“Déjame estar en tus sueños donde a veces pretendes quedar a solas con el secreto que tanto nos cuesta y nos duele guardar” es la primera estrofa de una hermosa zamba escrita por el laureado cantautor Óscar Valles.

La canción llamada “Déjame estar” habla sobre el pedido de un hombre a una mujer, para que ella pueda abrir su corazón y ser amada. Incluso incluye pasajes con analogías como “amarrarme a tu boca imposible como la hiedra trepando”.

El tema fue dedicado por un vecino de Piedra Buena a una mujer que conocía desde chico. A principios de 2020 habían vuelto a hablar, ella estaba pasando dos duelos: uno por el fallecimiento de su padre y el restante por una relación que no funcionó con quien era el padre de su hijo.

Pablo Núñez siendo ingresado al recinto. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Se trata del caso de Jesica Minaglia, la maestra que estaba rehaciendo su vida tras haber terminado con Pablo Núñez, su pareja, un ahora ex integrante de la Policía de Santa Cruz.

Empezaba el año antes mencionado. La pandemia y las secuelas que estaban haciendo en Europa y Asia solo aparecían en televisión. Jesica había perdido a su padre y su vida hizo un click: quiero ser feliz. Para ello tenía que alejarse de una relación que -según sus amigos- la tenía estancada.

“Ella se encargaba de los quehaceres de la casa, le hacía la comida al marido y él no le daba bola. Llegaba, comía, se quedaba callado” dijo una de sus seres queridos en el debate de valoración de pruebas que se hizo esta semana en Río Gallegos.

Jesica quería un cambio en su vida y, tras dejar a Núñez, en paralelo apareció Carlos. Un conocido de la infancia con el que volvió a charlar por las redes sociales a fines de febrero. Siempre en plan de amistad aunque, con el pasar del tiempo, los intereses fueron cambiando.

El abogado Enrique Papa hablando con Nely González, madre de la víctima. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Carlos, “Cali” como lo conocen en el pueblo, por esos días trabajaba en Cerro Vanguardia y cada tanto volvía a Piedra Buena. Las conversaciones comenzaron en Facebook y luego pasaron a WhatsApp. En uno de sus regresos, él fue hasta la casa de ella a dejarle un regalo, pero como ella no atendió, se lo dejó en la puerta.

Las charlas eran comunes, cada uno contaba sobre los logros y peripecias que habían tenido en el día. Tal era el interés de ambos que Carlos llegó a dejarle una indirecta en el muro de Facebook a Jesica. Se trataba del link de la canción con la que comienza esta nota.

Lamentablemente, en la jornada del 14 de abril, habían tenido un malentendido y nunca más hablaron. Apenas horas después, la ciudad se conmocionaría por la el brutal femicidio de Jesica.

Para la Justicia, la publicación del link a la canción de Valles tendría estrecha relación entre la muerte de Jesica y el móvil del crimen. Es que Jesica había terminado la relación con Núñez tiempo atrás y, tras haber visto la publicación, podría haber decidido quitarle la vida.

Carlos, de espaldas, dando su testimonio al tribunal. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

El juicio se lleva adelante desde la jornada del lunes en la Cámara Oral de Río Gallegos. El primer día, quienes dieron su testimonio fueron los amigos y seres queridos de Jesica. Todos coincidieron que ella estaba bien después de haber terminado la relación con Jesica y la veían rejuvenecida.

Además, prestaron declaración los profesionales que hicieron la inspección ocular y la autopsia: la maestra fue asesinada con un objeto romo contundente con la que la golpearon en doce oportunidades, en la zona arriba de la nuca, en direcciones de arriba a abajo, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. No murió en el acto por el traumatismo, sino desangrada.

Este martes se retomó la audiencia en las instalaciones de la Cámara. En este oportunidad, Núñez fue ingresado al recinto nuevamente esposado. Vestía el mismo saco y el mismo jean vaquero recto que había usado el lunes, pero cambió su camisa a una celeste. Mantuvo la misma postura desde que comenzó la valoración de pruebas: cabizbajo, encorvado y sin hacer contacto visual con nadie.

