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La familia de Pablito, un niño diagnosticado con acondroplasia, realizó una nueva protesta en las puertas de la Obra Social de los Petroleros (OSPE) debido a la negativa de la entidad a cubrir el medicamento esencial para mejorar su calidad de vida. Su madre, Débora Paredes, y su tía, Sonia Paredes, ofrecieron declaraciones a la prensa, con la presencia de La Opinión Zona Norte, para dar a conocer su situación.

“Quiero agradecer a todos por el apoyo y la colaboración que Pablito ha recibido”, expresó Sonia Paredes, tía del menor. “La solidaridad de la comunidad ha sido impresionante. Organizamos una rifa para ayudar con los gastos y la respuesta fue abrumadora. La visibilidad de su situación ha crecido, y eso nos ha dado muchas fuerzas”.

Aunque Pablito no pudo asistir porque se encontraba en la escuela, su madre subrayó que el niño está muy contento. “Estuvimos en Buenos Aires para sus controles médicos en el hospital Garrahan y con sus genetistas”, continuó Débora Paredes. “Recibimos noticias alentadoras de nuestra abogada sobre el recurso de amparo que hemos iniciado. La jueza ha fijado una audiencia para mañana, y, lo más importante, se ha emitido una medida cautelar que obliga a OSPE a hacerse cargo del costo del medicamento hasta que se dicte una sentencia definitiva”.

Sonia y Débora Paredes, madre y tía de Pablito. FOTO: TAMARA MORENO / LA OPINIÓN ZONA NORTE.

Respecto a cuándo comenzará Pablito su tratamiento, Débora indicó: “Esperaremos la audiencia de mañana a las 11:15. Es un progreso significativo que la jueza haya actuado rápidamente en un tema tan crucial como los derechos de los niños”. Así la madre expresó su agradecimiento a la jueza Marta Sánchez por su celeridad en el proceso.

Sin embargo, los costos del medicamento continúan siendo una preocupación. “Es un tratamiento extremadamente costoso y no puedo dar un monto exacto, pero es claro que el precio es elevado”. Una vez que OSPE apruebe el medicamento, la familia deberá viajar nuevamente a Buenos Aires para las instrucciones sobre la administración del tratamiento, que incluye inyecciones diarias en los brazos y piernas del niño.

Débora reveló que se enteró de este tratamiento a través de una investigación y del contacto con otras familias que ya están en el mismo proceso. “Hablé con una madre de Santa Cruz cuya hija está recibiendo el tratamiento y está obteniendo resultados positivos. Eso nos ha motivado a luchar por la salud de Pablito”, concluyó.

La familia de Pablito continuará su reclamo, enfatizando la importancia de la solidaridad y el apoyo comunitario en su lucha por una mejor calidad de vida para el niño.

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