A las personas que impulsaron la creación del club Barrio Evita, el profesor Miguel Muñoz las conoció cuando llegó como docente a la escuela. “Eduardo Toledo es un muchacho que fue alumno mío. Me tocó ser vicedirector de la escuela, entonces les prestaba el gimnasio. Mi conexión tiene más que ver con la docencia que con el club”.
Contó que empezó como profesor de inglés en el año 1988 y hace unos meses cumplió los 25 años que le permiten acceder al beneficio jubilatorio. Conoció el lugar desde su creación, “cuando las calles eran de tierra y los vecinos trabajadores se caracterizaban por su origen, solidaridad y humildad. Una escuela que fue idea y proyecto de un hombre muy importante para la comunidad como lo fue el padre Juan Barrio”.
El mensaje
“Los animo a seguir en el intento de contener a la gente del barrio, de ser un ámbito de salud porque el deporte así lo requiere, a pesar de la circunstancia que atraviesan por una sanción. Tienen que fortalecerse y seguir por el legado, que es tan rico porque ha sido y es muy útil la presencia del club para el barrio Evita en su conjunto. Un traspié no pueden echar por tierra los enormes beneficios que aportó a la comunidad”.
“Mi mensaje es de aliento y agradecimiento constante por la tarea que desempeñaron y que siguen desempeñando”, dijo en respuesta al gesto que tuvieron integrantes de la institución barrial al entregarle como obsequio una camiseta.
“Hoy se lo despidió a él, una eminencia”, expresaron desde el club en sus redes sociales, “el mejor ‘profe’ de todos los tiempos de nuestra querida escuela del barrio, una persona que siempre estuvo con cada uno de sus alumnos hablando o contándole anécdotas, 27 años de vocación. Le hicimos entrega de una camiseta de nuestro club, la cual fue recibida con lágrimas en los ojos. Muchas gracias ‘profe’ por tanto”, concluyeron.
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