Se trata del dominicano Héctor Herrera Peguero, Matías González y Iohana García, quienes conocerán hoy su sentencia por transportar más de 700 gramos de cocaína en un colectivo de larga distancia en 2016. Escondieron la sustancia entre varios envases metálicos y fueron aprehendidos en Piedra Buena, cuando viajaban desde Trelew con destino a Río Gallegos.

* Por Juan Manuel Reyna

Ayer por la mañana, en la Sala de Audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Cruz, comenzó el juicio a tres personas por el delito de transporte de estupefacientes (Art. 5, inciso “c”, de la Ley 23.737).

El caso data del año 2016, cuando los tres imputados fueron aprehendidos por transportar cocaína en sus maletas en un colectivo de larga distancia que tenía como destino final la ciudad de Río Gallegos. Fue en el marco de un control vehicular realizado en el ingreso a la localidad de Comandante Luis Piedra Buena por personal de Gendarmería Nacional.

De acuerdo a la investigación llevada adelante en el periodo de instrucción del caso, los estupefacientes secuestrados iban a ser llevados a Ushuaia.

Los acusados son Héctor Herrera Peguero de 46 años de edad y oriundo de República Dominicana, junto a una pareja de argentinos, Matías González (28) y Iohana Fabiola García (34). El primero fue alojado en la Unidad Penitenciaria Federal N° 15 luego de que se lo procesara por el delito del que se lo imputa -ya que además cuenta con antecedentes similares-, mientras que el matrimonio fue excarcelado y aguardó hasta el día del juicio en libertad. Tanto Herrera Peguero como González y García son representados por defensores oficiales, siendo estas la Dra. González y Dra. Pombo, respectivamente.

En la jornada, luego del requerimiento fiscal de elevación a juicio y la descripción de los hechos acontecidos en la mañana del 16 de abril de 2016 cuando se detuvo a los imputados, se dio inicio formal a la audiencia.

Según consta en el acta, no estar en la lista de pasajeros del colectivo motivó las primeras sospechas del personal de la fuerza nacional. Además, al momento de requerir la documentación a González, este se mostró nervioso y titubeante, lo que llamó mucho más la atención.

El procedimiento tuvo lugar cerca de las 06 de la mañana. Se hizo descender a la totalidad de los pasajeros -que no eran muchos- y se revisaron todas las maletas y equipajes.

Repartidos entre las pertenencias de los acusados, se hallaron nueve envases metálicos de desodorantes con un “peso inusual” y no utilizables, ya que estaban cerrados con una especie de pegamento y olían a “alcohol”. Por este motivo se dio intervención a personal idóneo de la fuerza para realizar pericias y, posteriormente a abrirlos con pinzas, se encontró un “gel” que, sometido al narcotest, arrojó resultados positivos para clorhidrato de cocaína, por un peso total de 735 gramos.

En la valija de González se halló un desinfectante en aerosol marca “Lysoform”, además de otros tres envases; en las pertenencias de García se encontraron cuatro similares.

En la oportunidad, la mujer dijo a los efectivos de Gendarmería que la persona que les dio estos elementos se encontraba en el mismo colectivo en el que viajaban. Se mostró con miedo a nombrar a Herrera Peguero, quien iba en la butaca 18, mientras ella y su esposo ocupaban los asientos número 19 y 20, respectivamente. Iban acompañados por la hija de ambos, a quien ella llevaba en brazos.

Luego, tras obtener este testimonio, se sometió a similar control de campo a un desodorante hallado en el equipaje de Herrera Peguero, quien era la otra persona no registrada en la lista de pasajes. También dio positivo para cocaína.

Por todos estos elementos, el Ministerio Público Fiscal, representado por la Dra. Acosta, atribuye la autoría y responsabilidad penal al ilícito por el que se investiga a Herrera Peguero, García y González.

Además de considerar el análisis de Criminalística, que arrojó resultados positivos para estupefacientes, se tuvo en cuenta el vínculo de los implicados, ya que, tras investigaciones, se determinó que los tres eran vecinos del barrio San Telmo de Buenos Aires y uno vivían a escasos metros de los otros.

Asimismo, los pasajes adquiridos para el colectivo (Trelew-Río Gallegos) fueron comprados a la misma hora el 15 de abril. También se pudo determinar que viajaron juntos vía aérea desde Buenos Aires a Puerto Madryn.

En efecto, otra circunstancia tenida en cuenta fueron las declaraciones indagatorias, ya que en el periodo instructivo hubo contradicciones. García y González manifestaron desconocer el contenido de los elementos incautados, el segundo agregó que los llevaban en su equipaje por pedido de Herrera Peguero, a quien conocía hacía tres años y era un vecino de confianza. Reconoció que viajaron juntos en cada tramo.

Por su parte, en su defensa, el sujeto dominicano adujo que viajaba solo y que no tenía relación con las personas con las que se lo encausaba, con quienes se encontró de “casualidad” en el vuelo y en el viaje vía terrestre.

A criterio del ministerio, quedaron demostrados la relación y el acuerdo de las partes para transportar las sustancias estupefacientes. Herrera Peguero, según se supo, iba a pagarle cierto dinero a la pareja argentina por realizar esta “entrega”.

El testimonio de los gendarmes actuantes

Tras concluir la lectura de los hechos, las autoridades del Tribunal preguntaron a los tres acusados si declararían, a lo que todos contestaron negativamente e hicieron uso de su derecho a no hacerlo. Por tanto, se tomaron las declaraciones indagatorias efectuadas en la instrucción.

Luego fue el turno de que los testigos pasaran a la sala a brindar su testimonio. Para el juicio fueron citados cinco efectivos de Gendarmería que participaron del procedimiento, siendo cuatro de ellos los que comparecieron al Tribunal y uno estuvo ausente, quien presentó certificado médico por un cuadro gastrointestinal.

El primero fue un cabo de apellido Mendoza, quien no pudo brindar muchas especificaciones del caso y en la mayor parte de sus contestaciones se mostró dubitativo con respecto a cómo acontecieron los hechos y de qué forma. Por el tiempo que pasó, alegó no recordar mucho del caso.

El segundo en pasar y sentarse frente a las autoridades del Tribunal a brindar testimonio fue el jefe del operativo de esa noche, oficial Fernández. El efectivo pudo dar varios detalles y ser contundente en gran parte de las preguntas que se le hicieron.

Ratificando todo lo que consta en el acta labrada en esa jornada, comentó que en la lista de pasajeros del colectivo Vía Tac que fuera controlada esa mañana no figuraba ninguno de los tres imputados. Según le comentó el chofer a otro de los uniformados, estos habrían subido “a última hora”, antes de que partiera el colectivo.

Antes de concluir la jornada, también prestaron declaración testimonial los cabos de apellido Alabar y Alcaraz. Estos ratificaron la mayor parte de los hechos acontecidos, aunque no pudieron brindar detalles con respecto a algunas situaciones por encontrarse ellos en otras tareas del control realizado.

La defensa de García-González pidió tener los testimonios de los dos choferes del colectivo, considerándolos “fundamentales” para conocer más respecto al hecho, además de solicitar el de la gendarme -una mujer de apellido Méndez- que no pudo comparecer por una cuestión de salud. De ser factible esto, las personas mencionadas brindarían declaración vía telefónica o por videoconferencia. Se pasó a un cuarto intermedio pasadas las 14 horas y se retomará hoy a partir de las 10. Se esperan los alegatos de las partes y la sentencia del Tribunal para esta misma jornada.

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