“En sus últimos días llegó a escuchar mensajes de pronta recuperación de su hermana, pareja e hijos”, contó Walter Barrientos, enfermero de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional.

La partida de Paola “dolió porque era joven”, contaron sus compañeros.

Virginia Paola Toledo tenía 40 años y se contagió de coronavirus fuera del nosocomio. Estuvo más de 20 días internada y los últimos en sala COVID, pero una descompensación respiratoria terminó con su vida.
La trabajadora se desempeñaba en el área administrativa contable del hospital y se convirtió en el primer fallecimiento de personal hospitalario.

La noticia impactó en sus compañeros que, pese a que todos los días están acostumbrados a luchar cara a cara con el virus, la despidieron con gran pesar ya que formaba parte del equipo, como todas las áreas.

Al mediodía, como parte de la tradición cuando ocurre un deceso de alguien que trabaja en el Hospital, encendieron las sirenas de las ambulancias.

Apostados en el ingreso a la Guardia, los móviles permanecieron encendidos durante el “sirenazo”, mientras todo el personal rodeó el Hospital. Así, le dieron el último adiós a Paola.
Walter contó a La Opinión Austral quién era ella y cómo se sucedieron los hechos.

Paola estaba en una zona del Hospital donde los pacientes pueden estar charlando. En un momento se descompensó repentinamente y les avisaron a los enfermeros de Terapia Intensiva que la paciente llegaba descompensada respiratoriamente.

Llegó y le colocaron el respirador: “Cuando terminamos el ingreso nos dimos cuenta que era una compañera de trabajo del Hospital”, recordó Walter.

Contó que, más allá de que el trato es igual para con todos los pacientes y no se hacen diferencias, “la energía era otra”.

Por su edad, porque era joven, porque era mamá, entonces todos ponían su energía en ella. Los kinesiólogos duplicaron sus tareas y enfermería hacía todos los turnos. “Quedó muy marcada la terapia con su partida”, señaló consternado el enfermero a LOA.

Además, contó que pudieron hacerle oír a Paola los audios que le mandaba la familia. Ella reconoció sus voces.

Walter trabaja en el servicio de Terapia Intensiva y estuvo más de 20 días con ella. Paola era paciente positivo por coronavirus y se recuperaba de la situación, pero tenía otras enfermedades asociadas que complicaron su salud.

“Al virus lo buscamos”

En otro tramo, el enfermero dialogó con Radio LU12 AM680 y contó cómo es el panorama en el Hospital Regional.

Explicó que se trata de dos meses arduos donde las tareas se potenciaron al máximo y el personal sanitario está agotado.

Necesitamos que la gente se concientice, estamos trabajando sin parar desde el brote, si no encontramos conciencia va a llegar el momento en que nos vamos a cansar y no hay nada que pueda combatir el cansancio del personal de salud”, explicó.

Tal como lo dijo tiempo atrás el exministro de Salud, Juan Carlos Nadalich, Walter indicó que “el virus no te va a tocar el timbre, al virus lo buscás vos”, sea consciente o inconscientemente.

El enfermero, preocupado por el panorama que reflejan las postales de Río Gallegos en el centro local y en la costanera, mencionó que al virus “lo salimos a buscar a la calle, a la ría, al centro, salimos a encontrarlo y nos chocamos con ese virus”.

Hizo referencia a los jóvenes, que muchas veces transitan el virus sin síntomas, pero sí contagian a los mayores que después terminan hospitalizados.

El trabajador ingresa a su turno a las 22 horas e intenta finalizar a las 6 de la mañana, pero si no hay relevo o no alcanza, se queda hasta las 2 de la tarde.

“Pero ya no tenés la misma energía, las guardias de enfermería no duermen, están constantemente con los pacientes. Tratás que no te pegue lo emocional, tratás, pero un caso como el de Paola sí”, profundizó.

“Si queremos que esto termine pronto, cuidémonos”, pidió el personal de Salud.

Su caso fue particular porque las familias se conocen y es una compañera joven de trabajo. “Son muchas cosas que se suman y esperás que termine bien, pero no se da a veces”, agregó.

Walter explicó que buscan el momento de tranquilidad que aún no llega. Trabaja hace más de 28 años y vivió el cólera en el norte del país, la gripe A en Santa Cruz y ahora la pandemia.

Para finalizar, dejó un mensaje de consciencia a los vecinos y sentenció: “Por favor, esto va a ser eterno si ustedes no se cuidan. Nadie se sorprende de lo que pasa en estos momentos y todas las juntadas que vemos, ese chiste nos está saliendo muy caro, la gente de salud se está cansando, hace dos meses que trabajamos sin parar”.

Leé más notas de Nazarena Malatesta