Otro violento homicidio conmociona a la ciudad de El Calafate, a días nada más de registrarse el asesinato de Soledad Burgos, la mujer madre de cuatro hijos que murió por 12 puñaladas en su cuerpo en manos de sus propios vecinos.
Soledad Burgos.
Ahora la víctima es un hombre de 45 años, identificado como Antonio Rueda. Un joven lo mató a golpes la mañana del pasado miércoles, y este jueves sus familiares y amigos lo despidieron en el cementerio local. Su fallecimiento caló hondo en la comunidad de la villa turística y las redes sociales se inundaron de mensajes de despedida y otros, también, para exigir justicia.
Antonio Rueda, en su último cumpleaños.
El único acusado del homicidio es un joven de 18 años, de apellido Vera, que se encuentra detenido en la Comisaría Primera. Según pudo conocer La Opinión Austral, hoy será trasladado al Juzgado de Instrucción de la ciudad, para que el juez Carlos Narvarte pueda tomarle declaración indagatoria.
Según pudo establecerse, Rueda y Vera estaban compartiendo bebidas alcohólicas desde el martes por la tarde. Ambos se encontraban con otras personas, otros dos hombres.
Según trascendió, Vera estaba desencajado y furioso. El dueño de la casa lo habría intentado calmar pero no pudo y él pudo zafarse para buscar a Rueda, que intentó escapar a pie. No pudo huir y la golpiza siguió en la calle, hasta que llegaron los primeros policías.
Allanamiento en la casa de Vera, el joven detenido por el homicidio.
El altercado entre víctima y victimario inició en el interior de la casa. Allí, el joven se enojó porque Rueda “tocó sus partes íntimas“, trascendió que uno de los presentes declaró posteriormente, cuando le consultaron qué era lo que había ocurrido en ese encuentro donde estaban todos bebiendo.
La pelea siguió afuera del domicilio y, pese al intento de las otras personas de calmar a Vera, este pudo perseguir al hombre para seguir golpeándolo reiteradamente. La Policía encontró a Rueda ensangrentado en Campaña del Desierto, casi esquina con Los Pioneros, a unos 200 metros de donde estaban reunidas estas cuatro personas.
Antonio con su sobrina.
Fue llevado al hospital por un familiar pero, cerca de las 16:00, murió. Sufrió graves lesiones en la cabeza, entre ellas, fractura de tabique nasal y maxilar.
El joven, tras haber sido demorado cerca de las 06:00, había fijado domicilio. Tras la muerte de Rueda, la Policía fue a detenerlo a su casa, donde ayer se realizó un allanamiento y se incautaron las prendas de vestir que llevaba puestas a la hora de matar a Rueda. Entre estas, se secuestraron sus zapatillas, con manchas de sangre.
En el allanamiento incautaron zapatillas con manchas de sangre.
LGBT
Rueda era homosexual y, en las redes sociales, un grupo de Diversidad de El Calafate lo despidió pidiendo justicia.
“Antonio Rueda, se quedó en el pueblo a pesar de la discriminación que sufrió durante su adolescencia. A pesar de todo hoy no está entre nosotros, pero él nos dejó el mensaje de seguir la lucha como una semilla que florecerá en cada uno de nosotres”, dice el escrito.
“Justicia por Antonio y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, se agrega al exigir “que los responsables paguen por su accionar así nuestro colectivo podrá caminar sin miedo a ser golpeados o asesinados“.
El dolor de la familia
Ale Guerrero es sobrina de Antonio. Estuvo acompañándolo en el Hospital Samic desde que fue ingresado por los fuertes golpes y lo internaron, hasta que falleció. Sus últimos minutos de vida, lo compartió con ella, quien recordó como fueron esos instantes.
“Solo se que Dios me permitió acompañarte en tu etapa final y hablamos, nos hicimos chistes, lloramos juntos por que tu dolor me dolía”, dijo la joven, quien describió a su tío como una persona muy coqueta, a quien le encantaba comprarse ropa. “En un mes llegaste a comprarte seis pares de zapatos y estabas feliz como un niño, y siempre tan detallista en los cumpleaños con un presente y en las fiestas, el animador eras vos. Mi tío bonito, cuanto dolor….”.
En contacto con La Opinión Austral, Ale Guerrero aseveró que “fue un crimen de odio, a mi tio lo mataron por gay” y sostuvo que, cuando lo estaban agrediendo, “en todo momento le gritaban mientras lo pateaban que lo iban a matar por put… Y que a todos los put.. los tenían que matar”.
Según la sobrina, Antonio habló de dos atacantes. Por el momento, solo Vera está detenido.
¿Hubo alguien más involucrado?
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