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El Aeropuerto de Río Gallegos estuvo parado por 24 horas, en las que todos los vuelos y operaciones aéreas quedaron suspendidas tras la avería de las dos autobombas especiales y esenciales para el aterrizaje de aviones en la pista. Las máquinas deben estar a disposición si o si en el aeropuerto ante cualquier tipo de emergencia, es por ello que inmediatamente comenzó el operativo para buscar el repuesto necesario, con el detalle de que el mismo estaba en San Carlos de Bariloche, Río Negro.

Ahí entró en escena la labor de Francisco Martin y su compañero Marcos Giraldez, los dos pilotos del Aeroclub de El Chaltén que tuvieron la misión de recorrer los aires para traer el repuesto. Ambos estaban asentados en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, y desde allí comenzó su travesía al sur.

Marcos y Francisco vivieron una experiencia profesional inolvidable.

La Opinión Austral entrevistó en vivo a Francisco, quien está junto a Marcos en Bahía Blanca, ya casi finalizando el viaje de regreso a San Nicolás. En el reportaje, contó cómo fue el viaje hasta Bariloche y luego hacia Río Gallegos, donde justo tocaron días de mucho viento para volar.

El primer destino fue Bariloche, donde arribaron el viernes muy temprano tras salir desde San Nicolás a las 7 de la mañana. Llegaron a las 12:40, retiraron el repuesto y siguieron viaje a Comodoro Rivadavia a las 13:50. Arribaron a la ciudad chubutense a las 16:30 y los recibió Leonardo Altamirano, jefe de la Región Aérea Sur. Según contó Francisco a La Opinión Austral, esta parada fue un desafío ya que antes de arribar los sorprendió una tormenta de arena, que finalmente pudieron sortear exitosamente. “Hicimos combustible y seguimos destino a Río Gallegos”, relató.

“Despegamos a las 17:20 con destino a Río Gallegos donde aterrizamos a las 20:20, habiendo abortado dos aterrizajes por el viento que había”, contó Francisco, quien brindó detalles de cómo fue esta maniobra en el vivo que se transmitió por el Instagram de LOA.

La avioneta fotografiada desde tierra. Fotos: Gentileza Jorge Quaglini

El viento sin duda fue el mayor obstáculo durante el viaje, pero no evitó que pudieran finalizar su cometido. “Los vientos en Comodoro eran de 32 nudos con ráfagas de 47 nudos, que estos últimos equivalen a 87 km/h de viento. Y en Río Gallegos teníamos ráfagas de 52 kts que equivalen a 96 km/h”, explicó Francisco.

La cabina, en pleno vuelo.

Tanto Francisco como Marcos son pilotos comerciales. El primero, además de ser piloto comercial de avión, es contador. “Mi padre es Federico Martin, ex piloto de Gendarmería Nacional de Pilatus Porter (aeronave), experto en aterrizajes en glaciares y montañas con patines”, contó acerca de su padre, quien se retiro en el 84 pero claramente dejó el legado en su hijo. “Ahora vive en El Chaltén con mi madre y mi hermana”, contó.

De allí es donde comenzó su trayectoria profesional. “Por este motivo es que conocí al Aeroclub de El Chaltén y gracias a la aeronave del socio alcancé las horas para tener la licencia comercial”, contó Francisco, que es nacido en El Calafate.

Sobrevolando Sierra de la Ventana, de regreso a San Nicolás.

Marcos por su parte es piloto comercial y estudiante de Controlador Aéreo en el CIPE (Centro de Instrucción Perfeccionamiento y Experimentación de Ezeiza). “Nosotros somos compañeros del curso de piloto comercial en el año 2018 en la Escuela Técnica de Aviación Profesional de Vicente López”, comentó Francisco.

En cuanto a la aeronave en la que realizaron la operación, se trata de un Cessna 337 Superskymaster bimotor de 420 caballos de fuerza.

El recibimiento en el Aeropuerto de Río Gallegos.

Acerca del Aeroclub de El Chaltén, Francisco hizo un pedido especial durante el vivo de Instagram con La Opinión Austral: “El avión tiene el corazón en El Chaltén, y estamos esperando el hangar (lugar utilizado para guardar y mantener aeronaves), para dejarlo basado ahí y poder prestar servicio más rápido y tener una capacidad de respuesta más rápida que la que tuvimos en esta oportunidad”, indicó el piloto.

Asimismo, destacó “la unión de las instituciones, el trabajo en equipo” durante este operativo, a la vez que anheló que se “mejore la infraestructura del Aeropuerto de El Chaltén y que se transforme e un aeródromo público”. “Es inminente que el asfalto llegue por las maravillas naturales que hay ahí, el turismo, la evacuación sanitar y la extinción de incendios forestales que es uno de los hitos de la creación de esa pista”, destacó.

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