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El miércoles pasado, la noticia de un choque conmocionó a la localidad de Río Gallegos no por el hecho en si, sino que, por cuestiones del destino, un nene terminó con lesiones graves y debió ser internado en el Hospital Regional de nuestra ciudad capital.

El suceso se había registrado en la periferia de la localidad, precisamente en la bifurcación de la calle 22 y Edwin Frank Beeher en el ingreso al populoso barrio de Los Lolos y fue protagonizado por una camioneta de grandes dimensiones y un Renault Clio. En este último viajaba un nene de apenas un año y medio como acompañante y, tras el fuerte impacto, fue trasladado de manera urgente al centro asistencial.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, la conductora de la camioneta era una mujer de 53 años de edad. Luego del choque por la urgencia del caso y la no presencia de una ambulancia, ella subió a los integrantes del Clio al hospital. Estos últimos eran la conductora, una vecina de 33 años y sus hijos de 16, de 6 y el último de un año y medio que había terminado con lesiones graves.

La evolución

El menor fue conocido por sus iniciales JM y, aunque los primeros diagnósticos no eran para nada alentadores, pero según pudo saber este diario, a través de fuentes consultadas desde el centro asistencial y desde el círculo íntimo del nene, se pudo saber que en las últimas horas, su diagnóstico cambió para mejor y se espera que, en el próximo tiempo, reciba el alta médica.

Cabe recordar que, hasta el día después del choque, estaba internado en el ala de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) del centro asistencial ubicado en la esquina de las calles Buenos Aires y 25 de Mayo, con diagnóstico reservado.

Fuentes consultadas por La Opinión Austral indicaron que JM está evolucionando bien, el día después del siniestro, le hicieron una tomografía y desde el círculo íntimo indicaron que salió todo bien, ya que no presentó lesiones internas que podrían llegar a afectarle en un futuro, es decir, que no tiene secuelas graves por el fuerte impacto. “Le pusieron un catéter y está drenando bien, gracias a Dios. No tiene ningún derrame de nada” aseveró un familiar en contacto con este diario.

Cabe recordar que el siniestro derivó en actuaciones policiales y la creación de una causa “de oficio” por lesiones por lo que debió intervenir el Juzgado de Instrucción N°3 quien dispuso una serie de medidas, tales como el secuestro preventivo de ambos vehículos involucrados en el caso los cuales serán sometidos a las diligencias correspondientes en las instalaciones de la Comisaría Tercera, dependencia que trabajó en el caso, las pericias que debió hacer el personal de Accidentología Vial de la Policía de Santa Cruz y que las dos conductoras fijen domicilio por la causa

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