Un joven oriundo de Chile se encuentra alejado de la población carcelaria de la Unidad 15, en los denominados “buzones”, tras haber sido atacado por un grupo de internos.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, el interno damnificado M. Risso, un hombre oriundo de Chile que había sido condenado por una causa de drogas en 2018, pero recién en noviembre del 2020 su pena había quedado firme.
Tras el enfrentamiento, el interno fue trasladado junto a su padre a “los buzones”
Risso, que vivía en el barrio Belgrano, fue detenido por la Policía Federal en enero de este año y llevado a la Unidad 15 para que comience a purgar su pena. Junto a él, se encuentra detenido su padre mayor de edad, que es grupo de riesgo y, hace unos días, pidieron su prisión domiciliaria por las complicaciones médicas que está teniendo.

El dato del estado de salud del padre de Risso y el hábeas corpus presentado la semana pasada no deben pasar desapercibidos ya que, según el colectivo de personas privadas de su libertad, habría sido uno de los desencadenantes del ataque que sufrió el preso en la noche del viernes.
Risso, junto a otro detenido de apellido Díaz, estuvo encabezando un pedido realizado en su momento a la Justicia Federal para poder tener visitas íntimas, presentado la semana pasada.
Datos
De acuerdo a fuentes consultadas por La Opinión Austral, se pudo establecer que el hecho se registró cerca de las once de la noche del viernes en el pabellón Nº 2 de la cárcel federal ubicada en la avenida Kirchner de nuestra ciudad capital.
Un grupo de diez personas comenzó a amedrentar a Díaz y a M. Risso, cuando en un momento determinado, todos comenzaron a trenzarse en una pelea.
“Algunos tenían dos facas y los policías no hacían nada. Los carceleros estaban ahí viendo y no se metieron. Dejaron la zona liberada”, dijo un hombre privado de su libertad que presenció el tumulto generalizado en el pabellón, en declaraciones a este diario.
En un momento, una persona quiso apuñalar a Díaz, pero terminó hiriendo a Risso en su brazo izquierdo. La situación no pasó a mayores cuando el padre de éste último intercedió y pudo separar al agresor.
El colectivo de privados de su libertad aseguró que sería una represalia por unos hábeas corpus
No fue hasta las dos y media de la madrugada del sábado cuando aparecieron los agentes del Servicio Penitenciario Federal. “Nos tocaron el silbato, nos hicieron meter a todos en sus celdas y no requisaron a nadie ni sacaron las facas”, aseguró el mismo interno antes consultado.
Tanto Risso como su padre fueron llevados a los buzones de la cárcel, apenas a unos pocos metros del resto de la población. “Estoy fuera de peligro, estoy bien”, indicó en declaraciones a La Opinión Austral.
Tanto Risso como los referentes del colectivo de personas privadas de su libertad dijeron que “hubo zona liberada. El Servicio Penitenciario compró a algunos presos con beneficios para que nos maten, por eso dejaron la zona liberada, es su forma de actuar: divide y conquistarás”, dijeron.
Antecedente
Aunque Risso se encontraría fuera de peligro, la situación no deja de llamar la atención teniendo en cuenta que -si ocurrió todo el caso tal como lo dicen los presos- pasó lo mismo que a mediados de diciembre del 2019, cuando denunciaron una zona liberada donde murió un hombre de apellido Gallardo, tras haber sido apuñalado en los talleres de la prisión federal.
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