se obtienen con los autos modernos en las rutas escarchadas y con lagunas congeladas y otras dificultades clásicas del invierno fueguino como la nieve y el predominio de las bajas temperaturas, pero igual se sigue corriendo a pesar de tanta complicación, y este año se correrá la edición 50 de la carrera, por lo que nadie se quiere perder la oportunidad de estar presentes por lo que se estima contar con una participación cercana a los 200 autos entre argentinos y chilenos.

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