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Hispano Americano comenzó desde siempre jugando básquetbol, incluso en su primera sede del año 1925 con una cancha con piso de madera y al aire libre, la que se destruiría junto a la primera sede social del club con el incendio de noviembre de  año 1926, ubicada frente a la Casa España en la actual avenida Kirchner, lugar donde hoy se encuentra la Secretaría de Turismo de Santa Cruz.

Los celestes pasado un tiempo arreglaron con el centro italiano para quedarse con lo que tenían y amar allí en la calle Alberdi su sede social y lo primero que construyeron fue una cancha de básquetbol con piso de cemento al aire libre, allí donde muchos galleguenses aprendieron a tirar al aro, y adonde hoy se encuentra ubicado el gimnasio Tito Wilson, uno de sus mayores emblemas.

Continuaron por ese camino e incluso en los años 60 cuando comienza a transitar mucho la actividad, arman un equipo con varios jugadores venidos de Santiago del Estero (Los santiagueños) como el “chanda” Bravo, “Espanto” Jerez, Beto Rivero, ganando a su gran rival que era el Boxing Club de esos años.

Pero seria allá por 2010 cuando luego de participar en el selectivo para integrar la Liga B que funcionaba como la tercera categoría argentina (primera nacional “B”), se crea el llamado Torneo Federal y los celestes son invitados a participar y lo aceptan con total seguridad y arranca un camino que los llevaría en poco tiempo a lo mas alto de la élite del básquetbol argentino.

Así logran iniciarse en el básquetbol profesional logrando en aquella primera temporada 23 victorias y cinco derrotas en la primera fase de 28 encuentros, lo que los sindica como postulantes a un ascenso, pero será frente a Instituto de Córdoba donde caen en ese primer intento.

La temporada siguiente 2012 /2013 Hispano retorna por sus fueros a jugar el Torneo Federal y lucha llegando a posiciones importantes, ganando en aquellos años a Pérfora de Neuquén y a quien se transformaría por años en el gran rival que era Estudiantes de Olavarría, ambos en la conferencia sur del torneo.

El equipo  responde y cuenta con Gastón Morales, Martín Miner, Mario Sepúlveda, Gustavo Bianco, Fernando Gutman, Emanuel López Cerdan, Pablo “El Tucu” González, Claudio “Monono” Aguilar y Damián Soules entre otros.

Sería frente a los cordobeses de Barrio Parque donde ese año quedarían las intenciones celestes y cuando van por el segundo ascenso, se pierde un partido inolvidable con Regatas Concepción una noche terrible en el gimnasio del Atlético Boxing Club, donde aún hoy se discute una penalidad cobrada a Fernando Gutman al momento en que un jugador contrario lanzaba la bola y este la intercepta, algo que se discutió  mucho tiempo.

La temporada siguiente aparece otra figura en el equipo cual es un técnico nuevo que suple a Leonardo Roquel que deja la dirección del equipo en manos de Bernardo Murphy, quien arrastraba detrás de si varios torneos, mucho experiencia y un gran entusiasmo, y los celestes ganan 21 partidos y pierden solo 7 en la fase regular y viene el sistema de eliminación frente a Pérfora a quien le ganan 2 a 1, Tiro Federal de Morteros a quienes vencen 3 a 0 y se pierde con Estudiantes de Olavarría pero se va por el segundo ascenso frente a Rosario del Tala y finalmente se llega a la gran posibilidad frente otra vez a Regatas Concepción pero esta vez el 3 a 1 sería para los celestes, y el paso al TNA (Torneo Nacional de Ascenso) se transforma en una realidad.

Con el ascenso al TNA el Hispano Americano lograba el primer galardón de una trayectoria espectacular para el básquetbol de la Patagonia, uniéndose así a los equipos de la región que jugaban en dicha división como Huracán de Trelew, Atenas de Carmen de Patagones, Petrolero Argentino de Plaza Huincul, Deportivo Viedma y Olimpo de Bahía Blanca quienes serían sus primeros rivales, quienes integraban la zona sur junto a Platense y a Estudiantes de Olavarría.

El equipo armado por la subcomisión tenía caras nuevas como Bruno Oprandi, Sebastián Mignani, Pablo Fernández, Fernando Gutman, Carlos Paredes, el bahiense Gonzalo Torres y el americano Terry Martin mas algunos chicos del club que hacían sus primeras incursiones y comenzaba una etapa muy dura de aprendizaje y donde había que multiplicar esfuerzos para estar a la altura de los nuevos requerimientos del básquetbol profesional.

