Son las tres de la tarde del 20 de enero. La vecinos de El Calafate aprovechan las buenas temperaturas y salen a pasear por el centro. De repente, ven un gran despliegue: ambulancias y autobombas cruzan la avenida del Libertador hasta la Comisaría Primera.

Una columna de humo negro salía por la parte de atrás del edificio. “Creo que es un motín” escribió un vecino en un grupo de WhatsApp, adjuntando una foto sobre los movimientos que había.

Apenas una hora antes, el comisario a cargo de la dependencia se había ido y luego debió volver: una persona privada de su libertad atentó contra su vida prendiendo fuego un colchón, estaba gravemente herida y debió ser llevada de urgencia al SAMIC. Otra ambulancia llevó a un cabo primero que trató de sofocar las llamas.

El caso tiene como protagonista a Maximiliano Kiorcheff, un hombre de 34 años, oriundo de Salta que estaba procesado con prisión preventiva por un robo que, a prima facie, había cometido tiempo atrás en la localidad.

En la madrugada del 22 de enero, su cuerpo con el 90 por ciento de quemaduras dijo basta y, pese al intento de los médicos, falleció en el centro asistencial de la ciudad de los Hielos Eternos.

 

El caso dio que hablar en grupos de WhatsApp.

 

Sus restos hoy descansan en la provincia de la que es oriundo, gracias a una gestión del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Cruz pero, pese a que la causa fue caratulada como “suicidio” por el juez Carlos Narvarte, hay varios indicios que darían cuenta de una muerte evitable.

“Lo único que queremos saber es qué pasó ese día en la Comisaría Primera”, aseguró una familiar de Kiorcheff en declaraciones a La Opinión Austral.

Ella es integrante de las fuerzas federales en El Calafate y, por temor a represalias, no quiso que su nombre sea publicado.

La Comisaría Primera está ubicada en uno de los ingresos a El Calafate, en la avenida Del Libertador. Justo enfrente se encuentra la Unidad de Bomberos, pero nadie habría visto nada.

El video que da cuenta del inicio del incendio al que tuvo acceso este diario fue filmado a las 14:30, pero recién a las 15:00 fue cuando la Policía dio aviso a Bomberos. Es decir, con 30 minutos de demora. Minutos esenciales para cualquier persona que se debate entre la vida y la muerte.

Fuentes consultadas indicaron que los efectivos tardaron en encontrar la llave para poder entrar y salvar a Kiorcheff. Además ese calabozo no está a la vista, sino que está a diez metros de distancia de quien está a cargo de controlar.

 

Una versión indica que los policías tardaron en encontrar la llave para ingresar al calabozo

El hombre fue llevado de inmediato al hospital. “Señora, a él lo dejaron quemarse”, le aseguró un médico a la familiar del ahora fallecido, situación que la dejó anonadada.

La semana anterior, el hombre se había cortado las venas en su reclamo porque lo trasladen a otra dependencia policial. Como todavía no estaba condenado, no dependía del Servicio Penitenciario Provincial, por lo que tenía que pasar sus días en ese calabozo en el que apenas entraba el colchón de una plaza.

Kiorcheff pedía el traslado por las condiciones en las que se encontraba y porque había presentado denuncias por presuntas “torturas” que nunca llegaron a las manos de la Justicia.

Hace seis años, en enero, la Cámara Oral de Río Gallegos hizo inspecciones en las cárceles y comisarías de Santa Cruz.

En Calafate, el juez Joaquín Cabral, junto a Narvarte y el entonces jefe de la dependencia policial firmaron el acta en la que se aseguraba que los calabozos de la Comisaría Primera eran inhabitables y lo elevaron al Tribunal Superior de Justicia.

 

La Cámara había elevado un acta al Tribunal Superior de Justicia por el estado de los calabozos

El problema es estructural: los calabozos apenas miden lo mismo que el colchón y, como se sabe, no se puede juntar a contraventores con personas que están afrontando un proceso judicial de cualquier índole, pero eso nunca fue resuelto.

 

Las paredes del calabozo donde Kiorcheff se prendió fuego, con las marcas de hollín.

Si quieren hacer un juicio, lo ganan”, indicó una fuente judicial consultada sobre la familia de Kiorcheff. Asimismo, este diario pudo saber que los allegados esperan retornar a Calafate y ya se contactaron con un conocido abogado de Buenos Aires para iniciar la causa.

Los interrogantes principales que se hacen: “¿Era evitable? ¿por qué la Policía tardó en actuar?”

 

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