Nahuel Herrera tiene 20 años y es nacido en Puerto Deseado, su pasión por el fútbol empezó a los 4 años en el Club Atlético San Lorenzo de dicha ciudad, estuvo en Vélez, Banfield y tras un breve paso por Nueva Chicago, en la actualidad defiende los colores de Deportivo Morón.
Desde niño inició un gran camino en el fútbol. Gracias a sus cualidades como futbolista, a los 11 años fue a probarse a Quilmes junto con un compañero del club. “El papá de un compañero nos filmaba y envió videos a clubes de Buenos Aires”, comentó en su entrevista telefónica con La Opinión Zona Norte el actual jugador de Deportivo Morón.
El desempeño que tuvo en las prácticas llevó a que de Quilmes le ofrecieran quedarse, pero la familia de Nahuel desistió por ser tan sólo un niño.
Desde chico intentó tener un futuro en el que el fútbol estuviera involucrado. Al participar de varios torneos con San Lorenzo, conoció a un preparador físico que lo llevó a jugar en Deportivo UTHGRA en Bariloche. Con ese club hicieron una gira a Buenos Aires, donde enfrentaron a Boca, Vélez, River e Independiente.
En el Fortín fue bien visto, por lo que en medio de la gira decidió volver a Vélez para realizar una prueba. Retornó en noviembre de 2012 y tiempo después “me llamó mi amigo diciendo que me tenía que presentar en Vélez para hacer la pretemporada”, señaló Herrera.
Un accidente fue lo que sucedió en 2008, cuando él y su familia volcaron. Eso permitió que sus padres decidieran acompañar a Nahuel y así trasladarse a Buenos Aires, donde su madre, quien sufrió lesiones graves, también podría realizar su respectivo tratamiento y recuperarse.
Su paso por Vélez
Los primeros meses en Vélez le costó la adaptación al deseadense, pero con la llegada de su familia todo se tornó más fácil. “Los primeros partidos estaba nervioso y tuve que pelearla, después me adapté bien y terminé siendo titular de AFA en 2014”, comentó Nahuel.
En el club de Liniers transitó tres años grandiosos, donde el primer año se destacó, en el segundo año comenzó a incursionar en el puesto de lateral por derecha y en el tercero, terminó el torneo siendo capitán.
Ese último tramo de 2016, con Vélez terminaron primeros en Liga Metro y segundos en AFA. En ese momento e lesiona y se queda con una espina porque desde Vélez, un coordinador decidió dejarlo libre. “Fueron días donde tuve bronca, pero mi ex técnico me llamó y me recomendó en Banfield y otros clubes”, comentó. Su salida del equipo de Liniers no se la esperaba, pero no se iba a rendir, tenía todo para ir a jugar a otro club.
Optó por Ferro, donde no quedó, y fue al ataque por Banfield. “En el Taladro hice dos prácticas de fútbol y quedé, tuve suerte porque necesitaban jugadores en mi posición”, afirmó Nahuel. Ese 2017 en Banfield fue un año complicado, con dos lesiones, una en cada tobillo, que lo tuvieron marginado de las canchas durante varios meses. “En el club optaron por no tenerme en cuenta y pedí el pase”, señaló.
Su intención fue buscar club rápidamente. Lo hizo en Nueva Chicago, pero tras un cambio en la dirigencia y problemas ajenos a Nahuel, desde el club decidieron apartar a 15 jugadores, incluido él.
Nahuel con la camiseta de San Lorenzo, en la cancha Enrique Pino de Río Gallegos.
Deportivo Morón
El Gallito era el club donde Nahuel encontraría esa paz y esa consistencia en el fútbol que tanto buscaba desde chico.
Ya lleva tres años en el club del cual es hincha su padre Sergio y su familia de Moreno, provincia de Buenos Aires. “En Morón me costó adaptarme porque es un club más familiero, pero cuando tuve la oportunidad, la aproveché”, comentó Nahuel, quien hoy se entrena con la reserva de Morón y está feliz por el desempeño que tuvo todos estos años, que le permitió entrenarse con primera en 2020.
El recuerdo de Deseado
Si bien hace casi 8 años no vive en la ciudad santacruceña, su recuerdo está intacto. “Viajo todos los veranos porque tengo mi familia, Deseado para mí es mi casa”, afirmó Nahuel. Los veranos en su ciudad son recorfontantes para él. Visita las instalaciones de San Lorenzo, el club que lo vio crecer. Asiste al gimnasio y juega algún que otro partido con sus amigos.
Inolvidables son aquellos torneos en los que defendió los colores azulgranas. La foto insertada en esta nota corresponde a un Torneo Evita realizado en Río Gallegos. “Siempre que voy a Deseado, voy a entrenar al club, estoy re agradecido con ellos, San Lorenzo es mi familia”, comentó emocionado el jugador de Morón.
Actualidad
Luego de meses de haber entrenado en el departamento de 3 ambientes en el que vive con su madre, padre y hermana, pudo comenzar a practicar con un profesor en el parque Avellaneda. Además, se entrena con la reserva de Morón vía Zoom. Está esperando el llamado para entrenar con Primera división, ya que los equipos de la Liga Profesional de Fútbol y de Primera Nacional pueden realizar actividades en grupo en sus clubes.
Por otra parte, Nahuel continúa perfeccionándose y estudia el tercer año de la carrera de Kinesiología en la Universidad de Hurlingham.
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