El Papa Francisco inició sus actividades semanales con un “dolor en la pierna” por el que debió leer sentado alguno de sus discursos de este lunes, pero que no serán impedimento para mantener su agenda prevista.

“Perdónenme si permanezco sentado, pero tengo un dolor en la pierna. Hoy me duele si me quedo de pie, así es mejor para mí”, planteó el pontífice al recibir en el Vaticano a un grupo de la revista “Tierra Santa”.

Jorge Bergoglio, de 85 años, inició la semana con una agenda cargada de actividades, como un encuentro con el presidente de turno de la Presidencia colegiada de Bosnia y Herzegovina, Zeljko Komsic, y reuniones con monseñores de la Santa Sede.

En los próximos días, además de la tradicional Audiencia General del miércoles y del Ángelus del domingo, está previsto que el Papa cierre el martes 25 las celebraciones por la semana de Unidad de los Cristianos que inicia mañana.

A fines de 2020, el Papa suspendió algunas actividades por una “dolorosa ciática” que le traía molestias para desplazarse y caminar.

Estrechos colaboradores del papa Francisco dieron positivo de coronavirus

No fue el único problema sanitario que acarreó esta semana el Papa Fancisco. El martes se anunció que el número dos del Vaticano cardenal Pietro Parolín, 67 años, y su sustituto, el venezolano Edgar Peña Parra, habían sido encontrado positivos.

La noticia activo las alarmas dentro del Vaticano por la estrecha colaboración que mantienen con el Papa Francisco. Parolin (67), en su cargo desde 2013, “resultó positivo de covid, tiene síntomas leves, y actualmente se encuentra aislado” en su departamento, confirmó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.

El arzobispo Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado desde 2018, también dio positivo aunque de manera asintomática, agregó la oficina de prensa.

Los sacerdotes, quienes se encuentran vacunados con las tres dosis contra el coronavirus, son estrechos colaboradores del papa Francisco en lo referente a asuntos internacionales y actúan como voceros del Vaticano durante las giras.

En las últimas semanas, Parolín había sido responsable de presentar las posiciones del Sumo Pontífice en la COP 26 de Glasgow, cuando afirmó que el manejo del ambiente “es tan importante como el de la pandemia”. También es frecuente que el italiano mantenga reuniones con las personas que se acercan a visitar al Papa.

No fue informado, sin embargo, si Parolin o Peña Parra habían mantenido contacto reciente con el papa Francisco, de 85 años, quien recibió la tercera dosis de la vacuna a finales de octubre pasado, cuando el Vaticano inició el suministro a los mayores de 60 años y a las personas con comorbilidades.

PCR y audiencias generales

El caso puso en marcha el dispositivo de seguridad sanitaria que impera en el Vaticano para evitar la proliferación de los contagios. Aunque no se dio ninguna información oficial, una fuente de Roma indicó a Clarín que el Papa fue enseguida uno de los controlados con el hisopado PCR, el más seguro.

El Papa con fieles y sin barbijo, este miércoles. Foto: EFE

La posibilidad de que Jorge Bergoglio haya sido contagiado con Covid-19 intranquilizó a muchos fieles. Sin embargo este miércoles el Papa despejó dudas acerca de su salud y se presentó en buena forma en el aula Paolo VI de las audiencias generales. Incluso, Francisco entró con buen paso, por un ingreso lateral a la zona central de la inmensa sala de las audiencias generales. Esto sirvió también para demostrar que ha superado los dolores en una pierna debido a la ciática que sufre hace años.

El pontífice argentino es un gran defensor de la vacunación. Sin embargo, suele aparecer sin mascarilla durante las ceremonias públicas y en ocasiones se acerca a los fieles, los acaricia y hasta estrecha las manos.

 

Protocolo en el Vaticano

Debido al alza de casos de coronavirus a nivel mundial a partir de la aparición de la variante Ómicron, el Vaticano puso en marcha el mes pasado nuevas medidas preventivas.

Una de las más estrictas establece que el personal que no disponga de un pase verde válido que demuestre que ha sido vacunado o que se ha recuperado del virus no podrá entrar en el lugar de trabajo.

Las normas también se aplican a los empleados externos, al personal de empresas externas, a los visitantes y a los usuarios. Además, el uso de la máscara FFP2 o KN95 es obligatorio en todos los lugares cerrados.

Estas nuevas normas, subraya un decreto general firmado por el propio Parolin en diciembre, “se han decidido en vista de la continuación y el empeoramiento de la actual situación de emergencia sanitaria y de la necesidad de adoptar medidas adecuadas para contrarrestarla y garantizar el desarrollo seguro de las actividades”.

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