Esta semana comenzó a ser enjuiciado el empleado municipal de Río Gallegos imputado por abusar sexualmente de las dos hijas de su ex pareja, en el año 2011.

Luego de la primera audiencia, celebrada el pasado martes por la mañana, el juicio preveía continuar ayer con las testimoniales de profesionales que trataron con las víctimas.

Asimismo, luego de que las dos “hijastras” del imputado declararan ante los jueces, el representante del Ministerio Público Fiscal, Dr. Iván Saldivia, amplió la acusación sobre este, en virtud de salir a la luz -conforme los testimonios de las víctimas- un hecho de abuso nuevo.

 

Según señalaron fuentes consultadas por La Opinión Austral, las dos chicas que declararon el martes (hoy ya mayores de edad) dejaron entrever en su declaración que hubo otros hechos más, no contemplados en el requerimiento de elevación a juicio.

Se trataría de un abuso sexual simple que ocurrió en un lugar distinto al que acontecieron los vejámenes sexuales a los que fueron sometidas “hijastras” del empleado comunal.

En ese sentido, tras ser notificado de esta nueva acusación, el abogado defensor de C.A pidió la suspensión de la audiencia prevista para este miércoles, en virtud de poder preparar la defensa sobre este nuevo hecho que se le atribuye.

El juicio se retomará el próximo miércoles. Está previsto que declare una psicóloga que atendió a las víctimas y también los profesionales que trabajaron con la Cámara Gesell a la que fueron sometidas ambas (al momento de los abusos, tenían 9 y 10 años).

 

La audiencia se retomará el próximo miércoles con la declaración de psicólogos

 

También, el municipal podrá sentarse en el banquillo de los acusados a defenderse y dar su versión de los hechos si así lo desea. Es de recordar que el martes negó todos los hechos y las acusaciones ante los jueces.
Fuentes judiciales señalaron que los vejámenes estarían acreditados. Ahora resta esperar al próximo miércoles para saber que pena pedirá la Fiscalía.

C.A está siendo juzgado por “abuso sexual gravemente ultrajante -tres hechos-” y podría ser condenado de 8 a 20 años de prisión en caso de ser encontrado culpable. Ahora, de confirmarse que hubo un cuarto hecho de abuso sexual como quedó en evidencia el martes, la situación del imputado es mucho más complicada.

 

El municipal está procesado con preventiva por abusar de su hija biológica

 

Libre y otro abuso

El municipal nunca estuvo detenido tras haber sido denunciado por su ex pareja. No fue hasta principios de este año que quedó tras las rejas, pero tras ser procesado por abusar sexualmente de su hija biológica, una joven de 14 años.

La familia de las víctimas quedó muy consternada y enojada con la Justicia, puesto que entienden que, de haber actuado como se debía, este último abuso en el año 2019 se habría evitado.

El caso al que se hace mención salió a la luz a través de La Opinión Austral el 28 de diciembre, luego de que la joven víctima y su madre denunciaran al hombre en la Comisaría de la Mujer y Familia de Río Gallegos.

Ella, se quebró en Nochebuena, luego de que su madre no la dejara salir a festejar Navidad con sus amigos.

La causa cayó en manos de la Dra. Marcela Quintana a cargo del Juzgado de Instrucción N° 1. Tras la Cámara Gesell y la recopilación de otras pruebas, lo procesó por “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente”.

“Vos no sabés nada, a mí mi papá me manoseaba y se metía en mi cama en ropa interior, me tocaba la cola y los pechos”, le dijo la víctima a la madre aquella noche.

La menor se había ido a vivir con el padre unos meses. Su madre se opuso y, antes, vivió con su hermana, pero la Secretaría de Niñez dispuso que luego comenzara a vivir con él.

Primero, le empezó a cortar el contacto con su familia materna. Luego, se puso violento y “hasta llegó al punto de ahorcarme y reventarme la boca”, denunció la adolescente.

Posteriormente, se dieron los primeros abusos. Habrían sido por varios días. “En varias ocasiones insinuó quererme tocar, me abrazaba y la mano se le pasaba. Se apoyaba atrás mío, quería hacerme upa, hasta había noches que se iba y acostaba al lado mío y me tocaba la cola y los pechos”, marca una parte del crudo relato de la víctima.

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