Hace 10 meses, la vida de Felipe Ramírez Rao (6) dio un vuelco de 360°. Tenía dolores de cabeza, lloraba sin explicación y había comenzado a caminar con las piernas abiertas. Fue estando en Buenos Aires que se cayó de una hamaca y el malestar empeoró. A su regreso a Río Gallegos, no mejoraba e inclusive presentaba inestabilidad al caminar.

En el consultorio oftalmológico y por un control de rutina, la profesional observó que había algo presionando el nervio óptico. Allí fue que Elbio Ramírez y Andrea Rao decidieron viajar de urgencia a Buenos Aires para que su hijo sea nuevamente evaluado (NdR. Ya había recibido atención médica, pero no había recibido diagnóstico certero) en el Hospital Italiano.

Felipe tenía un tumor que le estaba presionando el cerebro. “Es un tumor no muy común pero dentro de los niños lo es, también suele presentarse en adultos. Entre los 3 y 6 años comienzan  los síntomas pero el problema es que cuando aparecen es porque el tumor ya tiene un crecimiento importante. Mientras va creciendo no genera síntoma”, explica Andrea a La Opinión Austral.

El 15 de febrero, durante alrededor de cinco horas fue intervenido por el equipo de neurocirugía oncológica pediátrico, a cargo del neurocirujano Dr. Portillo. Lograron extraer un 98% del tumor.

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ESPERANDO NAVIDAD. Elbio Ramírez y Andrea Rao junto a Felipe celebrarán este 24 un mes de finalización de la quimioterapia.

Entre terapia intensiva y sala común estuvo 20 días internado. “Fue recuperando parte de la deglución, de a poquito se iba notando mejoría y le sacaron la sonda para alimentarse”, señala Andrea. Finalmente, recibió el alta con controles ambulatorios.

Ya con el resultado de la biopsia, la Dra. Patricia Streitenberger les señalaría que había dos noticias. “Era un meduloblastoma, un tumor cancerígeno en grado 4, estaba avanzado. Además, la punción lumbar mostró que había células cancerígenas que se habían trasladado desde el tumor original. La buena noticia era que con un tratamiento agresivo tenía muchas posibilidades de cura. Nos aferramos a eso“.

“Él va a salir adelante, es otra batalla que tenemos que pelear”.
ANDREA RAO

La primera etapa consistió en 30 sesiones de radioterapia cráneo espinal, de lunes a viernes, y un total de seis sesiones de quimioterapia, una por semana.

Cáncer

A fines de 2021, Andrea había sentido una molestia en un ganglio y los resultados de los estudios realizados en Río Gallegos no le habían dado tranquilidad. Viajó a Buenos Aires, donde le diagnosticaron un cáncer de mama, le realizaron una mastectomía, la reconstrucción mamaria y durante nueve meses estuvo en tratamiento. En febrero se encontraban en Buenos Aires ya que se iba a realizar el cambio de prótesis definitiva. Por eso para Andrea y Elbio, la palabra cáncer era conocida, pero esta situación fue diferente.

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JUNTOS. Minutos previos a ingresar al quirófano el pasado 15 de febrero en el Hospital Italiano.

“Con la palabra cáncer lo primero que se viene a la mente es la muerte. Con un hijo cualquier noticia es terrible pero la palabra, si bien nos chocó, no la relacionamos con lo que lo relacionamos con lo mío”, reconoce y agrega que pensaron “lo vamos a enfrentar y él va a salir adelante, es otra batalla que tenemos que pelearEn el momento se te viene el mundo abajo, uno se aguanta cosas pero un niño que estaba disfrutando de hacer su vida de niño… su vida de niño pasó a ser un hospital“.

Tras la primera etapa de tratamiento, se realizó una resonancia y comenzó la quimioterapia de mantenimiento, en total seis con internación, cada 21 días.

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CARIÑO. En la internación pediátrica junto a su enfermeras “fans”.

Para las sesiones de radioterapia, “Feli” tuvo que usar una máscara de protección para la cual eligió al personaje de Ironman y se la pintaron con los colores característicos. Y para quimioterapia, siempre se puso la remera del “Dibu” Martínez porque “me hace sentir fuerte y me recuerda los penales que atajaste ídolo“, le cuenta en una carta que le escribió, y en la que lo dibujó, pero que aún no ha podido hacer llegar a las manos del arquero.

