Oriundo de Villa Devoto, Fabián González Balsa (54), ordenado en 1994, fue elegido administrador diocesano de Río Gallegos.

“Querida diócesis de Río Gallegos, habiéndose reunido el Consejo de Consultores/Presbiteral para elegir al administrador diocesano, les queremos compartir que ha sido elegido el padre obispo Fabián González Balsa. Recemos por este tiempo providencial”, informó el padre Fabián Gili este lunes mediante las redes sociales de la diócesis.

De acuerdo al Código de Derecho Canónico, como había adelantado monseñor Jorge García Cuerva, desde el sábado pasado arzobispo de Buenos Aires, nueve sacerdotes elegidos por él, entre ellos González Balsa, reunidos en Consejo de Consultores, debían elegir al administrador diocesano.

 

“La responsabilidad va desde lo más práctico hasta lo pastoral”, manifestó González Balsa. Foto: José Silva/La Opinión Austral

“La responsabilidad va desde las cosas más prácticas como también las pastorales, acompañar la vida hasta que el santo padre, el papa Francisco, nombre un obispo para esta diócesis”, manifestó el ahora administrador diocesano en diálogo con La Opinión Austral.

Recorrido

Desde su ordenación en la década de los noventa, González Balsa inició su camino como sacerdote teniendo como primer destino la parroquia Nuestra Señora de Balvanera (santuario de San Expedito), luego pasó por Santísima Cruz y la basílica de Santa Rosa de Lima.

Más adelante arribó a la provincia de Santa Cruz para sumarse a las comunidades de Puerto San Julián y Gobernador Gregores, y tiempo después a Cristo Rey y Santa María de los Ángeles en Buenos Aires. En 2018 regresó a la diócesis de Río Gallegos y fue nombrado párroco de San José, de Las Heras.

 


El 16 de mayo de 2022 recibió el llamado desde la Nunciatura Apostólica informándole que el papa lo había elegido obispo titular de Mascliane y auxiliar de la diócesis de Río Gallegos. “Es un baldazo de agua fría. Fue una mezcla de emoción, de gratificación, reconocimiento, mucho miedo, julepe, te da cosa”, había expresado a este medio en una entrevista previa a su ordenación episcopal el 17 de septiembre del año pasado.

Ahora, a menos de un año de haberse convertido en el primer obispo auxiliar de la diócesis que conforman las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, el obispo González Balsa tendrá una nueva responsabilidad, hasta que se conozca la decisión del papa Francisco en cuanto a la designación del nuevo obispo para “La diócesis del fin del mundo”.

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