La Opinión Austral realizó un nuevo relevamiento de precios en Río Gallegos como parte del informe que se emite cada quince días, para conocer la realidad en las góndolas locales.

La pérdida del poder adquisitivo en el país hace estragos y comprar productos básicos a precio económico es cada vez más difícil.
Quince días atrás, las góndolas ya mostraban una escasez en algunos productos y la norma se sostiene actualmente. Productos como aceites, leches, harinas y elementos de higiene y limpieza como papel higiénico o jabón para lavar la ropa, son cada vez más difícil de encontrar en sus variantes.

Las opciones, adelantó La Opinión Austral en su informe anterior, son pocas si los vecinos quieren buscar variedad de marcas. En esta oportunidad, el faltante más notorio es el aceite que suele encontrarse, tanto en supermercados como comercios de barrio, en una o dos marcas, a lo sumo, y las harinas también.

El kilo de harina 000 antes costaba 100 pesos y hoy ya escaló a unos 140 pesos. FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

¿Cómo es la metodología del relevo de precios? Se toman dos supermercados de cadenas reconocidas y dos comercios de barrios que funcionan como almacén y que, además, cuentan con sectores de fiambrería e, incluso, panificados.

La lista toma productos básicos de primera necesidad e incluye alimentos, higiene y limpieza. Son entre 14 y 16 artículos que no alcanzan a llenar un carro de supermercado, pero que sirven como referencia para tener noción de los valores actuales.

Las opciones son pocas si los vecinos quieren buscar variedad de marcas

Se toman como referencia, además, los valores más bajos de los productos que tienen una gran diferencia con marcas superiores. En casi todos los casos la diferencia entre las primeras marcas y segundas o terceras llega a duplicar su valor e, incluso, superarlo.

¿Cómo estamos?

El resultado general arroja que los comercios locales tienen una ventaja por sobre las grandes cadenas y que ofrecen ofertas específicas de determinados productos que pueden ser un aliciente para el bolsillo.

La reposición de productos en las góndolas no tarda mucho en agotarse para quienes buscan variedad. FOTO: JUAN CARLOS GONZÁLEZ/LA OPINIÓN AUSTRAL

Se trata, muchas veces, de artículos cercanos a su vencimiento o que cuentan con más stock que otros. Por ejemplo, tras semanas de relevamientos, algunos comercios aún sostienen ofertas de fideos tirabuzón por 500 gramos a 90 pesos o latas de atún desmenuzado natural a 139 pesos.

Como punto a favor de los supermercados, tienen mayor variedad de marcas y, por ende, de precios para comparar. La recomendación para cuidar la economía del hogar sigue siendo la misma: no comprar todo en un mismo lugar y optar por buscar el precio más acorde a la necesidad. Esto implica, lógicamente, tener que recorrer lugares.

Sucede que la falta de marcas y opciones termina por obligar al consumidor a comprar lo que se encuentra, al precio que se encuentra. Los valores de algunos productos comienzan a subir tanto de un día para otro que la sensación instalada es que el dinero ya no vale nada. En un panorama económico donde el combustible, el transporte y los alquileres se encarecen semana a semana, llenar el “changuito” del supermercado es complejo.

Los precios de los productos se cambian semanalmente, e incluso a diario

Por ejemplo, el aceite de una tercera marca puede encontrarse por 180 pesos y una primera marca puede alcanzar y superar los 500 pesos. Dos semanas antes, el mismo producto por 900 cc se encontraba en 259 pesos y hoy vale 420 pesos, un 62,2 % más caro.

La variedad de marcas en aceites prácticamente no se encuentra en las góndolas. FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

El papel higiénico de 4 rollos por 30 metros cada uno es uno de los que más subió su costo: antes se encontraba entre los 240 y 260 pesos y hoy está por encima de los 300 pesos llegando, incluso, a superar los 400 pesos. En este caso, en términos porcentuales es casi un 60 % más caro.

Las cajas de por 25 saquitos, en tanto, son otro de los productos que se vieron encarecidos. Antes se encontraban entre los 60 y 65, pesos y ahora no bajan de los 100 pesos. Mientras que las harinas también vieron sus precios modificados: un paquete de kilo de harina 000 antes se encontraba entre los 100 y 110 pesos y hoy supera los 130 pesos, alcanzando incluso los 165 pesos.

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