“Hijo de mil p… te vas a pudrir en la cárcel”, “infeliz” y una serie de improperios irrumpieron en el mediodía del jueves en Río Gallegos, cuando un grupo de personas mostró su bronca e indignación contra un hombre que, pese a que puede tener una dura pena, continúa libre -al menos- hasta la semana que viene.
Se trata de Mauro A. un hombre acusado de abuso que, durante años, sometió sexualmente a quien es su hermanastra y, según indican desde la familia de la sobreviviente, bajo el amparo de su madre.
Mauro fue denunciado en el año 2019 y fue noticia en los medios de nuestra ciudad capital cuando los vecinos del barrio Fátima se agolparon afuera de su casa para intentar lincharlo, una vez que se supo la denuncia que caía en su contra.

Una multitud se había acercado a la casa ubicada en la calle Zumalacarregui, en la noche del 29 de octubre. La turba iracunda había hecho de las suyas antes que la Policía llegara a controlar la situación. “Mauro violín” fue una de las pintadas que quedó grabada en la pared de un garage y en la mente de todos los presentes.
Pese a eso, el Juzgado Penal Juvenil, a cargo de Fernando Zanetta solo hizo que el hombre fije domicilio y siguió el proceso en libertad. En el medio, el caso tuvo diferentes ribetes que derivaron en la realización del juicio que se hizo este jueves en las instalaciones donde, nuevamente, los vecinos descargaron su bronca intentando atacar a Mauro y golpear al patrullero que lo sacó del recinto de la Cámara Oral.
El caso es seguido por La Opinión Austral desde un primer momento. La víctima a quien la conoceremos en esta historia como A, luego de años, juntó coraje y le contó a su tía sobre los abusos a los que era sometida. Si bien nunca recordó cuando comenzaron fehacientemente, dijo que habrían empezado cuando tenía cuatro o cinco años y se extendieron en el tiempo.

Yamila Borquez y el recordado Carlos Muriete tomaron el caso como querellantes y, junto a la tía, A comenzó con una lucha de casi cuatro años donde, por ejemplo, llegó a marcar un precedente cuando el mismo juez que había decidido dejar libre a su abusador, determinó que ella es lo “suficientemente madura” para poder ser querellante, es decir, que puede defenderse sola, junto el acompañamiento de los letrados.
La carátula con la que se llegó al juicio era “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por relación de parentesco” pero la misma cambió durante el juicio, gracias a la perspicacia y fundamento por parte del fiscal Federico Heinz quien sumó un agravante.
A. es una joven a quien la conocen como “Peke“. Pese a que el apodo refiera a su estatura, lejos está de la altura con la que llevó adelante su reclamo. Pese a lo que le pasó, todos remarcan que es muy valiente por la lucha que lleva adelante. No escondió todo lo que, lamentablemente le tocó vivir sino que siempre aprovecha sus redes para pedir justicia. Quienes la conocen, dan cuenta de su entereza, integridad y madurez.

En la previa al debate, el círculo íntimo acompañó firmemente a A. Incluso, a través de las redes sociales, Argentinos del Sur F. C., el club de futbol en el que juega actualmente, brindó su apoyo. En un comunicado, indicaron: “queremos que se haga justicia, que los jueces estén a a altura y a esta persona si se le puede decir así que pague por todo el daño que le causa a una nena indefensa durante tanto tiempo. ‘Peke’, todo Argentinos del Sur está con vos“.
El debate comenzó en la mañana del jueves en las instalaciones de la calle Malaspina, bajo un fuerte operativo policial. Mauro fue ingresado por una puerta lateral, mientras los seres queridos de A estuvieron con banderas y pancartas “bancando la parada” en el frente del recinto.
Mauro, un hombre de gran porte, llegó con un buzo verde oliva que difícilmente pasaría desapercibido. Como contraposición, estuvo con un cuellito color oscuro que le tapó parte del rostro. Un jean suelto algo desgarbado completó el outfit con el que afrontó el juicio junto a su abogado Jorge Trevotich.
El debate estuvo encabezado por Jorge Yance. Junto a él estuvieron Alejandra Vila como vocal titular y Diego Lerena como vocal subrogante. La nombrada Yamila Borquez estuvo en la querella, el fiscal Federico Heinz estuvo junto a Analía Molina como jefa de despacho, en tanto que -además- hubo querellas complementarias de la Defensoría del Menor, Jorge Godoy por “Peke” y Verónica Zuvic por Mauro.

En ese punto hay que remarcar que los abusos contra A comenzaron cuando ambos eran menores de edad y se extendieron hasta después que él cumpliera los 18 años. Los hechos por los que fue juzgado correspondieron a estos últimos.
Con el ceño fruncido y un gesto adusto, Mauro escuchó atentamente la acusación en su contra y luego llegaría uno de los momentos más esperados: la posibilidad del descargo del acusado frente al tribunal.
Si bien se trató de un juicio público, fue de instancia privada debido a los delitos que iban a ser juzgados. Más allá de eso fuentes judiciales consultadas por este diario indicaron que, en su defensa, Mauro dijo que era inocente, incluso dio una versión de los hechos que, en su momento, ya había brindado. “Ella me denunció porque yo descubrí que ella era lesbiana“, dijo sin ponerse colorado.
Más allá de eso, “Peke” también tuvo la posibilidad de dar su testimonio. Quienes la escucharon frente a los jueces destacaron que fue contundente sobre lo que había sucedido. “Madurez, coraje, seguridad. muy valiente. Me sentí orgullosa” confió a este diario su abogada.
En el medio también declaró la madre de Mauro y un amigo de él. Además de otros testimonios que no sumaron mucho más a lo que ya sabía, teniendo en cuenta que los delitos de integridad sexual no cuentan con testigos que no sean de concepto.
Llegó el momento de los alegatos. Federico Heinz sorprendió a propios y extraños gracias al cambio de carátula con el agravante del acceso carnal y solicitó una pena de 17 años de prisión. Borquez, por su lado, pidió una pena de 20 años de cárcel alegando la contundencia, las pericias y la perspectiva de género que debe aplicarse.

Trevotich pidió la absolución de su cliente y, al igual que Mauro, cargó contra la identidad de género de la víctima. Algo que resultó “inadmisible” para los presentes en los que, hasta Zuvic, se despachó diciéndole que debería volver a estudiar en la escuela de Derecho.
Llegaría el momento de la salida del acusado. Tal como se vio en la transmisión en vivo del Facebook de La Opinión Austral, cerca de veinte personas se acercaron al móvil policial que trasladaría al acusado a la Alcaidía para que fije domicilio. Con ayuda de los trabajadores de la Cámara, los efectivos subieron a Mauro. En paralelo, la gente -al igual que en octubre del 2019- descargaron su bronca pero esta vez contra el patrullero que trasladaba al agresor sexual quien, en ningún momento emitió sonidos ni levantó la vista.
Ahora, resta esperar, la semana que viene, precisamente el viernes, se conocerá la sentencia en la que, gran parte de Río Gallegos, un club de futbol y especialmente una joven, espera que la Justicia la ayude a cerrar este triste e indignante episodio de su vida
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