Una jornada histórica se vivió este martes en Río Gallegos, ya que comenzó a ser juzgado el primer integrante de la Iglesia Católica por abuso sexual en la provincia de Santa Cruz.

 

El cura Nicolás Parma, acusado de abusar sexualmente a dos menores de edad, ingresa al Tribunal que lo juzga con una biblia y chaleco antibalas. FOTO: MARTÍN MUÑOZ / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Cerca de las cinco de la mañana, un patrullero salió de Puerto Santa Cruz en dirección a Río Gallegos, trasladando a un ex sacerdote para que sea juzgado en las instalaciones de la Cámara Oral.

Se trata de Nicolás Parma, un hombre que está acusado de haber abusado sexualmente de dos novicios, hace doce años en la iglesia Exaltación de la Santa Cruz, en la ciudad portuaria y que se encuentra detenido hace tres por estos delitos.

El sacerdote declara ante la Cámara Oral con su investidura clerical intacta aunque sin los hábitos. FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL.

Fue cerca de las nueve de la mañana cuando el móvil policial arribó a las inmediaciones del edificio ubicado en la calle Malaspina 40. La Opinión Austral estuvo en el lugar y te cuenta detalles sobre lo que ocurrió antes, durante y después de la primera etapa del debate.

El cura Nicolás Parma, acusado de abuso sexual a menores, entró al Tribunal con una biblia, una estampita y chaleco antibalas


Nicolás Parma está mucho más flaco de lo que se lo recuerda cuando estaba en libertad. Llegó completamente vestido de negro y, en una de sus manos, tenía una biblia. Como dato, por medidas de seguridad, le colocaron un chaleco antibalas y fue escoltado por un policía hasta entrar al recinto.
El, todavía, sacerdote de la Iglesia Católica, decidió no hacer declaraciones a la prensa mientras un uniformado lo hacía entrar por una puerta lateral. Lo mismo sucedió con sus abogados Gabriel Bertorello y Christian Arel, que solo atinaron a decir al unísono: “Por ahora no”.

El debate comenzó pasadas las nueve de la mañana. El mismo fue presidido por Joaquín Cabral, quien estuvo con Eduardo López y Jorge Yance, éste último recientemente reincorporado a sus funciones tras haber sufrido secuelas producto de haber contraído Covid-19.

Vamos a tratar de mantener la acusación en orden a los delitos de abuso sexual simple agravado, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores

En la causa no hubo querellante. De igual manera estuvo el fiscal Iván Saldivia junto a su asesora Analía Molina.

En la previa del debate, el representante del Ministerio Público Fiscal de Santa Cruz, dialogó con Radio LU12 AM680 y dejó algunas líneas sobre lo que sería una jornada sin precedentes a nivel jurídico en la provincia. “Con mucha expectativa, vamos a tratar de mantener la acusación en orden a los delitos de abuso sexual simple agravado, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores. Son hechos gravísimos” reflexionó Saldivia.

El fiscal Iván Saldivia es el único representante de las víctimas que acusaron al cura Nicolás Parma. FOTO: MARTÍN MUÑOZ / LA OPINIÓN AUSTRAL.

“Lo que tenemos es un antecedente, por el director de la congregación, (AgustínRosa Torino que fue condenado hace un mes en Salta, por las víctimas que tenemos acá”, explicó el funcionario sobre la sentencia que recibió el jefe de la organización por abusos múltiples.
Asimismo, el fiscal indicó que “por el caso de Parma, tengo expectativa aunque no puedo adelantar el pedido de pena, estimo que será una pena importante. Además del abuso sexual, tenemos los agravantes, había una convivencia en el convento, había relación de guarda, cuestiones que tenemos en consideración para mantener la acusación”.

Volviendo al debate, Parma estuvo sentado en una de las puntas del estrado de la defensa. A su izquierda estuvo Bertorello y, un poco más lejos Arel. El ex sacerdote tuvo todo el tiempo su mano derecha sobre una biblia y, delante de él, dos estampitas: una de Jesucristo y la restante de la Virgen María.

Los abogados Gabriel Bertorello y Christian Arel son los representantes legales del cura Parma. FOTO: MARTÍN MUÑOZ / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Tras la lectura de la acusación fiscal, Parma fue sentado en el banquillo de los acusados y dio su declaración. Aunque no trascendió su versión de los hechos, este diario pudo saber que habló durante más de una hora y media.

Luego de él, dos testigos aportados por la defensa de Parma fueron sentados para declarar. Uno de ellos es el cura Rodrigo Barros, quien sucedió a Nicolás Parma en 2012, cuando éste se fue de Puerto Santa Cruz. Barros es un joven sacerdote oriundo de Salta y en mayo de este año, fue trasladado a El Calafate tras la partida del padre “Lito” Álvarez de la villa turística.

En la tarde del mismo martes comenzó la segunda parte de los testimonios de los testigos y mañana serían los alegatos.

Exclusivo de La Opinión Austral: habló Jonatan Alustiza una de las víctimas del cura Nicolás Parma

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