Se desconoce qué motivó a Pedro Espinoza (21), a dispararle al prefecto Soto. Los disparadores que cuestionan el accionar del joven y, le quieren poner “justificación”, si se quiere, se basan en que fue el primer afectado por la cuarentena obligatoria y se volvió loco; si quizá había tenido inconvenientes en su entorno familiar o de amigos y por eso salió en ese estado; o tenía problemas directos con “Richi”, ya que una testigo contó: “Antes de disparar dijo ‘vos a mí no me vas a venir a parar’”.

La premonitoria frase del prefecto que murió tras ser baleado por un joven de 21 años
Espinoza estudiaba la carrera de profesorado de Educación Física en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia y jugaba al fútbol. Cuando se anunció la cuarentena, el joven decidió regresar a Puerto Deseado para cumplir el aislamiento en la vivienda de su familia. No tenía antecedentes penales ni ningún otro problema con la Justicia, pero ese viernes salió de su casa con un arma calibre 11.25 y siete cartuchos, en estado “alterado”.

El velorio de “Richi” Soto fue muy íntimo, y se realizó en el Centro Cristiano “Jesús te Ama”, ubicado en San Martín y Moreno de Puerto Deseado. FOTOS: DAVID CAPITANELLI
El joven caminó hasta un control de Prefectura que se apostó en la esquina de las calles Oneto y Don Bosco, sacó su arma, la apoyó en la axila izquierda de Soto (para evitar el chaleco antibalas) y disparó a quemarropa. Pero antes de emitir el disparo, una testigo ocular del hecho, dijo haber escuchado a Espinoza decir las siguientes: “A mí no me vas a controlar, hijo de puta”.

Alberto Fernández decretó duelo nacional por el asesinato del Prefecto en Puerto Deseado.
Al salir corriendo, Pedro Espinoza disparó hacia todos lados para evitar ser capturado por los prefectos que acompañaban al cabo Soto y que habían comenzado a perseguirlo por las calles de la ciudad portuaria. Cruzó una plaza, donde tomó de rehén a una persona y luego buscó refugio frente al gimnasio municipal Puchito Otey.
El personal de Prefectura pidió apoyo a la Policía de la provincia de Santa Cruz y en un rastrillaje, cuando los oficiales motorizados lo tenían acorralado, el joven inició un nuevo tiroteo. Allí se produjo un largo intercambio de disparos, hasta que Espinoza cayó al suelo con un disparo en el pecho. Las primeras versiones de la fuerza indicaron que fue ultimado por la Policía, pero según lo que trascendió, la autopsia daría por entendido que el muchacho se habría suicidado cuando se vio acorralado.
¿Qué le pasó a Espinoza?
En Puerto Deseado, la Justicia todavía investiga el motivo que llevó al joven estudiante de Educación Física a matar a una persona. Pedro era hijo de un policía y en las fuerzas de seguridad, no salen de la consternación. El jefe de la seccional, comisario Carlos Orellana, dijo que es todo materia de investigación, aunque consideró que se habría visto “afectado por el control” de seguridad para preservar la cuarentena.
Sus allegados lo describieron para La Opinión Zona Norte como “un pibe tranquilo” que no tenía problemas con nadie, ni se metía “en cosas raras”. “Era aplicado, buen alumno y su familia tiene buenos antecedentes en la localidad de Puerto Deseado”, dijeron amigos del joven al ser consultados.
Este medio intentó comunicarse con la familia, quienes dijeron que no iban a dar declaraciones sobre el accionar y la posterior muerte de Espinoza. En comunicación con un hermano mayor del joven, expresaron que estaban conmovidos por la situación y no querían hablar por el momento. Además, dijeron que el padre de Pedro (retirado de la Policía), no tenía celular.
Otra versión que trascendió, dice que “el joven fue detenido minutos antes del asesinato en el mismo control, en donde los prefectos que se encontraban en el lugar apuntaban al joven sobre los testículos en forma amenazante. Esto fue lo que hizo que el chico entrara en un ataque de ira, fue a su domicilio para luego regresar con el arma”, dijeron.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario