Fue en 2007, el 19 de noviembre, durante la celebración del mundial de rugby en Francia cuando Argentina ganó un bronce que la convirtió en un nombre de peso en el rugby mundial.

Hasta ese momento, en la lista de preferencia de los argentinos estaban el fútbol, el tenis y el basquet, pero llegó el rugby, considerado deporte de élite a moverles el corazón.

El rugby es herencia de los inmigrantes británicos, no tenía subvención gubernamental y existen 574 clubes en la capital y en la provincia. Muchos de los jugadores desarrollan carrera en Europa, justamente por la falta de una liga profesional.

El semillero de grandes nombres del rugby son Los Pumas, la selección nacional argentina, quienes encarnan valores como la esperanza, la pasión y la garra necesaria para persistir hasta ganar. Esa es una de las historias que puedes conseguir en www.chile-casino.cl y que vale la pena revisar.

¿Pero cómo la nación cuna del fútbol, termina siendo una fuerza internacional del rugby?. Un experto lo explica de esta manera “el rugby es el hijo del fútbol y el padre del fútbol americano”.

Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, tenían un torneo mundial solo para ellos llamado Tres Naciones, y en 2012 incluyeron a Argentina, por los avances que se han logrado en este campo. El campeonato ahora se llama Cuatro Naciones.

¿Quiénes han sido los motores de este despegue?

Agustín Pichot es el símbolo viviente del rugby latino. Escaló tan alto que desde 2016 fue vicepresidente de World Rugby. Pero antes de ser ejecutivo de altísimo nivel, fue medio scrum en Los Pumas.

En su casa el rugby era cuestión de familia, porque estaba con dos hermanos en el Club Atlético San Isidro. Al evolucionar su juego, le correspondió migrar para hacerse profesional, y comenzó a jugar en el club Richmond, donde alcanzó a ser capitán en apenas dos temporadas. Allí se hizo reconocido en Europa.

Con la selección participó en cuatro Copas del mundo, incluyendo aquella famosa de Francia 2007, que partió la historia en 2 para Argentina.

Jugó durante 2003 con el Stade Français de París, donde fue titular. Luego pasó al Barbarian Football Club desde 1996 hasta 2012.

Ha sido laureado con el premio Konex de platino como mejor jugador de la década, en 2000 y 2010. También está incluido dentro del Salón de la Fama de la World Rugby.

Le sigue los pasos el doctor Felipe Contepomi, quien fue un renombrado jugador de centro y de apertura en Los Pumas, con quienes jugó una media de 87 partidos.
Ejerció como capitán y fue mencionado como máximo anotador con 651 puntos en esos 87 partidos.

Estuvo en Irlanda entre 2003 y 2009 donde se incorporó al Leinster Rugby, ganando con ellos la Copa Heineken 2009. De manera simultánea, estudió medicina en Dublin y obtuvo su título como doctor.

Entre los reconocimientos que recibió Contepomi están el Konex como diploma al mérito en 2010, y ya para 2020 el Konex de Platino por haber sido mejor jugador entre 2010 y 2019. También ganó su puesto dentro del Salón mundial del rugby.

Otras leyendas

El tercer nombre mítico en el rugby latinamericano también pertenece a un argentino, esta vez a Juan Martín Hernández. Jugaba como centro y como apertura.

En su familia también hay genética deportista, con una hermana llamada María Hernández, medallista olímpica en tres oportunidades y campeona mundial de hockey sobre hielo, así como un tío, Patricio Hernández, integrante de la selección nacional de fútbol.

Militó en Los Pumas, y terminó su carrera con Jaguares. Se retiró en 2018.

Rodeado de escándalo, aparece un cuarto nombre, el de Pablo Matera. Este argentino ha sido contabilizado como el número 9 dentro de los 50 jugadores más influyentes del rugby mundial.

Fue líder de la selección de Argentina, participó con ellos desde que tenía 20 años y no dejó de mejorar en el terreno de juego. Tanto que capitaneó el equipo cuando derrotó a Los All Blacks, lo cual fue un momento histórico. Juega con el Stade Français.

Pero un escándalo mediático en 2020 mandó su buen nombre al precipicio, cuando fueron publicados una serie de tweets del año 2012, donde Matera hacía referencias xenófobas, racistas y machistas. En ese momento el escándalo fue tal que la Unión Argentina de Rugby, suspendió por tiempo indefinido a Pablo Matera, Guido Peti y Santiago Socino, haciendo que Matera perdiera la capitanía de la selección.

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