Hace diez años, Marcela Moreno estaba planeando visitar por tres meses a su hijo que vive en Europa. Por precaución, se realizó un control médico antes de viajar, pero los resultados no salieron bien, motivo por el cual los repitieron y se confirmó el diagnóstico de cáncer de mama.

“Cuando me enteré que lo mío era cáncer, no sabía que los cánceres tenían cura, que se sobrevivía, creí que hasta ahí había llegado”, cuenta Marcela a La Opinión Austral.

“No tenía información de nada, fui haciendo lo que los médicos me decían. No sabía si había esperanzas hasta que conocí Buen Día Vida y me ayudó muchísimo”, señala sobre el grupo de mutua ayuda de pacientes oncológicos que cumplió 24 años de actividad.

Sentía que estaba sentando precedentes, que nadie había pasado por esto”, explica sobre sus primeras sensaciones y agrega que fue un período “de mucho miedo, mucha angustia e incertidumbre, fue duro, a veces peor y otras veces por ahí se me olvidaba”.

Después del cáncer hay una vida normal y, a lo mejor, mucho más feliz

“Mi familia es muy unida y me apoyaba desde el desconocimiento, decían mentiras para hacerme sentir bien, pero en el grupo al que asistía sabían de lo que hablaban, ahí fue diferente, ahí me cambió todo”, señala.

En compañía

Marcela recuerda cómo fue la primera reunión de la que participó. “El día que llegué había más de 20 personas, se fueron presentando y cuando terminaron, yo que llegué hecha una piltrafa, sin parar de llorar, quedé muerta de vergüenza viendo gente que estaba en peores condiciones que yo y le ponía todas las garras. Ahí fue mi primer cambio de actitud”.

Reconoce que el cáncer “es un tema sobre el que a ninguna persona sana se le ocurre investigar y aprender algo, nunca se me hubiera pasado por la cabeza: Uh, voy a tener cáncer en el futuro. No es un tema que está en uno, hasta que está”.

En este proceso, destaca que aprendió muchísimo. “Mis compañeros me enseñaron mucho con las actitudes y soy diferente, me valoro más yo, lo que quiero, lo que tengo ganas. Me cambió la vida totalmente”.

En el Mes de Sensibilización sobre el cáncer de Mama, su recomendación para quienes hoy transitan el diagnóstico de cáncer: “Acérquense a la gente que sabe del tema, que lo está viviendo, que lo sobrevive, somos muchos los que estamos de alta, son las personas que más lo pueden ayudar. La familia aporta mucho amor, pero desconoce. Que te hable una persona que ya pasó por lo mismo te da tranquilidad”.
Cerrando, afirma: “Después del cáncer hay una vida normal y, a lo mejor, mucho más feliz que la anterior”.

 

¿QUÉ TIPO DE TRATAMIENTO HAY PARA EL CÁNCER?

La radioterapia consiste en utilizar radiaciones ionizantes (rayos) para destruir las células tumorales. Se acude a este método para reducir el riesgo de que el cáncer aparezca nuevamente en la mama o en los ganglios, lo que contribuye a aumentar las posibilidades de curación. Este tratamiento se realiza de lunes a viernes y dura aproximadamente 6 semanas, en sesiones de 15 o 20 minutos.

La sesión de radioterapia dura 15 o 20 minutos.

Mientras se lleva a cabo el tratamiento, la piel de la zona que recibe los rayos puede ponerse roja, seca y puede picar. La mama puede sentirse pesada y tirante. Esas molestias se van con el paso del tiempo.

Durante el tratamiento es aconsejable usar ropa suelta de algodón para no causar dolor en la piel. También debe tomarse precaución antes de usar desodorantes, lociones o cremas sobre el área irradiada. Una vez que finaliza el tratamiento, la piel se cura lentamente.

Por otra parte, el tratamiento sistémico es la terapia en la que se usan medicamentos que se distribuyen por todo el cuerpo. Su objetivo varía según la situación de la paciente. Cuando se administra después de la cirugía, se llama adyuvancia y busca eliminar células que puedan haberse diseminado antes del diagnóstico y disminuir las posibilidades de que el cáncer vuelva. A veces se usa antes de la cirugía, para reducir el tamaño del tumor y hacer la operación más sencilla, esto se llama neoadyuvancia.

Cuando hay metástasis, se emplea para achicar su tamaño, morigerar los síntomas que ellas ocasionan y mejorar la calidad y la expectativa de vida. El tratamiento sistémico puede incluir quimioterapia, hormonoterapia y/o terapia molecular. (Fuente: INC)

¡NO TE PIERDAS LA PRÓXIMA NOTA!

En el marco de la campaña iniciada por el Grupo La Opinión Austral, cada lunes y jueves de octubre, Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, se publicará una nueva entrevista en la edición impresa de La Opinión Austral, en laopinionaustral.com.ar y en redes sociales.
El próximo jueves no te pierdas la entrevista a Irma Montiel.

 

 

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