Jesica era madre de un pequeño nene y fue asesinada en abril del 2020. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

El debate es presidido por María Alejandra Vila. Junto a ella estuvieron los vocales Jorge Yance y Joaquín Cabral. Los abogados de Núñez fueron Mauricio Mariani y Santiago Pinto.

Por la querella estuvo Enrique Papa; por Fiscalía, José Antonio Chan y Analía Molina como jefa de despacho. Además, como Ministerio Complementario estuvo Rita González y la fiscal de instrucción de Piedra Buena Julieta Ramos.

El primero que fue llamado como testigo fue Carlos. Se trató de un momento, por lo menos tenso. Él caminó a metros de Núñez quien bajó la mirada por un momento. Se sentó en la silla frente al tribunal y comenzó a dar su testimonio.

“Cali” estuvo algo nervioso. Algo que quedó evidenciado en varios pasajes de su declaración cuando le temblaba la voz. Él aseguró que Jesica le había dicho “me cansé de esa vida de pareja, él no me valoraba, era un objeto de la casa, no me agradecía nada” dijo ante el tribunal con Núñez casi de espaldas mirándolo fijamente.

La secretaría de cámara, el instructor y las fiscales buscando las transcripciones de los celulares. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

“Una vez me dijo que su ex era un desquiciado cuando quería retomar la relación” aseguró Carlos. En este momento, Núñez frunció el ceño y miró extrañado. “Me dijo que era muy oscuro, que siempre miraba para abajo y que no hablaba. Jesica creía que solo estaba para hacer las tareas de la casa. Me comentaba que sólo se ocupaba de lavar, limpiar y que no era valorada. Estaba preocupada porque él la amenazaba con que la iba a sacar del alquiler y me comentó que se le había metido a la casa rompiendo una ventanita de atrás”, comentó el testigo, para quien Jésica “sentía que se había sacado un peso de encima cuando se separó” tal como indicaron los audios que, en su momento, este diario dio a conocer de manera exclusiva.

Posteriormente “Cali” se levantó y se retiró del recinto. El debate continuó con el testimonio de dos policías que trabajaron en el caso el día del hallazgo del cuerpo y el posterior.

El primero de ellos fue un agente que estuvo en la inspección ocular en la zona de la casa donde ocurrió el horror. Se trata del policía Torres quien procedió al secuestro de una vigueta de construcción que estaba en las inmediaciones y que podría ser o no, el objeto con el que el autor le quitó la vida a Jesica.

Luego fue el turno de Espina. Un oficial de servicio que estaba trabajando el día que el cuerpo de la maestra fue encontrada sin vida. “Nos dijeron que era un robo. Fuimos, nos dijeron que había una persona muerta. Yo abrí la puerta un poco, asomé la cabeza. Vi la escena, cerré la puerta y enseguida le di aviso a mi jefe”, indicó el policía.

Pablo Núñez mantuvo el mismo gesto adusto que en la primera jornada de juicio. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Para concluir la valoración de pruebas, la licenciada en psicología de apellido Mayorga, quien atendió a Jesica en el periodo desde el 2016 hasta el 2018, con algunos intervalos de tiempo, indicó que nunca vio indicios suicidas por parte de quien era su paciente, aunque remarcó la situación que vivió en el 2016 cuando Jesica había perdido un embarazo.

La profesional dijo que no notó signos de manipulación o violencia, aunque si de extrema dependencia y orden excesivo. Expresó que vio situaciones de crisis en los que Jesica tenía “arrebatos” para dar finalización a su relación con Núñez.

Este miércoles, desde las nueve de la mañana se conocerán los alegatos contra el acusado. Mientras, Carlos podrá estar escuchando el final de la canción que dedicó a Jesica: “Pensando que retornamos y solo la ausencia logramos llorar

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