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El autódromo de Cabo Negro aledaño a la ciudad de Punta Arenas podría ser refaccionado a partir de los próximos meses, debido a una resolución legal que fue informada hace pocas horas y que reconoce a la nueva dirigencia al frente de la Asociación de Volantes.

Esto viene a cuento porque dentro de la misma Asociación existe un grupo que no reconocía a las nuevas autoridades elegidas en asamblea  que preside Camilo Barbería Espinosa como presidente y Manuel “Pasin” González como vice, y dicho grupo disidente  que pretende autoelegirse como los propietarios del predio de 110 hectáreas que conforman el terreno donde esta asentado el autódromo.

Incluso con una posible oferta de muchos millones de dólares por el lugar para la instalación de una planta de hidrógeno verde lo que aparecía como lógica para ese grupo que vendería por una buena suma pero los clásicos del grupo dirigente tienen en mente la refacción del piso y las instalaciones del autódromo muy pronto.

El grupo disidente en el que militan algunos reconocidos pilotos como Sebastián Prado y Horacio Bocazzi continúan con la pretensión pero ahora los oficialistas con fuerza legal, fueron reconocidos por el IND (Instituto Nacional del Deporte) y esto les otorga el aval necesario para seguir adelante.

Como el gobierno chileno no construye nada que no sea de su propiedad, será obligatorio ahora realizar un comodato por 20 años como tienen pensado los dirigentes, y entonces siendo pseudo-propietario el gobierno regional podrá invertir en la obra de reconstrucción del autódromo que fue asfaltado hace muchos años y que a través de toda su existencia no fue mantenido como correspondía a una obra de ese tamaño.

La ARAAD (Asociación Regional Austral de Automovilismo Deportivo) que tuvo la concesión por casi 30 años produjo muy pocas reformas y poco mantenimiento casi siempre co0n parches sobre la carpeta asfáltica, y ahora que los nuevos dirigentes llegaron a un acuerdo con el gobierno para refaccionar todo, este orto grupo pretendía vender el predio por varios millones de dólares, pero el resto se negó rotundamente.

Esto se termina con el reconocimiento por parte del Instituto del Deporte de la nueva directiva, la que ahora podrá poner manos a la obra una vez que las condiciones climática así lo permitan, por lo que los mas optimistas piensan que en un plazo de cuatro a seis meses la obra tomará forma con 5000 metros de asfalto nuevo, con la construcción de 100 boxes, una nueva confitería y otras instalaciones que cambiarán la cara de Cabo negro que no tiene refacciones casi desde su creación en 1971.

Con este panorama futuro, las categorías chilenas dejarían de venir a participar en el autódromo “José Muñiz” y volverían a correr en su propio suelo, pero mas allá de esta cuestión, ya esta prevista la visita a Río Gallegos para la categoría TC 5000 en setiembre y para la monomarca Chevette hasta completar el campeonato de este año.

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