En la madrugada del 2 de diciembre del 2020, un hombre fue demorado tras haber sido encontrado por la Policía de Río Gallegos estrangulando a su pareja, dentro de su vivienda del barrio San Benito.

El agresor es Juan Colque, un hombre nacido en Río Turbio, de cuarenta años y técnico informático que trabajaba en un conocido colegio de nuestra ciudad capital. En primer término estuvo demorado en la Comisaría Séptima pero, desde un tiempo a esta parte, está alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 1 de Pico Truncado.

Este jueves, casualmente el Día internacional de la no violencia contra la mujer, finalmente Colque fue enjuiciado en las instalaciones de la Cámara Oral, por el delito de “femicidio en grado de tentativa”, carátula que, de haber sido mantenida por la Fiscalía, podría haber sido condenado hasta a 20 años de prisión.

El debate fue encabezado por el juez Joaquín Cabral, junto a él estuvieron como subrogantes Enrique Arenillas y Eduardo López. Por el lado de la Fiscalía estuvo Iván Saldivia y Analía Molina como asesora y Berta Vivar como asesora complementaria de la Defensoría del Menor. En tanto, Valeria González fue la abogada de Colque. Por recomendación de ella, el acusado decidió no usar su derecho a dar la versión de los hechos.

El debate fue encabezado por Joaquín Cabral. (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

EVZ, la sobreviviente del hecho declaró y dio una versión que llamó la atención de todos. Ella aseguró que fue obligada a denunciar. También afirmó que, en ningún momento fue atacada por Colque sino que ella se golpeó sola con un televisor. Incluso ratificó en varias oportunidades que ella había tomado un cuchillo para hacerse cortes ella sola y que su pareja sólo la había “agarrado para que no me lastime” dijo frente al tribunal.

Cabe remarcar que, si bien Colque no declaró en el debate, se dio lectura a la indagatoria que había dado durante la instrucción de la causa. En la misma afirmaba que había vuelto a su casa después de haber compartido bebidas alcohólicas con amigos viendo un partido de fútbol y que, cuando llegó a su vivienda: “Mi mujer sacó un cuchillo y me quiso dar tres puntazos, fue en defensa propia”, leyó Alejandra Vila, integrante de la Cámara ante los presentes.

Volviendo al testimonio de EVZ, ella ratificó que “se hizo mucho circo por todo esto (en relación a la denuncia, procesamiento y posterior elevación a juicio con su esposo tras las rejas) todo lo que dije en su momento fue por bronca, por rabia”, aseveró sobre la exposición que realizó en la Oficina de Violencia Doméstica.

Colque dando sus datos, ante la atenta mirada de su abogada. (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA)

Además de la declaración de la mujer que dejó atónitos a todos, también declararon los policías que trabajaron en el requerimiento de aquella madrugada.

Ante la atenta mirada de Colque que, en menos de una hora, se tomó varios vasos de agua vaciando la jarra de su abogada, los policías fueron coincidentes en su relato. Todos indicaron que vieron a Colque asfixiando a EVZ contra un armario y que ella sostenía un cuchillo. Además, todos indicaron que, antes de esa oportunidad, ya habían ido a esa vivienda por un caso de “problemas familiares” aunque la mujer nunca radicó la denuncia.

Uno de los testimonios más relevantes fue el de Roxana Contreras, integrante del Cuerpo Médico Forense. Ella revisó en su momento a EVZ por las lesiones que presentó en su cuello, pero determinó que eran lesiones leves. Incluso, cuando fue consultada por Saldivia si, para ella, la vida de la víctima corrió peligro, indicó que no.

Quien estaba en la casa el día del ataque y quien llamó a la Policía, fue la hija de la pareja. Una nena de 12 años. Durante el debate se mostró la cámara Gesell practicada a ella en su momento. Fue un video de 35 minutos en los que la menor indicó: “Vi a mis papás agarrados en un rincón, fue la única vez que los vi así” agregó.

Si bien la causa había llegado como tentativa de femicidio, para la Fiscalía se trató de lesiones leves agravadas por la violencia de género y pidió la pena de un año y medio de prisión. La misma fue avalada por la defensa aunque también pidió la absolución de su cliente.

Iván Saldivia y Analía Molina, en la previa del comienzo del debate. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Tras una breve deliberación, Cabral dio una magistral clase de derecho y perspectiva de género. El juez entendió que la declaración de EVZ en el juicio se dio en el marco de una “retractación forzada“, por el contexto de “poder de dominio y violencia económica”. Es decir que ella cambió la declaración para intentar que Colque sea liberado.

El juez indicó que no imputaría por falso testimonio a EVZ ya que la revictimizaría. Se resolvió una pena de un año de prisión para el acusado, tratamiento y un seguimiento de Niñez, para con la familia.

Este 2 de diciembre, Colque recuperará su libertad. Para concluir, Cabral le dijo al hombre: “Los delitos de violencia son en escalada, ésta es una oportunidad que le da la vida para cambiar“.

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