Por Sara Delgado

En 2018, tres años después de la condena a perpetua contra el padre y la madre de Abigail Tortello, que murió como consecuencia de maltrato infantil, la Corte Suprema de Justicia solicitó el expediente para revisar el fallo contra la mujer y evaluar si acaso el hecho de que fuese víctima de violencia de género había sido tenido en cuenta.

Abigail Tortello tenía siete meses cuando falleció, luego de pasar cinco días en la Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Regional. Su muerte fue declarada el 26 de abril de 2014 y ya en los días previos la comunidad había decidido mostrarle su apoyo con oraciones y encendido de velas, pero también pidiendo una inmediata y ejemplar condena.

En 2015, el caso “Karla Orellano en la causa Tortello, Carlos y otro s/ homicidio agravado por el vínculo en concurso real con lesiones graves -reiteradas- calificadas por el vínculo en calidad de coautores”, terminó con ambos condenados a perpetua. De él se cree que fue quien ejerció la violencia física contra la beba y de ella, que fue responsable de omisión impropia, esto es, que no hacía nada por evitarlo.

Charif Sat, defensor de cámara que pedirá la libertad, y Domingo Fernández, defensor general ante el TSJ.

En el caso de Karla, la defensoría oficial con la que contó en el juicio, en la figura de Santiago Lozada, entendió que no hubo en el fallo de la Cámara Criminal un análisis respecto a la violencia de género en la que habría estado inmersa, sobre el cual existe un informe psicológico.

Así fue que presentaron primero un recurso que fue rechazado por el Tribunal Superior de Justicia y luego un recurso extraordinario ante la Corte Suprema, algo que desde el vamos tenía casi nulas posibilidades de ser aceptado. Sin embargo, sucedió.

A casi ocho años de su detención, Karla recibió este miércoles la noticia: “Ganamos”, le dijeron por teléfono desde la Defensoría de Cámara, que ahora está a cargo de Charif Sat, que en breve solicitará su excarcelación.

Básicamente lo que dice la Corte en su escueta decisión firmada el martes por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, en coincidencia con la opinión previa de la Procuración, es que el caso amerita la anulación del fallo condenatorio y un nuevo juicio, tal como lo marca el precedente casal.

“… se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia apelada. Remítanse los autos al tribunal de origen a efectos de que, por quien corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente...”, se lee.

En declaraciones a La Opinión Austral, el defensor general ante el TSJ, Domingo Fernández, sostuvo que “lo que está diciendo la Corte es que no se valoró la prueba. Casal es un precedente señero porque antes los recursos eran formales, se recurría por cuestiones técnicas, y ahora también los tribunales pueden analizar por cuestiones de prueba”.

Algo clave para la Defensoría Oficial es “la ausencia de perspectiva de género en relación a un hecho que se trata de una violencia intrafamiliar, porque Karla ha sido violentada en su ser mas íntimo y su participación, en este contexto, está totalmente puesta en duda”.

La Corte ordena un nuevo juicio, cuyo tribunal deberá tener otra composición

En septiembre de 2005, la Corte estableció que estaba claro que, tras la reforma constitucional del 94, toda persona condenada tenía derecho a recurrir el fallo en su contra. Fue luego de que un hombre que había sido condenado a cinco años de prisión por robo a mano armada insistiera con que nunca se probó en el juicio que hubiera utilizado ningún arma y que si bien su fin era robar, no lo logró y, por lo tanto, el hecho quedó en grado de tentativa.

La Cámara Nacional de Casación Penal rechazó su recurso y el expediente de don casal siguió camino hasta el máximo tribunal del país, que dijo que la cámara actuó desoyendo la Convención Americana y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, con jerarquía constitucional.

El 20 de agosto de 2014, Abigail ingresó al hospital en los brazos de su papá, que les comunicó a los médicos de guardia que se le había caído mientras la bañaba sobre una mesada. Mientras eso sucedía, su mamá se encontraba en las oficinas de Niñez del Municipio de Río Gallegos, pidiendo la exclusión del hogar para su pareja.

Karla ha sido violentada y su participación está puesta en duda

La familia estaba judicializada debido a la sospecha de que la beba era víctima de golpes y descuidos. La causa de esa intervención la llevaba adelante el juez de Familia Antonio Andrade, que el año pasado dijo, en el ciclo de entrevistas La Mirada, que el caso marcó su carrera.

En ese contexto, se dispuso que hubiese operadoras rotando en turnos de ocho horas para que Abigail nunca estuviese sola con sus padres. Sin embargo, no existe ningún registro por parte de las operadoras que diera cuenta de que la beba estaba en peligro.

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