En Río Gallegos, Lito Paredes dejó su huella durante la década de los noventa, en principio, cuando venía junto al recordado grupo S-26 (A Mi Soledad, De la Calle), para tocar en el inolvidable concurso La Casa por la Música. Y luego cuando, una vez aquí, integró la banda Encrucijada, que lo tenía al recordado Eduardo “Yito” Guisande como guitarrista y también compositor.

 

 

En nuestra ciudad hizo grandes amistades, gente que al día de hoy sigue sus pasos, convencida de que algo bueno va a encontrar en sus creaciones. Luego, cuando ya amanecía el nuevo siglo, decidió ir a estudiar música a Bahía Blanca y, como no podía ser de otra manera, fue sumando amigos y un cada vez más amplio repertorio de temas.

 

 

Tal vez por eso no resulte casual que en este álbum haya decido incluir “Cantar”, tema donde nombra a “Yito”, Julio Hernández (músico bahiense), a Félix Camejo (reconocido vocalista de Corcel Negro, entre otras bandas de 28 de Noviembre) y al “Guaja”. Una muestra de las amistades que no olvida y reivindica toda vez que puede.

 

El disco ha sido producido por el mismísimo Eduardo Guajardo y se puede decir que es muy variado en estilos. Pasando del chamamé (“El Viejo Jubilado”) al tinku (“Tinku Pal Niño del Sur”); de la chacarera (“Chacarera de los Mineros” -de Guajardo-) al formato canción, como la mencionada “Cantar”.

 

 

Un trabajo excelente desde la grabación (estudio de El Calafate) a la masterización (concretada por Daniel Ovié); de la elección de canciones a los arreglos de las mismas. Es un disco de gran nivel musical. En este sentido, es destacable la tarea de Rodrigo Haro (guitarra y voces), director musical de La Salamanca Austral (a la banda la completan Sergio Álvarez en batería, Valentín Altuna en bajo, Félix Colque en batería y percusión y Brian Haro en teclados) y compañero de Lito durante los últimos años.

 

Al menos un motivo tiene cada una de las canciones para sobresalir. Algunas porque están marcadas por la vida de Lito en Río Turbio (la intensidad de “El Tren”, que hace algunos años hizo en vivo en AM680), otras por su estadía en Bahía Blanca (“Solcito de Otoño”), la genial “Pequeña Canción Alegre y Optimista” o “El Futuro es Hoy”, donde narra un violento episodio sufrido por él y otros maestros durante una manifestación en la Cuenca.

 

 

Pero, más allá del hermoso tinku, que también hizo en nuestra ciudad cuando tocó poco antes que llegara la pandemia, sobresale “Como un Atardecer”, compuesto hace casi 4 años, que fue elegido como corte de difusión (es el que abre el disco) y hasta tiene video en el que se lo observa a Lito bajo la inmensidad del cielo en 28 de Noviembre, donde vive actualmente con su pareja y dos hijas. Finalmente, decidió incluir “Entre Vientos”, cuya letra es en colaboración con el periodista Claudio Álvarez.

 

Se trata de un álbum a la altura de grandes discos de autores santacruceños y, aunque sabemos que no son muchos, a la vez no se parece a ninguno de ellos. Y eso también tiene un valor.

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