La Justicia Federal de la ciudad de Río Gallegos condenó a un hombre oriundo de Buenos Aires por una infracción a la ley de drogas.

 

Se trata de un hombre de apellido Mallefort, conocido por su apodo “Lechón”, de 54 años, oriundo de San Nicolás, Buenos Aires, pero que hace años vive en la comarca andina de Santa Cruz, trabajando como cocinero.

 

A él comenzaron a investigarlo a principio de 2018, luego de una denuncia anónima en la Comisaría de Perito Moreno.

 

Mallefort fue señalado por una persona que aseguraba “que junto a El Gordo Avilez vendían droga en la localidad”, según consta en el fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral y que fue firmado por el juez Mario Reynaldi.

 

A partir de las primeras averiguaciones que hizo la Dirección de Investigaciones (DDI) Perito Moreno, se pudo establecer que, en marzo de aquel año, Mallefort se acercó a la casa de Avilez y, en un momento determinado, a bordo de un Renault Megane en el que viajaba como acompañante, le dio una sustancia que sería marihuana a su “amigo”.

 

Por esto se realizó un allanamiento en la casa de Mallefort. El Juzgado Federal de Caleta Olivia, a cargo de Marta Yáñez, dispuso el procedimiento en la morada ubicada en la calle Rivera Río Jeinemi.
Dentro de la casa del ahora condenado, la Policía encontró un total de 300 gramos de marihuana escondidos debajo del almohadón de un sillón.

 

Además, durante la inspección ocular, al cocinero le encontraron un arma calibre .38 con cinco balas, algunas tabletas de ansióliticos y parafernalia para consumir la droga.

 

En esa oportunidad, Mallefort fijó domicilio y desde aquel momento se encuentra en libertad.

 

Lo mismo sucedió con su consorte de causa: el hombre de apellido Avilez que, durante la instrucción de la causa, quedó fuera de las investigaciones.

 

La semana pasada se celebró la audiencia de visu, donde se llegó a un acuerdo entre la Fiscalía General, a cargo de Patricia Kloster, y la defensa de Mallefort: tres años de prisión en suspenso y una multa de 10 mil pesos contra el ahora condenado por tenencia simple de estupefacientes.

 

La causa había llegado como “tenencia con presuntos fines de comercialización”, pero esto no se pudo acreditar por la Fiscalía, por lo que finalmente se inclinó sólo por la tenencia, según indicó el fallo al que tuvo acceso este diario.

 

De esta manera, el juez Reynaldi dio la derecha a la Fiscalía y condenó a Mallefort a la pena antes mencionada. Además, fundamentó su resolución en “el arrepentimiento del imputado, su edad, la ausencia de antecedentes y su nivel educativo alcanzado”.

 

De igual manera, Mallefort deberá abstenerse de incurrir en cualquier tipo de delitos y fijar domicilio de manera periódica en la dependencia policial de la ciudad si no quiere perder el beneficio de la libertad.

 

En caso que incumpla alguna de las pautas impuestas desde la Justicia, el cocinero podría comenzar a purgar la pena detrás de las rejas.

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