Hispano logra afianzarse en base a juegos y resultados e incluso llega a disputar posibilidades muy concretas como contra Regatas en un intento fenomenal para ascender pero falla el primer año jugando los Play Off con Atenas, Viedma y Platense, pero la semilla ya estaba echada y solo faltaría volver a insistir al año siguiente, donde todos se multiplican en la búsqueda de resultados.

Llegaría el 2016 con mucho ímpetu celeste y dadas todas las posibilidades y luego de una lucha permanente en la fase regular, se llega a un momento donde se plantea una gran definición por el ascenso a la Liga Nacional entre los celestes y el equipo de Barrio Parque de la provincia de Córdoba al mejor de cinco partidos.

El primer encuentro es para los locales en Córdoba por 88 a 80 y el segundo se juega en Río Gallegos ganando Hispano 74 a 66, un tercero en Córdoba con resultado para los celestes por 63 a 61 y un cuarto jugado en Río Gallegos con victoria cordobesa por 82 a 77 y llegaría el encuentro final con el “Tito Wilson” colmado hasta el techo en una noche inolvidable para el deporte santacruceño, porque es misma noche con un partido que tenía que comenzar a las 21 horas y que se retrasó por un corte de luz en la cuidad y comenzó media hora mas tarde, Hispano lograba para felicidad de todos, ganar por 77 a 67 y ascendía a la Liga Nacional, el nivel de básquetbol mas alto del país y mas competitivo de Sudamérica.

Noche de alegrías espectaculares que nunca olvidarán los que la vivieron, porque fue la coronación de un esfuerzo fenomenal y un equipo de la periferia del país, llegaba a los primeros niveles con determinación, coraje y juego, para posicionarse como tal en el mundo del deporte nacional.

De allí en mas, un camino jalonado por partido de todos los estilos con equipos de todo el país, (una vez se jugó con Salta Básquet), y con nombres que ho9y son recuerdo de los celestes como Hernst Laroche, Nicolás Paleta, el uruguayo Diego García, Patricio “Pato” Tabares, Fernando Podestá, Diego Ciorciari, Eduardo Vasirani, Franco Bazani, Mariano Byró o el infaltable (ya casi galleguense) Gonzalo Torres, y para recordar con especial dedicación, los americanos Kyle Austin y en silencioso y efectivo  Larry O´Bannon.

Sin olvidar de grandes figuras como el técnico bahiense Marcelo Richotti que cumplió un rol fenomenal en esa época al igual que los que lo siguieron, como Javier Bianchelli que venía de perder con los marplatenses pero que se mostró totalmente cercano a los celestes para llevarlos por un incesante camino de resultados.

Luego vendría la pandemia y aquella bendita cuestión de jugar con el sistema de burbuja en Buenos Aires, otra complicación suprema para el club y su economía, pero se pudo llevar adelante y aparecieron nuevamente los encuentros como local, pasando por otros técnicos como Sebastián Torre a quien conocían por ser técnico en su tiempo de Regatas Concepción a quien los celestes habían enfrentado en mas de una oportunidad, Gabriel Picato, o el buenazo de Eduardo “Chiche” Japez hasta llegar a Matías Huarte, con un equipo que no logro buenos resultados y que finalmente llevó a Hispano a perder la categoría, aunque previo a ello otros jugadores como el mendocino de Guaymallen Lucas “Chiri” Reyes, Johu Castillo, el grandote Gonzalo Romero, Federico Mansilla, Agustín Acosta, el de Cañuelas Agustin “Pipi” Barreiro a préstamo de Boca Junior y otro en la misma condición Leandro Cerminato, Daniel Hure, o el americano Olajibe Kesinro junto al flaco Julián Aprea le fueron dando al equipo una integración notable con su público y con los fanáticos que llenaron primero el Boxing Club y después el gimnasio municipal Juan Bautista Rocha durante muchas noches.

Ya la historia se viene acortando y los celestes vuelven a la Liga Argentina como se denomina ah0ora el ex TNA (Torneo Nacional de Ascenso) y otra vez a lucharla con la misma intensidad, con la misma voluntad que habían aprendido de los primeros que lucieron la camiseta, hasta que el año pasado la economía y los altos gastos pudieron mas y en una dolorosa conferencia de prensa, ya bajo la presidencia de Claudia Dambrosio, Hispano Americano tuvo que claudicar ante lo inevitable, y desapareció de la escena nacional, habiendo dejado un camino de triunfos y derrotas pero mas allá de los resultados circunstanciales, en todo caso un camino de esfuerzos y de logros como ninguna otra institución de Santa Cruz.

La tenacidad es parte de los celestes, a tal punto que con equipo propio, sin profesionales y con jugadores de la casa, esta intentando volver nuevamente a los primeros planos lo que no es fácil ni mucho menos, pero si mas que elogiable.

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