Cuando un paciente finaliza sus sesiones de quimioterapia toca la “campana de la valentía”. Hace un mes, el 24 de noviembre fue el turno de “Feli”. “Es la finalización de una etapa y el inicio de otra, de disfrutar, del vivir. El sonido es una esperanza para el que todavía está en el camino de que en algún momento se llega”, señala Andrea.

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CAMPANA DE LA VALENTÍA. El 24 de noviembre, “Feli” finalizó las quimioterapias e hizo sonar “la campana de la valentía”.

“Felipe es un nene super inteligente, es muy vivo. Ni bien nos internaron vino el equipo de salud mental y nos dio una serie de recomendaciones, es fundamental explicarles todo con palabras que entiendan y hasta donde quieran saber. Antes de cada procedimiento no mentirle, siempre con la verdad”, cuenta Andrea sobre cómo ha sobrellevado la operación, el tratamiento y ahora, la rehabilitación.

La rehabilitación intensiva, la cual se extenderá durante dos meses, es afrontada con ahorros y ayuda de amigos ya que Sancor Salud no la quiere cubrir y hay un recurso de amparo que se encuentra en etapa de apelación por parte de la obra social.

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ÚLTIMA “QUIMIO”. Junto a su oncóloga, la Dra. Patricia Streitenberger.

“Mucha gente se preocupó y estuvo todo el tiempo ayudando, y a su manera, desde su creencia, pedía por “Feli””, comenta su mamá.

“Con un tratamiento agresivo tenía muchas posibilidades”.

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Además, en todo esto ha sido fundamental la ayuda de la familia Cabral Rodríguez, a la cual se encontraron cuando volaron en febrero. El juez Joaquín y la licenciada Gabriela se pusieron a disposición, y al saber los pormenores de lo que sucedía les dieron las llaves de su departamento en cercanías al hospital.

Con el amor de su familia e inspirado en Ironman y el “Dibu”, “Feli” ha atravesado meses durísimos, ha aprendido mucho pero también les enseña a su mamá y a su papá y a muchos más.

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ÍDOLO. En cada “quimio”, Felipe usó la remera del “Dibu”.

“Nos sorprende día a día porque a pesar de todo a él cualquier cosita pequeña lo pone feliz. Tiene momentos en que extraña, extraña a sus amigos, a sus mascotas, fue un cambio de vida importante. Él nos enseña esas pequeñas cositas que uno en lo cotidiano no se da cuenta, ahora está feliz de que no va a haber más ‘quimio’, falta menos para volver a su casa, con sus amigos, sus mascotas, el colegio, este último tiempo notamos que va mejorando y para él saber que terminó la quimioterapia es un alivio”.

ÚLTIMA “QUIMIO. Felipe acompañado con parte del equipo de oncología.

La próxima semana, a “Feli” le van a extraer el catéter del pecho, que ya no es necesario por haber finalizado las quimioterapias. Y a mediados de marzo, tendrá su primer control, también en Buenos Aires.

LA CARTA. De puño y letra, “Feli” le escribió una carta a su ídolo, pero aún no se la ha podido hacer llegar.

Si bien las experiencias con el cáncer como paciente y como mamá son muy diferentes, Andrea señala un punto en común: “No quedarse con una sola opinión profesional“.

En cuanto al cáncer de mama, subraya que “hay que hacerse controles y si hay algo raro que sientan en su cuerpo vayan al médico” y, por otro lado, como mamá, señala que “uno tiene ese presentimiento cuando algo no está bien, hay que estar atenta a los síntomas de los chicos”.

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PULGAR ARRIBA. Elbio, Andrea y Felipe, superando una nueva “batalla”.

Para atravesar el tratamiento de un hijo o hija, sostiene: “Uno saca fuerzas de donde no tenés. Hay una frase que decimos con mi esposo, ‘uno no sabe lo fuerte que es hasta que la única opción que te queda es ser fuerte’. Tenés fe, aferrarse así te digan que hay un mínimo de chances, se sale adelante, hay que tener esperanza”.

Aprendés a que la vida es otra cosa de lo que uno creía que era. Hasta que uno no vive situaciones así hay un montón de cosas que en lo cotidiano, en el apuro, no se da cuenta, te olvidás del 90% de lo que es vivir, del disfrutar, de sentarte a compartir algo con tu hijo. Te das cuenta lo importante que es compartir con el ser que vos amás, tu hijo, tu esposo, tu madre, tu hermana. Nadie tiene la vida comprada. Te das cuenta en estas situaciones qué es lo más importante, no es ni lo que tenés, ni lo que podés hacer. Mi consejo es que disfruten de lo pequeño“.

 

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