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Los recién casados Gabriel Yánez de 37 años y Julieta Sarmiento de 27, que iba a cumplir 28 en febrero, protagonizaron un fuerte accidente a principios del mes de febrero en la ruta provincial N° 43. Iban por el tramo que une las localidades de Pico Truncado y Fitz Roy en una camioneta Toyota Hilux doble cabina de color azul cuando, por razones que aún no son claras y son materia de investigación, terminaron volcando.
Cuando los uniformados de la Policía de Santa Cruz fueron advertidos por transeúntes, quienes dieron a conocer que había ocurrido un siniestro, fueron urgentemente al lugar. Al llegar, encontraron al rodado que había tenido daños importantes, vieron que a pocos metros había una mujer tendida sobre la banquina y sin vida y descubrieron al otro ocupante de la camioneta sobre un talud con signos vitales y en estado grave.
La mujer, que era empleada en la estación de servicios YPF de Tres Cerros, falleció al instante y el hombre, un piloto de carreras conocido en la zona, fue derivado hasta el Hospital Zonal “Padre Pedro Tardivo”, donde se encuentra internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). El hombre sigue grave y es asistido con un respirador. La pareja vivía en Fitz Roy, se había casado en diciembre del año pasado y tenía una hija en común.
Si bien, al principio Yáñez estuvo extremadamente grave y “con pronóstico muy malo“, con el pasar de los días fue mostrando una leve mejoría que le trajo esperanza a su familia, aunque su estado sigue siendo delicado. Desde el centro de salud comentaron a La Opinión Zona Norte que el hombre “sigue en casi las mismas condiciones, grave y con respirador”, aunque destacaron que “ya pasaron las primeras 72 horas que son críticas en estos casos”.
Asimismo, este medio había hablado con Raúl Gómez, el padre de Yáñez, quien se acerca todos los días al nosocomio para recibir el parte diario de su hijo, comentó que la noche anterior al accidente habían compartido con la pareja y no tenían conocimiento de que iban a viajar a la localidad truncadense. “No sé si venían de una fiesta o qué pasó; no hay palabras para describir el dolor que sentimos. La vida de Gabriel y Julieta cambió en un instante”, fueron las palabras del hombre.
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