Por Juan I. Martínez Dodda

“Ser o no ser fina; esa es la cuestión”, podría decirse hoy, parafraseando la frase de Hamlet en la obra homónima de William Shakespeare, al pensar el mercado lanero mundial. Siempre la lana más fina estuvo mejor remunerada que la más gruesa, está claro.

Pero hoy las lanas de menor micronaje tienen un plus de calidad que se potencia con la posibilidad de las certificaciones ambientales y de bienestar animal. En este sentido, la Patagonia Argentina tiene grandes ventajas.

Santa Cruz Produce consultó referentes vinculados a la producción lanera para establecer algunas pinceladas del presente y futuro de la actividad mientras discurren las primeras esquilas pre parto de fin de invierno y comienzo de primavera.

Las lanas están bien de calidad, pero más cortas, por ende, con vellones más livianos, debido al año extra seco que sucedió al duro invierno 2020 y dejó animales fuera de su estado óptimo”, resumió el presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), Miguel O´ Byrne.

Y agregó: “Al no estar las ovejas preñadas en óptimas condiciones corporales y al no haber pasto nuevo primaveral, impactará otra vez negativamente en la producción de corderos”.

Gonzalo Sánchez, administrador de la estancia Chali Aike, terminó la esquila preparto hace un par de semanas. “El clima nos viene jugando una mala pasada”, coincidió y ratificó: “Genera problemas de alimentación y en la cantidad de corderos, también afecta la cantidad de lana, y con una oveja débil habrá que ver cómo llegamos a las pariciones”, explicó Sánchez.

Gonzalo Sánchez.

La cantidad de lana, “está en directa relación con la alimentación, está comprobado que si las ovejas comen menos destinan ese poco alimento a ellas y no a producir lana, afectando la producción pero también algunos atributos de calidad”.

De Neuquén a Tierra del Fuego, salvo algunas zonas costeras de Chubut, la sequía ha sido importantísima y en muchos lugares la oveja nunca se recuperó desde el invierno de 2020”, opinó el productor y referente de Ovis 21, Ricardo Fenton.

“En muchos campos de la red (Ovis 21) tuvimos que suplementar estratégicamente porque las madres no alcanzaban la condición corporal mínima”.

Ricardo Fenton.

“La baja condición corporal durante la preñez y el parto tiene, como consecuencia, malas condiciones para sobrevivir, y corderos con menos kilos de carne, y en el caso de la hembra, si la madre está con restricciones, la hembra que nace no va a tener un buen desarrollo de folículos primarios y luego secundarios, que son los que determinarán la cantidad de lana que tendrá ese animal, o sea, que ese momento de gestación deja una marca para toda su vida”, sentenció Fenton.

Precios estables

Aún pandemia mediante, los precios no han sido tan malos para la lana en el mundo, incluso, los precios internacionales viene atravesando tiempos de estabilidad los últimos años.

“Vemos que los precios son muy buenos en general a nivel histórico”, Luego del primer impacto del Covid, el precio se recuperó “en parte gracias a la venta on line, la utilización de la lana para ropa deportiva y outdoor, primera y segunda piel”, contó, desde Italia, el argentino Guillermo “Willy” Gallia, referente de Sustentabilidad del Grupo Schneider.

Guillermo Gallia.

Gallia advirtió que “hoy los precios transitan una estabilidad al límite, puesto que si suben más la industria empieza a reemplazar la lana por otras fibras sintéticas, algodones, etc.”.

Fenton coincidió que desde 2012 el mercado lanero atraviesa cierta estabilidad y apuntó que “comparado con 2020, el mercado recuperó un 40% de lo que había perdido”. Aunque Fenton advirtió que “desde Australia, que marca la cancha en estos temas, dicen que hay problemas de fletes internacionales, porque no les llegan los despachos a China y Europa a tiempo y se retrasan los pagos”.

Sánchez apuntó que “en líneas generales los precios están bien, sobre todo para las lanas finas”. “Entre 16 y 19 micrones van a seguir siendo lanas de muy buen precio, ahora bien, cuando vas a lanas gruesas, por ejemplo, usadas para alfombras, ahí se cae”, contó Sánchez.

La lana por debajo de los 20 micrones se vende a USD 5, mientras que la más gruesa, sólo a USD 2

Y apuntó que lanas por debajo de los 20 micrones se pagan 5 dólares, pero las más gruesas están en 2 dólares y las de más de 30 micrones se pagan menos de 1 dólar.

Certificaciones y calidad

Mirando el mediano y largo plazo, entre los temas interesantes, Gallia contó que en la última reunión del grupo (Schneider tiene cuatro peinadurías en el mundo: Italia, Argentina -en Trelew-, China y Egipto; además de dos plantas de cashmire en Mongolia e Irán) que tuvieron en septiembre, la Wool Connect Comunity, emergió, como tema principal y tendencia, la demanda fuerte de lanas con certificación.

“Hoy se pagan sobre precios de 5 y hasta 10% por lanas certificadas, nosotros estamos convencidos que es el camino”, dijo Gallia, y agregó: “Argentina tiene una gran oportunidad en el bienestar animal y producción ambientalmente sustentable”.

La lana, “es una fibra que en contacto con tierra, aire y agua se degrada en seis meses, no contamina, es acústica, tiene bondades que no se pueden lograr con las sintéticas, y por eso es muy valorada en el mundo por aquellos que piensan en el ambiente”, opinó Sánchez.

Sólo el 3% de la fibras que se comercializan en el mundo son lana, el resto es algodón, sintéticas, etc.

Los ovejeros esperan que aparezca la lluvia para mejorar la alimentación de los animales

Pero hoy, los ovejeros miran al cielo esperando alguna bendición de primavera. Es fundamental que llueva por estas semanas en donde se darán las pariciones, nuevos corderos y hembras.

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