Gumercindo Pacheco Oyarzo nació en 1936 en una de las islas de ChiloéCastro. Su familia decidió trasladarse a Punta Arenas aproximadamente en 1942, donde estudió en un instituto en el que, al completar el 5° año, le entregaron el título de contador.

Cuando tenía 11 años se sumó a la comparsa donde estaba su padre para trabajar como vellonero y así fue como, en 1947, conoció Río Gallegos.

Cuando tenía 16, su padre falleció. Tres de sus hermanos ya trabajaban en Río Gallegos y él quedó en Punta Arenas con su madre y tres hermanos más. Finalmente, en 1952 acordaron que lo mejor era que todos estuviesen juntos en Río Gallegos.

(De izq. a der.) G. Pacheco, J. Águila y Néstor Kirchner en la inauguración del gimnasio Gumercindo Pacheco. Foto: Club Independiente

El primer día que salió a buscar trabajo fue a Compañía Argentina del Sur (Argensur), una gran empresa de aquellos años que era competencia de la actual La Anónima. Rindió examen para auxiliar de oficina y consiguió el puesto. Luego ingresó a El Tehuelche, donde estuvo 32 años. Comenzó como contador y terminó como gerente general y presidente del directorio.

En 1993 inauguró la Estación de Servicio General Belgrano en sociedad con sus hijas y más adelante, Pacheco Neumáticos.

“Era una persona sencilla, muy trabajador, amante de los deportes y muy familiero”, destacó Julio Pacheco sobre su tío, quien también fue concejal y colaborador de la parroquia San Vicente de Paul.

El Rojo

En 1967, el club Chile realizó una asamblea en instalaciones del Centro Chileno. Allí, debido a que con ese nombre no podían participar de la Liga de Fútbol, acordaron cambiarlo a Independiente, cuadro con el que Gumercindo simpatizaba.

Jugó, pero lo suyo era ser dirigente y así fue que consiguió el terreno en calle Alvear, donde hoy se ubica el club. También estuvo al frente de la Liga de Fútbol Sur acompañando a Emilio “Pichón” Guatti.

El Rojo quiso hacerle un homenaje en vida y el 5 de julio de 2000 se inauguró el gimnasio Gumercindo Pacheco.

El gimnasio Gumercindo Pacheco alberga a la Escuelita de Básquet.

Su rectitud y entusiasmo fue lo que más destacaron Javier Águila y “Cacho” Guerrero, quienes conocieron a “Gumer” cuando eran jóvenes.

“Siempre consultamos a ‘Gumer’, cuando participábamos de algún torneo regional nos hacía préstamos económicos que siempre logramos, con mucho esfuerzo, devolvernos, pero él jamás dejó de apoyarnos a nosotros y al club Independiente”, recordó Águila a La Opinión Austral.

“Siempre fue un consejero, lo llamaba, le mandaba un mensajito y me decía: ‘Vení que a las 15:00 estoy acá, venite a tomar café y charlamos’. Fue como un padre. En el club nunca nos hizo faltar nada. La familia del Rojo lo va a sentir mucho”, sumó Guerrero.

Olga y Gumercindo estuvieron juntos por 57 años.

El Rojo no fue el único amor de Gumercindo, quien conoció a Olga cuando tenía 22 años, estuvieron de novios dos años y se casaron. Juntos compartieron 57 años de vida y tuvieron tres hijas: Miriam, Silvia y Marcela; tres nietas: Sofía, Camila y Aldana, y un nieto, Santiago.

Este lunes, desde Ilhero, su cortejo fúnebre saldrá a las 10:30, pasará por el club Independiente, por la parroquia San Vicente y por la estación de servicio General Belgrano para llegar al cementerio y darle el último adiós a un hombre que abrazó a Río Gallegos.

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