Tras el estreno de The Last of Us, Pedro Pascal se convirtió en el actor chileno más famoso a nivel mundial. Aunque el éxito le llegó de grande, su camino en Hollywood no es reciente, previamente se ganó el cariño del público en “Game of Thrones” y “The Mandalorian“. Su vida tampoco fue fácil, cuando era un bebé sus padres fueron exiliados políticos de la Dictadura de Pinochet y es  nieto de una hermana de Salvador Allende.

¿Es por ello que los medios de Chile se rehúsan a hablar de su artista más prestigioso?, se preguntan en el país trasandino.

“Si fuese Cristian De La Fuente, ya lo habrían entrevistado en un estelar de Canal 13 con Don Francisco, sería presidente del jurado en el Festival de Viña del Mar, ya lo habrían invitado a saludar desde el segundo piso de La Moneda y enviarían corresponsales histéricos a USA a vivir en directo todos sus estrenos, pero no para nuestra tendenciosa TV”, dice una publicación que comenzó a circular en las redes sociales y que fue replicada por miles de chilenos.

El vínculo de su familia con el Gobierno, parece ser la respuesta. José Pedro Balmaceda Pascal, nació el 2 de abril de 1975 en Santiago de Chile y es el mayor de cuatro hermanos. Sus padres José Balmaceda, un ginecólogo experto en fertilidad, y Verónica Pascal, psicóloga infantil, eran firmes opositores al régimen de Augusto Pinochet.

Veronica,  era además sobrina de Andrés Pascal Allende, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

Por eso, a comienzos de 1976, la familia se refugió en la embajada venezolana; primero recibieron asilo político en Dinamarca, luego se mudaron a California y finalmente a Texas.

Allí, Pedro comenzó a interesarse por la actuación, estudió arte dramático en la Orange County High School of the Arts de California y en la Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York, pero no tendría un camino fácil.

Su padre, médico dedicado a tratamientos de fertilidad, quedó envuelto en un oscuro episodio de embriones congelados sin permiso en la clínica que dirigía con otros dos profesionales, y en 1995 volvió a Chile, antes de que se concretara su proceso judicial.

Cuatro años después su madre, Verónica se suicidó. En honor a ella -y por la dificultad de los angloparlantes para pronunciar Balmaceda- el actor adoptó el apellido Pascal.

El médico volvería a Estados Unidos recién en 2022, para declararse culpable de evasión fiscal en 1991 y 1992, y solo quedar libre con el pago de una fianza de 750 mil dólares. Las escasas veces que se refirió al hecho, Pascal aseguró que su padre no hizo nada malo.

Los ascendente carrera de Pedro Pascal en la televisión y el cine

Solo en New York, en el final del siglo XX Pascal inició el camino obligado de todo aspirante a meterse en una industria de alta competividad. Realizó interminables audiciones, hasta que los productores televisivos vieron algo en él: en 1999 tuvo una breve aparición en la exitosa “Buffy, la cazavampiros”, compartiendo diálogos con la protagonista Sarah Michelle Gellar. Aunque el personaje de Pascal era rápidamente convertido en vampiro y despachado por Buffy, el actor empezó a pisar con más firmeza.

Continuó participando con papeles pequeños como en el policial Graceland y como el agente Marcus Pike de El mentalista, pero la fama mundial le llegó en 2014 como el príncipe Oberyn Martell en Game of Thrones.

También fue Javier Peña en Narcos, la serie de Netflix, hasta que saltó a The Mandalorian, fue el villano de Wonder Woman 1984, y así como Channing Tatum era Tequila, él fue Whiskey en Kingsman: El círculo dorado.

Ahora lo vemos como Joel Miller, el padre que perdió a su hija y lucha por sobrevivir en la catastrófica y pandémica The Last of Us, la serie basada en el videojuego homónimo y que con solo tres capítulos ya conquistó los corazones de millones de espectadores y críticos en todo el mundo.

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