A pesar de los pocos registros documentales existentes, Astor Piazzolla llegó a nuestra ciudad el 1 de junio de 1961 para presentarse esa noche en un espectáculo muy esperado por los amantes del tango, que por aquellos años tenían la posibilidad de asistir a una variada oferta de shows, que frecuentemente tenían lugar en el local El Túnel, o el Cine Carrera.

 

Con 40 años de edad, Piazzolla regresaba al país tras vivir un tiempo en los Estados Unidos. Fue entonces que armó su destacado quinteto y decidió sumar a la popular Nelly Vázquez, quien hizo una de sus primeras presentaciones justamente en Río Gallegos.

 

 

El dato sumamente interesante, y que pudo recabar La Opinión Austral, es que su llegada se dio el mismo día que el arribo a la ciudad del recordado locutor, símbolo de LU12 Radio Río Gallegos, el entrañable Rody Rodríguez, quien, en efecto, llegó para quedarse entre nosotros el primero de junio del año 1961.

 

 

Cuentan de ese día que al “Flaco” Alfredo Vidal, integrante de la emisora, lo mandaron para que vaya a buscarlo a Rody, quien venía directamente a trabajar como locutor, pero cuando llegó al aeropuerto se sorprendió cuando lo vio a Piazzolla, entonces le dijo a Gastón Vivar, quien estaba acompañándolo, “hacete cargo vos”, y se fue tras los pasos de Astor.

 

 

Testimonio de Raúl Soto

Sumado a este dato, contamos con el recuerdo de Raúl Soto (entrevistado por Pablo Beecher para un aniversario de la radio), quien fue operador de LU12 durante esos años y tuvo la posibilidad de ver y compartir momentos con grandes exponentes de la música.

 

 

“Cuando llegó Alfredo Vidal a la radio se abrió otro panorama. Me acuerdo cuando vinieron artistas como Edmundo Rivero; Astor Piazzolla y su quinteto con Nelly Vázquez en la voz; los Mac Ke Macs, entre otros.

 

 

A todos esos cantores y grupos que venían de Buenos Aires, nosotros le íbamos detrás. Con Gastón Vivar habíamos comprado una Courier Ford 53 en la que entraban Piazzolla y todos sus instrumentos porque ellos hacían radio, Cine Carrera y El Túnel. Yo los llevaba de un lugar al otro.

 

 

El ambiente musical era muy interesante y para Vidal, el hecho de encontrarse con tangueros de Buenos Aires, lo llenaba de satisfacción y todos tuvimos un empacho de tango.

 

 

En esa época Gallegos tenía una intensa vida nocturna: los bailes en el Colón, shows en el Carrera y los bares Los Muchachos, El Túnel y el Mogambo. Tantos otros tangueros venían como Alberto Castillo, Echagüe, Alberto Morandi, Alberto Marino. Rivero salía por la radio y después cantaba en el bar Los Muchachos. Era común verlo pasear por calle Roca porque paraba en el hotel París. Me acuerdo que Alberto Echagüe y su cuarteto hacían dos funciones en Los Muchachos, de 9 a 11:30 era la primera y después se iba la gente y entraba una segunda tanda. En el pueblo ya teníamos un trío: el de Cacho Quirolo, Roberto Cenda y Barreda (después a Barreda lo reemplazó Mendoza). Cacho no tenía veinte años.
Me acuerdo que una vez tocaban para que la gente bailara y Piazzolla estaba sentado en una mesa al fondo del local con Quicho Díaz y Bardaro. Cacho con su trío se miraba y se preguntaban: “Lo hacemos o no lo hacemos? …Vamos a hacerlo” y se mandaron un tango de Piazzola delante de Piazzola, y les salió bien.
Todos estos artistas se promocionaban por LU 12, la gente los escuchaba y sabía dónde y en qué horarios se presentaban”.
El testimonio de Soto, además de acorde con el recuerdo del centenario del natalicio de Piazzolla, viene a rememorar momentos increíbles de un Río Gallegos de hace 60 años en el que pasaban muchas cosas a nivel cultural y artístico.

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