Julia, madre de Alfredo Oliva, el joven de 21 años asesinado el pasado 31 de marzo a balazos en el barrio 17 de Octubre de Caleta Olivia, participó de la marcha por el triple crimen de los pequeños Lautaro, Karin y su mamá Natasha.

Al muchacho lo asesinaron a quemarropa a media cuadra de su casa. Según cuenta su madre fue porque su hijo intentó defender a un amigo que mantenía una enemistad con Hugo Escanciano, quien se encuentra detenido por el crimen.

“Pedimos que estos asesinos se pudran en la cárcel -dijo, refiriéndose al supuesto responsable de la muerte de su hijo y a los autores de incendiar la casa donde fallecieron Lautaro, Karin y Natasha. “Que les den perpetua y no unos 25 años, para que después salgan libres mientras nosotros no vamos a volver a tener nunca más a nuestros hijos”.

Julia se quejó de la pandemia que tiene a la Justicia en pausa y le contó a La Opinión Zona Norte que su abogado defensor, Ricardo Díaz, estima que el juicio podría llegar a hacerse en 3 años más. “Lo único que espero es que se haga justicia tanto para mi hijo, para estas criaturas y su mamá, y para todos los casos que hoy en día están sin justicia en Caleta Olivia”.

El hecho

Julia recuerda aquel fatídico 31 de marzo: “Mi hijo había salido a comprar cigarrillos y quiso defender a un amigo”, éste último tenía una rivalidad con Hugo Escanciano. “El asesino le dijo ‘no sabes con quién te metes’, fue a buscar el arma de fuego y le dió dos tiros” relata la atribulada madre.

Julia recuerda que su hijo quedó tirado en la calle aquella tarde noche. Aunque no entiende algunos detalles, “no tenía sangre y estaba consciente, habló conmigo y le pregunté qué pasó y me dijo ‘vieja no pasa nada yo estoy bien’. Cuando se lo llevaron no la dejaron subir al ambulancia. “Entonces, cuando llegamos al hospital me dicen que una de las balas le había destrozado todo por dentro y tipo 10 de la noche falleció”.

Pide perpetua para el autor que ella cree es Hugo Escanciano. Este permanece detenido en la División Comisaría Segunda de la ciudad de El Gorosito, y hace más de un mes intentó quitarse la vida, pero fue salvado por el personal policial de guardia.

De acuerdo a lo último que supo sobre Escanciano, lo trasladaron a una prisión de Las Heras por acá “la pasaba mal”. “Los presos le pegaban y le dieron el privilegio de llevarlo a otra ciudad”, se quejó Oliva.

Leé más notas de La Opinión Austral