Luego de 14 días de intensa búsqueda, personal de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Provincial logró dar con el cuerpo de Javier Barría, el bombero de Gobernador Gregores que estaba desaparecido en el lago Cardiel desde aquel 27 de febrero, cuando fatídicamente un grupo de kayakistas fue arrastrado por las gélidas aguas durante un temporal.

 

De acuerdo a fuentes policiales consultadas por La Opinión Austral, se pudo establecer que fue cerca de la una de la tarde del domingo, durante las tareas de rastrillaje, cuando algunos efectivos notaron una “mancha oscura” flotando sobre el lago.

 

El lugar donde se encontraba flotando el cuerpo queda a 2.300 metros de la bahía del Griego y a 2.000 metros del Centro Operativo Acuático, desde donde se coordinaban las tareas para encontrar los restos de Barría.

 

 

Una embarcación de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Provincial se acercó al lugar y los agentes lograron confirmar que se trataba de una persona que se encontraba en posición cúbito ventral, es decir, boca abajo, pero con la cara hacia un lado.

 

El cuerpo fue llevado a la orilla del lago Cardiel y los familiares debieron reconocer que se trataba del hombre que estaba siendo intensamente buscado.

Luego, por orden de la jueza de Instrucción de Puerto Santa Cruz, Noelia Ursino, se dispuso la autopsia correspondiente.

 

Al cierre de esta edición, los restos de Barría estaban siendo trasladados a la Morgue Judicial de Río Gallegos para ser sometidos a la necropsia y determinar, fehacientemente, las causas en las que el bombero perdió la vida.

 

El cuerpo del bombero era trasladado a Río Gallegos para que le realicen la autopsia

 

Cabe remarcar que eran treinta los efectivos de las distintas fuerzas de seguridad, seis embarcaciones y el robot no tripulado de la Armada quienes compusieron el operativo de dos semanas.

 

El hallazgo del cuerpo de Javier se suma a los tres fallecimientos de esa trágica jornada: Daniel Barría -presidente del Concejo Deliberante local-, Elsa Martínez -vecina de Gregores- y Marilena Bossio -veterinaria de 26 años que había venido al sur en busca de trabajo-.

 

Las tres primeras víctimas fueron confirmadas durante la jornada que enlutó a toda la localidad santacruceña. En tanto, en las semanas siguientes personal de Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, el Ejército Argentino, la Policía de Santa Cruz y demás instituciones se abocó de lleno a encontrar a Javier.

 

El joven bombero era hermano de Daniel -víctima de la tragedia- y Claudio Barría, diputado provincial que logró sobrevivir ese día. Los tres hermanos se habrían lanzado al agua cuando comenzó el temporal sobre el lago para rescatar a su sobrino, Mateo -de 8 años-, quien corría peligro.

 

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