El segundo partido de Argentina en el Mundial de Rusia fue el miércoles, un día de semana y en horario laboral. Las calles se vaciaron casi como si se tratase de un feriado y quienes debían cumplir con sus obligaciones se amucharon frente a las pantallas mientras que otros aprovecharon para reunirse en confiterías o restaurantes para seguir el minuto a minuto. El próximo martes, cuando la Selección enfrente a Nigeria, la hinchada riogalleguense seguramente volverá a reunirse frente a los televisores a la espera del festejo. (Fotos: Mirta Velásquez)

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